Después del picnic, Sissi, Tamir y Micha recogen sus cosas para guardarlas en el coche y se despiden del parque. A Sissi le encantaba cada minuto de estar sentada en esa toalla en el césped, tomando café al aire libre y compartiendo toda esa belleza a su alrededor con su madre y su tío. Michaluz guardó la toalla mientras Tamir llevaba las cosas al auto. Ese sábado hizo un sol maravilloso, iluminando todo el lugar y contagiando a la gente de tanta energía positiva, haciendo sentir muy bien a Miss Angelus. Guarda la canasta en el baúl y mira hacia atrás, esperando que Sissi y Micha alcancen su velocidad mínima para caminar desde el área de picnic hasta aquí. En ese momento un hermoso hombre alto, rubio y de cabello largo se acerca a ella con una hermosa sonrisa en su rostro e iniciando la conversación.- ¡Buen día! - saluda al desconocido sonriente- ¡Hola buen dia! – responde Tamir cortésmente- ¿Estás solo mi ángel? - él pide- ¡No! - Responde cortésmente.- Que pena, pero igual quier
En el festival del helado, los niños estuvieron corriendo a mil por horas con tanta azúcar en la sangre. Comenzando con Sissi que era súper eléctrica. Su madre ya preocupada no podía quitarle los ojos de encima e incluso quería irse, pero Micha le pidió que se calmara. Dijo todo tranquilo y paciente que ella se estaba divirtiendo con los demás niños, jugando, comiendo helado y haciendo nuevos amigos, que el evento también estaba terminando, pues faltaba una hora para las 19:00hs.- No sé Micha, y mucha azúcar por aquí. - comenta preocupada- Actuar glucosa en sangre. - Ella continúa.- Vamos a cenar algo fuerte, tonificante y aseado para cortar el efecto del azúcar. – Notificar a Micha- Una hora más Michaluz. - dice apresuradamente.- Sólo una hora más, y todo vuelve a la normalidad. - El promete- ¡OK! Una hora entonces. – Tamir habla tratando de calmarse- Una hora mi ángel. – Termina Michaluz Sissi cruzó corriendo el patio de recreo y volvió al carrito de los helados. Era tanto he
Tamir, que incluso estaba en un estado de ánimo súper transformado, se lleva un tremendo susto con la presencia del hermano de su jefe justo allí frente a ella. Se detiene como un coche que frena a toda prisa, provocando que Michaluz choque con ella, pero sin incidentes. Subrepticiamente le aprieta el brazo, diciendo que estaba allí con ella, para que se relajara. Edio a su vez le sonrió, y al ver que estaba comiendo helado, le preguntó dónde tenía este modelo, para comprarle a su hijo y sobrinos.- ¿Donde los compraste? - Dijo Edio asombrado.- Allá en la caseta del festival. – Contesta Michaluz con anticipación- ¿Y cuanto? – pregunta Edio.- Quince. – responde Micha directamente.- Entendí el motivo del capricho. – Comentar Edio- ¿Te vas a sentar? – Pregunta Edio- Si quieres, puedes sentarte con nosotros, Fábio y yo estamos en esa mesa junto al lago con los niños. – Edio explica- Su esposa estando allí también. – Muestra a Edio apuntando hacia la mesa.- Le encantará conocerte T
Sabes cuando estás triste, viviendo con alguien pero al mismo tiempo sintiéndote solo. Como si todo lo que haces no tuviera valor, no hace ninguna diferencia para tu pareja o alguien en una relación estable. Sientes una carta fuera de la baraja, una pieza que no encaja, un color que no combina. ¡Así es! Con Michaluz es todo lo contrario. Con él todo es divertido, divertido, sin mal tiempo. Siempre encuentra la manera de poner colores en tu mundo gris, de hacerte sonreír, de mejorar tu día. - ¿Cómo está tu comida? - Pregunta Michaluz - Delicioso. - respondió Sissi sonriendo. - Señorita Ángelus. - habla emocionado - Perfecto Michaluz. - Gracias Tamir - Estar lejos de ese Edio ya es genial para mí. - Comentarios Michaluz - A mí tampoco me cae bien, pero tú pareces odiarlo. - comenta Tamir - Tengo mis razones. - Dice Michaluz misteriosamente. - Está bien entonces. - Habla Tamir - Quieren otra cosa. - Pregunta Michaluz - No le preguntes a Michaluz. - Reprende a T
