116. No demores tanto⤝MILA⤞El trayecto a casa es silencioso, voy con la mirada perdida entre los edificios y las calles de la ciudad. Aún no puedo creer hasta dónde llegaron las cosas, pero en el fondo me siento tranquila.La relación con Axel no inició de la mejor manera, pero sí por amor. Ese amor desmedido e incondicional que he sentido por él desde hace muchos años. Así que, no puede considerarse una mentira.—¿No piensas perdonar a mi sobrino?La voz de Katia me arranca de mis pensamientos. Suspiro lentamente antes de responder.—Los problemas entre Axel y yo, no tienen nada que ver con esas fotos, Katia. A pesar de todo, confío en él. Sé que su encuentro con Piper en la discoteca fue casual, buscaba a Knox —le explico rápidamente.—Entiendo a Axel y su necesidad de proteger a su hermano.—No es tanta la necesidad, Katia, a veces creo que es necedad —respondo, clavando la mirada en la carretera.—Tal vez tengas razón. Aun así, no puedes negar que Axel te ama y, ahora que espera
117. Un hombre enamorado⤝AXEL⤞Espero impaciente la respuesta de Mila. Observo el móvil detenidamente, como si eso fuera a ayudar. Sé que ha visto el mensaje y sé también que se tomará su tiempo antes de responder.Sé que no tendré las cosas tan fáciles como en el pasado. Que Mila no estará a mi disposición las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana.Ya no es mi amiga, ya no soy su jefe. Ahora solo soy un hombre locamente enamorado que busca conquistarla.Me levanto del sillón y voy directo a la ducha. Hay rastros de sangre en mis nudillos y salpicaduras en mi ropa. Es una suerte que el taxista, en vez de traerme a casa, no me llevara a la estación de policía. Cualquiera hubiera pensado que cometí un crimen.No estuve lejos de hacerlo. Aunque Zane se merecía más que golpes, dejaré que sea el destino quien se encargue de pasarle la respectiva factura. Ninguno de nosotros se irá de este mundo sin hacerlo.Abro la llave y el agua tibia relaja mis músculos de inmediato.
118. Un pedacito de nosotros⤝MILA⤞Me quedo quieta como una estatua. Mis mejillas queman y estoy segura de que me he sonrojado como una manzana. No esperaba esta actitud de Axel, parece un macho alfa marcando su territorio y… me gusta.Mi corazón se estremece y un nudo se instala en la boca de mi estómago. Me lleva todo mi autocontrol, no levantarme de la silla, envolver mis brazos alrededor de su nuca y estampar mis labios con los suyos, reclamando un apasionado beso.—Lamento llegar tarde —dice, sin borrar su sonrisa. Sus ojos están fijos en los míos mientras levanta su mano y me muestra una pequeña caja de panecillos.El olor se filtra en mi nariz y mis tripas retumban como tempestad en medio de una tormenta. Un atisbo de vergüenza me atraviesa, haciendo que el calor de mis mejillas se extienda por todo mi cuerpo. Debería sentirme indignada por sus acciones, pero, ¿a quién quiero mentir? El que estemos separados, no quiere decir que haya dejado de amarlo. Sigo tan enamorada de Ax
119. No son dos⤝AXEL⤞No hay palabras para describir las emociones que embargan mi pecho. Escuchar los pequeños latidos del corazón de mi hijo es la más dulce de las melodías. Mis ojos se llenan de lágrimas y el corazón se me oprime hasta quedarme sin aliento, provocando que un sollozo abandone mis labios.—Nuestro bebé, mi amor —murmuro, sintiendo que me ahogo. Mis lágrimas se precipitan como cascadas de mis ojos, derramándose por mis mejillas.No me molesta, tampoco me avergüenza llorar delante de otro hombre. Simplemente, soy un padre emocionado con la llegada de su primer hijo. Este sentimiento es el más hermoso del mundo, un hijo con el amor de mi vida.—Un pedacito de nosotros —agrego, apretando mis dedos alrededor de los suyos.—Sí, cariño. Es nuestro —responde con una sonrisa que termina por derretirme—. Un pedacito de nosotros —añade.Nos miramos fijamente, conectando nuestras almas a través de nuestros ojos. Hay tantas cosas que deseo decirle…—Querrán decir, dos pedacitos
