DANESADoy vuelta en la habitación desperada con toda la situación. Enserio que me impacienta estar aquí encerrada y aunque intenté abrir la puerta no pude porque Egan antes de irse la dejo asegurada.Me quedo en el balcón esperando, rezando que regrese con vida y sin ninguna herida y no me entiendo, en verdad me da rabia tener este sentimiento por èl dónde no quiero que nada le suceda. Me trata como mierda, cree que soy menos y heme aquí preocupada por ese imbécil.Un imbécil que huele rico, tiene un cuerpo perfecto y una polla gigantesca. Me estremezco con el recuerdo, casi me penetra y si esos hombres no hubiesen llegando, no seria virgen ahora mismos seguramente.Que idiota me veo, no tengo nada incisive, nada que leer y me toco ponerme una de sus camiones porque el imbécil ni ropa me trajo. Tengo hambre, estoy angustiada y muy confundida. No se cuánto tiempo pasa, pero los veo llegar, pero no a Egan lo que me preocupa. Sin embargo, me calmo porque los chicos no tienen un aspect
DANESASiento demasiada vergüenza cuando siento lo que provoca sus besos descarados en mi cuello.El clítoris me pica, arde, esta envuelto en llamas y deseo urgentemente poder tocarme para mitigar lo que sea que está golpeándome fuerte.—¿Que estás haciendo? —le pregunto a Egan que besa mi cuello. —Eso te pasa por estar en una cama que no te pertenece. En aplasta con su cuerpo y captura mis manos posicionándolas por encima de mi cabeza cuando quiero apartarlo sin saber qué es esto que me está quemando. Tengo miedo por todo esto que el desata y me avergüenzo del sonido que sale involuntariamente de mi garganta cuando me besa el cuello. —Por favor Egan. No presta atención a mis palabras tomando mis labios en un beso violento que me confirma la forma de ser de una persona como el. Es tan rudo y no me molesta, me encanta su fuerza, su cuerpo caluroso junto al mío, esta sin camisa pese a esta noche tan fría y mientras tengo los pies congelados su piel está caliente. Acarició sus bra
DANESA No quiero levantarme, sus brazos me rodean y el calor de su cuerpo me tiene atrapada. Quiero ser fuerte, rechazarlo, pero cada que lo tengo así, me es imposible no sentirme inevitablemente atraída hacia el. Desde que me desperté siento algo muy duro contra mis nalgas y es poco lo que me nuevo completamente nerviosa porque más que sentirlo, quiero agarrarlo. Que pervertida soy Dios santo, yo nunca había pensado de esta manera. El aire que sale de su nariz pega en mi cuello y estar entre sus brazos es como estar abrazando a un peluche suave, tierno y fuerte. Es el primero en levantarse, meterse al baño y sigo de la misma manera hasta que sale de la ducha oliendo a loción de baño y completamente organizado —Tienes media hora para estar lista —No pienso salir de aquí, hasta tener ropa íntima. La mirada se le oscurece. —No me lo recuerdes, no sabes lo que generas con esas palabras. Me hace pasar saliva con dificultad. —Ya sabes mis condiciones y no pienso limpiar tu
DANESA Me resuelvo, todo se ve peligroso, pero necesito mejorar, ser alguien más fuerte porque todo el mundo me ve como una débil sin valor solo por ser humana. Comprendo la diferencia, es lógico pero el hecho de ser diferente no me hace menos y lo quiero demostrar. Va a ser difícil, no tengo poderes, fuerza, ni siquiera m convierto como ellos pero los humanos nos hemos destacado por nuestra perseverancia. Decido pasar la primera prueba. Es un obstáculo de equilibrio y tiene varios péndulos que se mueven en diferente tiempo complicandome las cosas. —Tienes que tener cuidado, aquí tus reflejos deben ser muy rápidos, cuando un péndulo va, el otro viene y tienes ahí un espacio donde puedes quedarte y esperar hasta que te sientas segura. Esto se ve más complicado de lo que perece. —Con mucho cuidado Danesa, mira, no tomes decisiones apresuradas. Confía en tus capacidades. Subo las escaleras tomando aire para poder afrontar esto. Tengo miedo, pero es obvio que necesito fortalece
