Bernard entró al salón, él chico estaba ejercitándose, últimamente ya ni siquiera hablaba de Nicolle, era cómo si le hubiera olvidado por completo, ella se había ganado a pulso que él no quisiera verla por ningún motivo, había leído las noticias de la ciudad, la esposa del joven estaba tras las rejas, quizás él podía ayudarla, eso era lo que esperaba en realidad.

Aidan lo miró y continuo lo que estaba habiendo, iba a tratar de ayudar a la mujer por última vez, sabía que todo lo que se decía de ella era una mentira, ella jamás atacaría al señor Caruzo sin un motivo.

Dejó el desayuno en la mesa del lugar, luego se sentó en el sofá y se sirvió un poco de té, siempre comían juntos, mientras platicaban, Aidan dejó las pesas y se acercó a él, tomo la botella de agua y bebió.

__¿¿Qué noticias nuevas me tienes?? __Pregunto sentándose frente a su guardaespaldas.

__Bueno, su esposa se encuentra encerrada en una celda en estos momentos, al parecer ofendió al padre de su hija y la esta pasando ma