120. Sin alma y sin corazón⤝MILA⤞El sonido del cuerpo de Knox cayendo al piso me estremece. Garrett se abalanza sobre él como una fiera dispuesta a destrozar a su presa. Tiene motivos suficientes para querer herir a Knox. Lo que hizo con Nova no tiene nombre; aun así, sigo pensando que hay una jodida explicación para todo lo que ha hecho.Me niego a creer que un hombre pueda permanecer inmutable ante la llegada de un hijo. Axel es la prueba de ello. Emocionado y sentimental.No obstante, también puedo estar equivocada y Knox sea exactamente el hombre que muestra ser. Sin alma y sin corazón.El sonido de un nuevo golpe, acompañado de un fuerte gemido, me saca de mis pensamientos. La nariz de Knox se convierte en una fuente roja y, aunque trata de defenderse, Garrett no le da ninguna oportunidad. ¡Va a matarlo!Miro a Axel casi con desesperación, esperando a que reaccione.—¡Has algo! —pido a al ver lo quieto que está, es como una estatua de mármol que se limita a observar mientras lo
121. Todo por tres⤝MILA⤞Automáticamente, el semblante de Axel cambia. Su rostro pierde esa expresión seria y tensa. Sus dedos se aflojan sobre el volante, recuperando su color.¿Estaba molesto por tener que dejarme? Mi corazón se acelera.—Pensé que iba a volver solo a casa —dice, dejando ver el alivio en su voz.—Vamos, aunque te advierto que no será una estadía agradable. Por lo menos, no si mi padre vuelve —respondo, quitándome el cinturón de seguridad.—Espera, voy a entrar al estacionamiento —indica, poniendo el auto en marcha. Lo que no nos lleva más de dos minutos. Axel me ayuda a bajar y subimos por el elevador al piso de mis padres.—¿Vas a quedarte a vivir con ellos? —pregunta, tomando mi mano.—No lo sé —admito. Axel frunce el ceño.—¿No vas a perdonarme?—Estás yendo por buen camino. Además, esperamos tres pequeños dragones que, si salen con tu temperamento, tendré problemas para controlarlos.Él sonríe, pero no dice nada. Las puertas de metal se abren y salimos, tomados
⤝MILA⤞El sonido de la puerta al abrirse y cerrarse con un golpe sordo hace que levante la mirada. Frunzo el ceño al encontrarme con el rostro desencajado de mi jefe y mejor amigo. Axel Ridley.Con calma y sin ninguna maldita prisa, cierro la carpeta con los documentos que revisaba antes de la abrupta interrupción.—¿Se puede saber el motivo por el que irrumpes en mi oficina sin llamar? —pregunto, prestándole toda mi atención.Axel es un tipo hermoso, como si al nacer los dioses lo hubieran llenado de gracia, elegancia y un maldito carácter de mierda. Afortunadamente, siempre estoy en el lado opuesto de su furia.¡Ah! Se me olvidaba mencionar que, también es todo un playboy y un jodido imán para los escándalos que tienen a su abuelo al borde de un ataque cardiaco. Y no dudo que sea el mismo motivo por el cual esté en mi oficina.Axel da tres vueltas, como un perro rabioso, e ignora mi pregunta. Me levanto de la silla y camino unos pocos pasos, recargo la cadera contra la fina madera d
⤝MILA⤞Axel se detiene bruscamente, sus dedos metidos entre sus alborotados cabellos están congelados y sus ojos se abren por completo, con un brillo peligroso en ellos.—Es lo más absurdo que he escuchado. No puedo arriesgarme a contratar a una mujer para que se haga pasar por mi novia y luego por mi esposa. ¡Nada me garantiza que no hablará sobre el acuerdo! Es una espada de doble filo, Mila.Lo sé muy bien.—Entonces, será mejor que pienses en una solución y que sea rápido. Tu abuelo no va a esperarte sentado, te apuesto lo que quieras a que en este momento debe estar organizando una fiesta para invitar a todas las solteras de San Antonio.Axel gruñe en respuesta, sabe que tengo toda la razón.—Para tener una amiga como tú, prefiero una enemiga —murmura en tono bajo.—Lo siento, prefiero ser sincera y si eso te hiere, perdóname —respondo con una sonrisa al verlo achicar los ojos que, me recuerdan a un felino grande y peligroso.—¿En qué diablos estaba pensando cuando te acepté como