CALEB
Detengo la moto a un lado de la carretera, de golpe.
Me bajo de ella y vomito como si la vida se me fuera en ello.
Las lágrimas me humedecen las mejillas para cuando termino de vaciar mi estómago.
Mi mente se siente como si estuvieran en medio de un tsunami.
Necesito llegar a Rachel, pero no puedo sacarme mi discusión con Caddie de la cabeza. No puedo dejar de pensar en que puede que este sea el final de nuestra relación.
Cómo puedo regreso sobre la moto y emprendo de nuevo mi viaje hacia el hospital. Acelero lo más que puedo y unos treinta minutos más tarde ya estoy en el lugar.
Entro y me encuentro a mis padres en el pasillo.
— ¿Cómo sigue?—pregunto a papá y él me mira como si fuera la luz iluminando su camino.
— ¡Gracias a Dios, acaban de detener el sangrado!—exclama y yo suspiro con fuerza
Manejé cumpliendo con las reglas de velocidad y no paré de enviarle miradas nerviosas a Cadence a través del espejo retrovisor.Ella pasó todo el rato mirándome a mí también y yo me preocupé un poco.Como soy el único al que conoce, será un secreto guardado bajo llave.Estacioné en nuestro puesto de parking fuera del complejo de departamentos y rápidamente salí del auto, abriendo la puerta trasera para sacar a Caddie.Me agaché en el interior del auto y la noté con las mejillas y el cuello sonrojados. Me miraba fijamente, y luego se acercó a la puerta, intentando salir sola.Me aparté, dejándola ver si podía o no sola.Por poco se caía saliendo del auto, por lo que le dije en murmullos que me deje ayudarla y ella me miró rápidamente a los ojos, muda.Lo tomé como un s
Pensé en cómo, a pesar de vivir en el mismo departamento y encargarnos del mantenimiento del mismo juntos, no habíamos terminado enredados.A pesar de la convivencia, siempre mantuve distancia de Cadence, porque sentía que me examinaba a cada momento, que conocía mis secretos y pensamientos más oscuros con solo mirarme.Sus ojos siempre han sido como el escrutinio más frívolo y certero que puede haber.Era la mezcla de su cabello negro, como la penumbra, y sus ojos azules tan penetrantes sobre esa tez casi traslúcida que es su rostro lo que me dejaban sin aire. Era increíble... Lo es.Caddie siempre ha sido muy hermosa.Pero luego, se autoproclamó la defensora de todo… de todo lo que estaba en mi contra.Si aparecía una ventana rota, Caddie me exigía que dijera la verdad (desde luego que había sido yo, pero nadie necesit
Usamos el ascensor para llegar a las habitaciones.Caminamos por el pasillo hasta que nos encontramos con una puerta que me resulta familiar. Daniel desbloquea la puerta con la llave.La habitación sigue igual que el día anterior, pero hoy para mi sorpresa, Gabriel Gates está despierto y sentado en la gigantesca cama. Mi primera impresión es que se ve mejor que la última vez que lo vi. Sigue estando conectado al tanque de oxígeno, pero sus mejillas hasta tienen un poco de color y el hecho de que esté consciente y despierto es un avance abismal.—Cadence. —dice con voz ronca, nada más verme.—Hola. —susurro sintiéndome tímida frente a él.Extiende una mano lentamente en mi dirección y yo me acerco, acariciándole la mano con la mía. Se siente un poco arrugada y suavecita. El tacto me enternece el corazón.Me acerco m
¿Qué rayos?Observo a Jared bastante preocupada.—¿Qué sucedió?—pregunto suavemente, sentándome a su lado en la cama.—Louise, Dry-Dryden.— susurra con cierto toque de desprecio y yo me siento mal por él.Nadie debería sentir desprecio por su madre.—¿Qué te hizo?—pregunto rápidamente, preocupada por él, por Zareck y el Abuelo Matthew.—E-Ella está obligándome a que el servicio entre en mi cabaña.—dice con fuerza, intentando no tartamudear.¿Qué?—¿A qué te refieres?—pregunto despacio… sin entenderle muy bien.¿No se supone que el servicio entre a la cabaña a limpiar?¿No es eso lo que hacen en toda la casa?—¡A-Avery!—exclama J
Sí, conseguí a mi familia, eso me contenta… Pero no dejo de preocuparme por Rachel, el doctor secreto con el que se ve, la banda que dirige Daniel y el hecho de que ellos conocieran a Rachel.El detective no ha vuelto a aparecer y también me preocupa un poco su silencio.Entro a la oficina y me sorprende encontrarme con un montón de rosas secas esparcidas por todo el lugar.Son de Caleb, pienso al ver todas las tarjetas de los ramos opacos.Algunas notas dicen cosas como “Ésta porque te amo”, “Ésta porque eres perfecta para mí”, “Por los ricos besos que me das”, “Porque te llevo tatuada en el alma” y “Porque eres la mujer de mi vida, Amor”.Mis ojos se humedecen y me siento como la peor novia del mundo.¿Qué hice para merecerlo?¿Por qué Caleb me ama tanto?<
¿Qué está pasando aquí? ¿Finalmente todo está cayendo en su lugar por su propio peso? — ¿No eran cuatro meses?—pregunto con suspicacia, fingiendo asombro. Rachel mira al doctor luciendo una tez bastante grisácea. —Son cuatro meses, debe haber una equivocación. —murmura ella mirando fijamente al doctor. Luego su mirada se alterna entre la pantalla del doppler y el rostro del doctor. —Oh, bueno… Quizá sí son cuatro meses pero el bebé está muy desarrollado… Es un conteo que hacemos a base del peso y tamaño del bebé…—dice el doctor de pronto, luciendo un poco extraño.—Pero, sí. Puede que esté equivocado…—agrega comenzando a limpiar el gel del aparato. Yo asiento, fingiendo que le doy la razón y lo veo recoger sus herramientas de trabajo luciendo un poco apresurado. ¿Qué pasa, doctorcito? ¿Se le fue la lengua? Obviamente aquí hay gato encerrado, siempre lo he sentido… Gracias a
Dios mío.¿Ahora qué pasó?— ¿Qué sucede?—pregunto sonando desesperada.—También pasé un mal día porque papá empeoró.—murmura Daniel.—¿Qué? Pero… ¿Cómo?—pregunto nerviosa.—Sí, y lo peor es que el médico recomendó que regrese a la casa familiar.—explica y yo siento como que quedé en blanco.— ¿La casa familiar? ¿No es algo bueno?—pregunto sin entender. ¿Es algo malo? ¿Qué pasa? —No entiendo…—susurro nerviosa.—No, cuando lo envían de regreso a casa, significa que está empeorando y necesita estar en un ambiente totalmente estéril, poco contacto con las personas. De hecho, ningún contacto con personas que salgan a otr
He pasado el rato tensa desde que llegó, ni me quiero ni imaginar cómo se sienten todos en la mansión.He fingido ser una descerebrada por éste bebé, pero la verdad es que no soy lo que parezco.Louise revisa su teléfono y de pronto ríe a carcajadas como desquiciada.—Es uno de los mejores planes que he ideado. —dice riendo mientras ve un video.Escucho la voz del hermano tartamudo de Caleb gritar algo y Louise grita algo también.Ella vuelve a reír.—De verdad que he sido una imbécil. Se burlan de mí porque permití muchas cosas… Pero ya no más, voy a vengarme de todos y a recuperar lo que es mío.—gruñe, apagando la pantalla del teléfono.—Juro que van a pagar; John, Jhyn, Jared y Cadence.—murmura los nombres con odio y yo contengo la respiración.¿Có