Los días empezaban a pasar lentamente, Nicolle se refugiaba en las noches en el alcohol, eso le ayudaba a no pensar demasiado en lo que sucedía, lo que anestesiaba su corazón en el día era su trabajo.

Era fin de semana, estaba esperando a la señora Alicia como todos los días, pero algo extraño sucedido, ellas no llegaron, se estaba haciendo tarde, tomo su celular y le marcó a su pequeña sin obtener respuesta, volvió a intentarlo, su mayor miedo era que tratasen de alejarla de ella por completo, eso era algo que no soportaría.

Eran las 10 de la mañana cuando su celular empezó a timbrar, lo tomo, se dio cuenta que era un número desconocido, contestó, reconoció la voz de la anciana.

__Nicolle, no podremos ir este fin de semana, llevaré a Kin a conocer a su abuela, no se cuanto tiempo de vida le quede, espero lo entiendas.

Nicolle guardo silencio por unos minutos, respiro profundamente, la señora Alicia había sido buena con Kin, así que no era momento de discutir.

__Esta bien, no te preoc