09 MI ESPOSA DE MENTIRA

La tribu tenía muchas costumbres, una de ellas era que las familias tenían que vivir juntos.

Las mujeres solteras mayores de 17 años vivían juntas hasta que se casaran, al igual que los hombres.

Los hombres eran los únicos que se dedicaban a la caza y la pesca. Mientras que las mujeres se ocupaban de los niños, la comida y atender bien a sus esposos.

Si en el matrimonio no había hijos, el hombre podía buscar a otra mujer y el matrimonio quedaba nulo.

Además, era sagrado el séptimo día para descansar y dedicarlo a la familia. 

Hubo un silencio absoluto hasta que el anciano mayor dirigió la ceremonia de victoria

Bienvenidos a la tribu Wulka, desde hoy ustedes pasan a formar parte de este gran clan, para ello, tienen que formarse bajo las reglas estrictas del Wulka    

1. Ser leal y respetar a nuestro gran jefe Ultha

2. Todos los matrimonios deberán tener hijos y criarlos bajo las enseñanzas del Wulka para preservar nuestra tribu.

3. Las mujeres deberán respetar a sus esposos

4. Los hombres deben proteger el clan, proveer los alimentos y estar dispuestos para el combate

5. Los rehenes serán tratados como esclavos, hasta que cada uno se gane el derecho a ser llamado Wulka.

6. El séptimo día se utilizará para compartir con la tribu y adorar al Creador.

Dichas las reglas del Wulka, Ultha tomó la palabra, dirigiéndose a la tribu.

Lo que hemos ganado hoy es para el beneficio de todos, estos rehenes nos ayudarán a expandirnos y ser la tribu más grande, poderosa y rica.

Todo el clan aplaudió efusivamente e hicieron sonar los palos de lanzas contra el piso en señal de apoyo.

Después miró a los rehenes y les dijo:

Desde ahora son nuestros esclavos y como dice la 5 regla, cada uno de ustedes estará a prueba, si no logran pasarla, quedarán en calidad de esclavos para siempre.

Los hombres Wulka escogerán a sus esposas en la ceremonia de la primavera, las mujeres rehenes solteras estarán a prueba para demostrar su cooperación con las labores de la tribu, y pueden ser dignas de un hombre Wulka, de lo contrario, serán esclavas sirvientas.

Dicho esto, Kate, Sofía, Rosa y Mónica se miraron entre sí, sorprendidas y asustadas por lo que acaban de escuchar.

Antonio tenía su cabeza llena de pensamientos, no podía permitir que algún hombre tomara a Kate! ¡¡Tenía que hacer algo!!

Los hombres rehenes aprenderán la caza, pesca y a combatir, si al llegar la primavera no sirven para ayudar, serán enviados a la selva a su destino.

Esas fueron sus últimas palabras y a continuación el anciano mayor pasó adelante y dijo - los matrimonios quedarán exentos de la ceremonia de la primavera –

La tribu Wulka era muy conservadora y las mujeres que ya tenían esposos, no podían separarse de ellos, ni menos mirar a otro hombre.

Luego el anciano, apuntó a Ricardo, que era el mayor de todos los rehenes

¿Esa es tu mujer? – pregunto a Ricardo por Amanda quien estaba a su lado

Sí, ¡es mi esposa!

Y el anciano los apartó e hizo que le quitaran las ataduras de las manos.

Luego vió al pequeño Benjamín

Y le dijo: muéstrame ¿quiénes son tus padres?

Benjamín asustado tomó la mano de Kate y Antonio

Antonio con voz fuerte dijo: - ¡¡Kate es mi esposa!! Y ¡Benjamín es nuestro hijo!-

Es cierto - dijo un guerrero, los vimos en el camino y ellos no se apartaron y cuidaban del pequeño.

El doctor Ricardo, Amanda y Paolo, quienes sabían que no era cierto, guardaron silencio

Benjamín, Kate y Antonio fueron separados de los rehenes y también les desataron sus manos

¿Hay alguien más que tenga esposa aquí? - preguntó el anciano

muy bien, entonces ustedes son solteros acá y pueden participar de la ceremonia de la primavera si se convierten a Wulka.

El anciano Mayor, refiriéndose a Antonio y Ricardo, les dijo: ustedes estarán a prueba, si no se convierten como hombres Wulka, sus mujeres y el niño quedarán en la tribu y en ese momento se convertirán en viudas, porque ustedes se tendrán que ir a la selva a su destino y no volverán más a verlos.

Luego de esto, las mujeres y los hombres fueron apartados para dormir separados, cada uno en una “ruca” construcción de palos, cubiertos con ramas y suelo cubierto de pieles.

El doctor Ricardo y su esposa se quedaron en una ruca aparte.

También Kate, Benjamín y Antonio, quienes, al entrar a la ruca, inmediatamente se sentaron por el cansancio en una cama cubierta de pieles.

Benjamín inmediatamente se quedó dormido.

¿Estás bien Kate? – preguntó Antonio

Un poco asustada por los que dijeron los guerreros - dijo Kate

Tuve miedo por ti y Benjamín, por eso dije que era nuestro hijo y que….. tú eras mi esposa – confesó Antonio.

Estaban muy cansados y Kate se acostó al lado de Benjamín, Antonio la cubrió con una piel y se acostó a su lado, la abrazó por la espalda, y le susurró - desde hoy todas las noches dormirás así entre mis brazos- esbozando una sonrisa

Kate se sonrojo y pensando que verdaderamente Antonio era su esposo, le tomó la mano cariñosamente.

Antonio al sentir su mano, hundió la nariz entre sus cabellos y pensó - desde ahora, yo cuidaré de ustedes y no los dejaré solos! Me convertiré en un Wulka, hasta que nos encuentren y volvamos a la realidad.

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