DANESA

Dicen que persuadir, disuadir, convencer, influir es un arte, el poder de las palabras es incuestionable. Y es que lo que sale de nuestra boca todo el tiempo puede sumar o restar a nuestras relaciones tanto laborales como personales.

Al parecer eso me falta a mi con el hombre de mi vida, porque no es fácil de convencerlo y las opciones se me agotan cuando mantiene una sola postura.

—Ya te dije que no—es la reacción que me esperaba en todo caso —no voy a permitir que salgas de esta mansión cuando ni siquiera aquí estas a salvo, ya nos atacó y es posible que lo vuelva hacer.

Me masajeo la sien, estos momentos con el son difíciles porque no entiende de razones cerrándose en su propio mundo. Sabemos que Egan es muy difícil, sin embargo no me caracterizó por rendirme o resignarme.

—Mi amor, escúchame por favor que debo ir, al menos quiero dejar un buen trabajo para la gira, ya que al parecer no voy a poder ir por todo este problema y aunque me duela, debo hacerme a la idea.