DANESA Siento mucha ira con lo que me dice y le tiro la almohada llena de impotencia. No es justo lo que hace conmigo, como me trata y el como me priva de mis derechos. —Lo siento, pero de aquí no sales. Se dirige a la puerta y no quiero pelear, quiero entender. —Egan—lo llamo—por favor hablemos. A las malas con el no obtendré nada y necesito que me hable con la verdad. —No puedes simplemente ordenarme, privarme de cosas porque si, sin yo entender que es lo que sucede aquí, entiendo algunas cosas, pero necesito que tu me expliques otras y por favor lo mínimo que merezco es respeto y una explicación del porqué. —Entre menos sepas, mejor para ti. —Hable con la bruja—alza una ceja— me dijo que juntos somos invencibles, pero tú lo único que haces es menospreciarme, quiero entender o por lo menos ayudar.. Lo escucho suspirar antes de sentarse en la cama. —Tengo dos hermanos que quieren el poder, quieren mi manada, me han declarado la guerra y por consiguiente buscan mi de
DANESA Lleno mis pulmones de aire cuando su mano se pasea por entre mis pechos sin llegar a tocarlos directamente. Solo es un roce el cual prende todas las alarmas en mi cuerpo porque nunca había sentido algo parecido. —Estas tan excitada. Susurra caliente en mi oído, supongo que puede sentir mi olor, el picor de mi excitación como tanto me lo ha recalcado tantas veces. Y me contraigo toda cuando su mano desciende lentamente por mi abdomen. Este tema de la conexión entre los dos me juega sucio, nos juega sucio porque pese a que se niega, muchas veces sucumbe a las sensaciones que se despiertan cada que estamos cerca. —Egan por favor, no deberiamos—quiero razonar—no esta bien lo que hacemos. —Déjame tocar—pide–sólo quiero tocarte y que sientas. Yo quiero que lo haga y el que me quede callada supongo que le da vía libre para seguir su camino hasta mi monte de venus al tiempo que sus labios besan mi cuello erizándome el cuerpo completamente. Me muerdo el labio inferior mientr
EnzoDejo a mi hijo en la cuna para observar a mi mujer que está en la cama esperándome. Detallo su cuerpo perfecto y al sentir esta debilidad por mi mate supe que también lo era para mí hermano, por eso requiero encontrar a su alma destinada para debilitarlo. Es extraño como un sentimiento tan grande, se convierte en tu debilidad. Me giro hacia la ventana, requiero reunir el ejército necesario y sobre todo, lo antes posible encontrar su debilidad. —¿Dónde estará mi esposo, que no viene a la cama a consentir a su mujer?—Pensando en devolverte el trono que te pertenece. —Debo confesar que ser la reina de la manada Luna oscura como idea me fascina, pero no quiero que te pierdas en ese camino cuando aquí lo tenemos todo. —Somos los segundos, sabes que tu hermano tomará el poder cuando tu padre así lo quiera y como sabes no tenemos una buena relación. —Soy dueña de esta casa también, tengo derechos. —No cuando el sea el Alfa, ahí debemos obedecer y si quiere echarnos no podemos neg
DANESAEl pie después de cinco días puedo apoyarlo sin ningún tipo de problema y ya estoy entrenando porque Egan no quiere que pierda el tiempo. Comprendo un poco del porqué su odio con los humanos, pero sigue siendo muy injusto al tratarme como la culpable o generalizar porque no todos somos así como el cree. Massimo está siendo más estricto conmigo, inclusive practicamos en la tarde y noche dándome solo un respiro en la tarde para estudiar las debilidades de los lobos. Egan casi no lo veo, se ha alejado más después de confesarme la verdad y ni siquiera ha vuelto a su habitación. Golpeó con una vara el saco como me lo enseñó Massimo y lo único que me motiva es el estar siempre en movimiento y el saber defenderme porque esto puede ayudarme en cualquier aspecto de mi vida. —Estas muy distraída hoy Danesa, que pasa. —Lo siento mucho–clavo la frente llena de sudor en el saco –es que quiero saber porque Egan esta tan alejado de mí, me confesó la verdad de sus padres, quienes lo mata