Sabes cuando estás triste, viviendo con alguien, pero al mismo tiempo sintiéndote solo. Como si todo lo que haces no tiene valor, no hace ninguna diferencia para tu pareja o alguien en una relación estable. Sientes una carta fuera de la baraja, una pieza que no encaja, un color que no combina. ¡Así es! Con Michaluz es todo lo contrario. Con él todo es diversión, diversión, sin mal tiempo. Siempre encuentra la manera de poner colores en tu mundo gris, de hacerte sonreír, de mejorar tu día.- ¿Cómo está tu comida? -Michaluz pregunta- Delicioso. - respondió Sissi sonriendo.- Señorita Ángelus. - discurso animado- Perfecto Michaluz. - gracias Tamir- Mantenerme alejado de ese Edio ya es genial para mí. - Reseñas Michaluz- A mí tampoco me cae bien, pero tú pareces odiarlo. - comenta Tamir- Tengo mis razones. - dice Michaluz misteriosamente.- Esta bien entonces. - Tamir hablando- Quieren otra cosa. -Michaluz pregunta- No le preguntes a Michaluz. - Reprimenda Tamir- ¿Por qué? -Michalu
Mientras Sissi jugaba en el parque infantil, Tamir y Michaluz charlaban en la mesa mientras disfrutaban de una deliciosa tarta de manzana. Él la miró como siempre, admirando su sencillez y al mismo tiempo su atención en su pequeña hija que jugaba, estaba tan concentrada en la felicidad de Sissiane que ni se dio cuenta que su pastel ya estaba terminado, y rebanado. nada más en su plato vacío, y eso lo hizo sonreír. Él la observó por un rato más, hasta que finalmente le advirtió sobre el pastel.- ¿Cómo está la tarta de manzana? – Pregunta Michaluz- ¡Delicioso! -Tamir responde con una sonrisa.- ¿Puedo probar una pieza? – Pregunta Michaluz- Pero ya tienes tu pieza. - dice tamir extrañado- Pero quiero probar el tuyo. - insiste Michaluz- No. - Responde Tamir serio- Llevas tanto tiempo saboreando tu rebanada que me dieron ganas de probar la tuya. - explica Michaluz- Este es mío. – Termina Tamir Recoge su plato y lo acerca a ella, solo para no compartirlo con él, pero luego se da cuen
Después de la cena, Michaluz paga la cuenta y todavía se lleva un tarro enorme de helado y otra caja de trufas caseras. Tamir los mira a los dos con una gran sonrisa en su rostro, donde parecía que tenía dos hijos frente a ella, no solo uno. El con su caja de trufas y ella con su enorme bote de helados, y Tamir con su cara de sorpresa por su actitud, su madre mueve la cabeza sin saber que decir mientras los demás clientes solo se ríen de su felicidad. Sabía que si decía algo sería la villana de la historia, así que simplemente aceptó el gusto por lo dulce de las dos hormigas y se fue al auto con ellas.- ¡Mira mi bote de helado de chocolate! - Dijo Sissi, encontrándose- Mi caja de trufas está llena de dulces. – Habla Michaluz- ¡Mami! - dice sissi- ¡Oye! - Responde a tu madre- ¿Por qué no elegiste nada? – pregunta Sissi- ¡Realmente necesito responder a esa pregunta! – comenta Tamir- Pensándolo bien, no. - Termina con tu hija- Que bien. – De acuerdo Tamir- De vez en cuando es bu
El corazón late en el momento más inesperado, pero sin cita, pero sin aviso. Por fin en casa, todos sienten el placer de atravesar la puerta y tirarse en el sofá. Cada uno con su comida favorita, y por supuesto con una hermosa sonrisa en su rostro. Por mucho que Tamir tenga náuseas por los horarios y el bienestar, esa noche se lo tomó todo con calma. Y su sonrisa estaba radiante frente a Sissi y Michaluz.- Mamá está radiante. – comenta Sissi- Ella tiene sus razones Princesa Sissi. - Contesta Michaluz también feliz- ¿Fue por el baile! – Comprometer a la niña jugando verde- ¿Has visto? - pergúntale a tu madre- Por supuesto que lo vi. - Comenta tu hija- Pensé que te estabas divirtiendo jugando. – Comentarios Tamir- Hasta parece mamá, que me iba a perder esto. - Dice tu hija toda inteligente- Eso es lo que miras. - Comenta que seria tu madre- Claro. – responde Sisi- Nunca me perdería el momento de ver a mi madre tan feliz. – Termina Sissi- Gracias hi