Manuel

El resto del día fue un desastre, no pude concentrarme en el trabajo, la culpa por mentirle a mis abuelos me mataba. Sofia no atendía el teléfono, además estaba cansado sumado a las náuseas y la falta de apetito me estaban dejando muy mal. Había olvidado la medicación que ella me dio en mi departamento.

 Decidí ir hasta su trabajo. Cuando salía con mi auto la entrada de mi empresa estaba llena de periodistas, logre escaparme con dificultad, para toparme con la misma situación en la entrada del edificio de ella.

No entiendo esta manía de los periodistas de darle tanta importancia a una relación amorosa, ¡cuando hay situaciones más graves que informar!

Si intentaba entrar, solamente afirmaría nuestra relación y no quería problemas con ella. No sabía dónde más ir a buscarla, desistí de llamarla, lo haría mañana a primera hora luego de llegar a la oficina. La próxima vez debía pedirle su dirección, si la supiera esto no pasaría

 Para mi desgracia, cuando entré a mi departamen