Capítulo 58
Planes sobrenaturales.
-No quisiera interrumpir a la feliz pareja -dijo Estefan a nuestro lado-, pero debemos bajar.
Me levanté de las piernas de Letwin, tomamos nuestros bolsos de gasolina, él tomó mi mano hasta lo que
Capítulo 59Asesina.Los gritos fueron todavía más vergonzosos, Letwin estiró una mano para tocar al jefe, pero este último cayó de espaldas con la esperanza de alejarse de él, haciendo que varios también cayeran.-¡Cállense! -Dijo Letwin, su voz era estruendosa-, ahora saben que esto no es un juego y que hablamos con seriedad.El jefe con su cuerpo tembloroso, comenzó a levantarse sin despegar la mirada de Letwin en desconfianza, analizándolo como si no pudiera creer lo que sus ojos veían.-¿Qué eres?-Es el lado oscuro de Superman -dijo el presidente-, ¿ahora nos creen?Por la mirada de los refugiados, pude ver que ahora estaban seriamente intimidados o tal vez traumatizados, el jefe se aclaró la garganta y afirmó con la cabeza.-Debemos
Capítulo 60Mi bebé asesino.Al pasar los minutos comencé a calmarme, y fue cuando me di cuenta de la atrocidad que había cometido. ¡Oh Dios!, ¿Qué había hecho?, el señor Gúdman estaba tendido en el suelo, sus ojos abiertos, al igual que su boca, no parecía estar respirando, y estaba segura que nadie podía aguantar la respiración tanto tiempo.Miré a mi alrededor, mis ojos se fijaron en el fondo del pasillo parecía haber un deposito de varias cosas inservibles, me acerqué rápidamente, no podía arr
Capítulo 61Si la vida fuera un simulacro, ¿estarías listo para enfrentar la realidad?Salimos de la fortaleza, donde por mi culpa habían muerto dos personas. Yo era un peligro para los que me rodeaban, Arcangel, el sacerdote de la tienda de discos, el señor Gúdman y mi pequeño Angel, sin contar aquellos endemoniados que intentaron matarme con anterioridad. Aunque no es como si en este momento impo
Capítulo 62Horror.Caí como a cinco metros de distancia peligrosamente cerca del pequeño y profundo precipicio, mi cuerpo seguía siendo impulsado directo al vacio, clavé mis uñas en la tierra cubierta de sangre pegajosa, sin embargo lo que me logró detener fue una flecha clavada en el suelo, mi camisa semi destruida se enredó en él, haciéndome rebotar por el freno repentino, tosí un poco porque casi la tela de mi camisa me ahorcó, desenganché mi camisa, levantandome con cuidado, había llegado a estar a tan solo unos centímetros de caer en el precipicio, no sabía si reír, llorar, cantar o alabar a Dios.
Capítulo 63Dorothea del infierno.-Vamos –demandé levantandome, entonces con mi báculo pasmoso cree un triangulo en el aire, creo que nunca había dibujado esa figura, no sabía qué hacía. Para la sorpresa de todos, el triangulo creó una especie de fusil que exterminó por completo al ciclope, solté una exclamación, jamás sabría todo el poder que tenía esta especie de varita magica.-¡Vamos! –Les grité cuando tuve la atención de todos-, estamos cerca.
Capítulo 64Baculo pasmoso.Saqué mi báculo pasmoso de los restos de la bruja Dorothea, sin perder tiempo comenzamos a correr, me imaginaba que todos, (al igual que yo) estábamos más enérgicos y asustados de poder llegar hasta allá, sin embargo luego de lo que parec&iac
Capítulo 65El final de todo.-Estamos juntos en esto –susurró pegando su frente con la mía-, no somos malas personas, intentamos arreglar todo esto...Afirmé con la cabeza y forcé mis labios a sonreír dejando que las lágrimas se desbordaran de mis ojos, él me las limpió y me devolvió la sonrisa. De súbito desapareció y lo vi reaparecer frente a la señora Furléz con los demás malditos del circo, me sorprendí un poco, eran realmente bastantes, ¿tal vez doscientos?
Capítulo 66Despues del desastre.Me tomé un momento para mirar el cielo donde las nubes comenzaban a tornarse a un morado-azul tenue, la luna dorada empezaba a bajar para darle espacio al sol, sin embargo todo lo que veía alrededor era destrucción, ¿todo había terminado o había iniciado?-Esto... –Sasha llegó a mi lado- se llama libertad.Habernos liberado de las personas que nos metieron en problemas lo veía como una especie de justicia, sin embargo el vacio en mi pecho se extendía cada vez más, lo había perdido todo, sentí mi mejilla arder donde me había abofeteado la señora Furléz, cuando la acaricie mis ojos se percataron de la pulsera que Letwin me había regalado, mis dedos tocaron las estrellas y el buho dorado, todo parecía una extraña confusi&oa