DÍA DE PADRES

Había una larga fila de autos, poco a poco se acercamos a la entrada de la escuela, observo muchos autos de lujo estacionarse, los chicos bajaban con sus padres, era su turno, el chófer estaciono, él guardaespaldas bajo y abrió la puerta.

Había cuidado a Kin desde que nació, desconfiaba del hombre que contrato su jefa pero no podía opinar, solo observar, siempre pensó que él padre de la pequeña era un completo imbécil, abandono a la señora Stewart cuando la pequeña enfermo, además de tener un romance con otra mujer.

Aidan bajo del auto y le tendió la mano a la pequeña.

__Ya sabes, soy tu papá, es nuestro secreto.

La pequeña asintió con la cabeza, empezaron a caminar por el pasillo hasta la entrada, muchas miradas se posaron en ellos, era obvio, nadie conocía al padre de la pequeña.

Le permitieron la entrada, Kin lo guio hasta su salón, la mayoría de niños estaban con sus padres, todos se giraron para observarlos, Aidan se veía muy elegante, estaba acostumbrado a este estilo de eventos.

Saludo cortésmente y entro, coloco el pastel en la mesa principal, busco un lugar disponible, tomo la mochila de Kin, los dos se sentaron.

La maestra observo a Kin con una sonrisa, al fin conocía al padre de la niña, su madre era muy conocida por todos, la mujer con más dinero en la cuidad, se notaba que él padre de la niña era un hombre elegante y con mucha clase.

La maestra dio un pequeño discurso sobre la importancia del vínculo de los padres con sus hijos y ese tipo de cosas, tenía 15 alumnos en su clase, los padres empezaron a presentarse uno a uno, Kin estaba expectante, él ultimo fue su padre, Aidan se levantó de la silla y camino hasta el frente.

__Buenos días a todos, soy Aidan Lombardi padre de Kin, soy soldado, en este momento me encuentro retirado por un tiempo.

Todos los niños lo observaron expectantes, los demás papás eran abogados, empresarios pero ninguno era un soldado de verdad.

Lo que Aidan dijo era verdad, había sido soldado, después de la muerte de su novia se había retirado y se marchó de su ciudad natal.

Todos los niños aplaudieron, volvió al lado de la pequeña, que se veía muy feliz con él.

El día fue muy entretenido, comieron, jugaron con los pequeños, Kin se veía muy feliz, no podía negar que la pequeña en realidad era dulce.

__¿¿Papá tu estas casado?? __Preguntó Kin con absoluta curiosidad.

__No, estoy soltero.

__Mi mamá tiene un novio, lo detesto.

Dijo la niña arrugando el entrecejo, eso le causó curiosidad a Aidan.

__¿¿Puedo saber por qué?? __Pregunto para saber un poco más de su clienta.

__Sinceramente no lo se, pero no me gusta, se ve cómo un chico malo.

Le causó gracia la respuesta de la pequeña, solo tenía seis años pero parecía muy observadora.

Mientras comían pastel, la maestra se acercó a ellos, le ofreció algunos dulces a la pequeña.

__Señor Lombardi es un gusto poder conocerlo, este día siempre ella la pasa muy triste y sola, sentada en la silla del fondo __la maestra señaló el fondo del salón __pero hoy es completamente diferente, gracias por venir de verdad.

__Para mi es un día especial, gracias.

Respiro profundamente cuando la maestra se alejo, se sintió mal porque recordó que no quería acompañar a la pequeña, se veía tan feliz corriendo y jugando con los demás niños.

__Así que usted es el padre de la pequeña Kin, no podemos negar que su ex mujer es realmente hermosa y el deseo de cualquier hombre.

Miró de reojo al hombre junto a él, era él padre de uno de los niños del salón.

__Si, Nicolle es una mujer muy hermosa, de eso no hay dudas.

__Yo como usted no la dejaría ir señor Lombardi.

Le dijo con una sonrisa hipócrita en el rostro, continuó observando a los niños sin prestarle atención al hombre que estaba junto a él.

Tiempo después la actividad terminó, dio un suspiro de alivio, al menos había conseguido una buena paga, se despidió de la maestra y tomó la mano de la pequeña y salieron de allí tranquilamente.

__¿¿Estas feliz Kin??

__Si, le diré a mamá que eres un buen papá.

__Gracias.

Subieron al coche y volvieron a la mansión, Kin lo invitó a entrar, quería mostrare a Mermelada, su gato, la niña se veía muy sonriente que no pudo negarse.

Se quedó en la sala de estar esperando a la pequeña, tiempo después la vio bajar con un hermoso gato de color blanco.

__Ella es Mermelada, mamá me la compró para que no esté sola, es muy hermosa, ¿¿te gusta??

Acarició al gato por unos segundos, se notaba que su madre pasaba muy ocupada.

__¿¿Qué te gustaría hacer pequeña??

__Vamos a jugar a la casa del té, tengo muchas cosas allá arriba.

Él guardaespaldas no se despegó ni un momento de ellos, la pequeña tomo su mano y lo guio por las escaleras hasta llegar a la segunda planta, luego por los pasillos hasta llegar a la última habitación.

Cuando la pequeña abrió la puerta se quedó sorprendido era un enorme cuarto de juegos, la pequeña empezó a mostrarle todo, se veía muy feliz, pasó el resto de la tarde jugando con la pequeña, no era bueno con los niños pero Kin era demasiado dulce.

Tiempo después la pequeña se quedó dormida, él la levantó con cuidado del suelo, él guardaespaldas lo guio hasta la habitación de la pequeña, la acomodo en la cama y la dejó allí.

__Gracias por cuidar de Kin __le dijo él guardaespaldas, solo asintió con la cabeza.

Bajo las escaleras con tranquilidad cuando se encontró con Nicolle que lo observaba con los brazos cruzados.

__Pensé que te había contratado medio tiempo.

__Pierda cuidado, me pagó demasiado bien, puedo pasar una semana sin trabajar, no se preocupe señora Nicolle.

La mujer lo observo por unos segundos.

__Gracias.

__De nada, solo hago mi trabajo, pierda cuidado, además no quería quedarme en la calle.

Nicolle observo al chico salir de la mansión, se sentía mal por haberlo amenazado, pero en realidad era lo de menos, subió las escaleras lentamente sintiendo el peso del día.

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