57. Besos desesperados.

Capítulo 57. Besos desesperados.Narrado por Jay.Me encontraba en mi ordenador, terminando de pasar a limpio un trabajo sobre la importancia del fútbol en los jóvenes de mi edad, cuando ella entró en mi habitación, lucía cansada, y preocupada.Acaba de quedarse dormida – me dijo, para luego sentarse sobre mi cama, mirando hacia sus manos, incómoda, sin saber que hacer a continuación. Dejé de prestar atención al ordenador, y me arrodillé frente a ella, agarrando sus manos para calmarla – siento haber estropeado nuestra cita.Ey – me quejé, levantándome, sentándome junto a ella, obligándola a mirarme – no has estropeado nada – la calmé, para luego observarla sonreír. La besé en ese justo instante, haciéndome sentir bien – Ere

58. Celos.

59. Trifulca familiar.

Narrado por Dulce. Caminaba junto al batería de mi grupo. Se sentía raro aquello de decir mi grupo, pero eso era, ¿no es cierto? Pues bien, apenas habíamos llegado a su auto cuando me detuvo. Oye, no sé qué os traéis Danni y tú – comenzó, haciendo que me detuviese en seco y le observase, sin saber que era lo que iba a decir a continuación – pero no quiero estar en medio – se quejaba – o que afecte al grupo. No nos traemos nada – le calmé, mientras él metía la llave en la cerradura de su vieja camioneta y me abría la mía para que pudiese entrar. Lo hice y entonces continué hablando – no voy a dejar el grupo, Ron – Le calmé, observando la lluvia, que acababa de empezar a caer sobre el auto. Arrancó el auto y puso rumbo hacia mi casa, mientras, en la radio sonaba “Owner of a Lonely Heart” de Yess, sin tan siquiera preguntarme absolutamente nada llegó hasta allí, y yo no lograba comprender cómo podía saber dónde vivía. Pero en aquel momento, me daba exactamente igual. Se detuvo fren

60. Un extraño lugar.

Narrado por Dulce. Sobre las gradas del campo de futbol, en la universidad a la que iba mi hermano, me encontraba, mirando hacia el desierto lugar. Me había colado, es algo obvio ¿no? Lo cierto es que soy toda una experta en colarme en lugares sin ser vista. Y por primera vez en aquella noche de m****a me permití pensar en mí, en que era lo que iba a hacer con mi vida, no podía seguir haciendo como si no me importase. Necesitaba tomar una decisión con respecto a mi futuro, elegir una de las tantas universidades que me brindaban una oportunidad para hacer el master con ellos. Esto era lo apropiado, ¿no es cierto? El grupo tan sólo era algo pasajero, que se marcharía tan pronto como los integrantes del grupo se fuesen a seguir adelante con sus vidas, justo como iba a hacer Ron o David. Un escalofrío me recorrió en ese instante, mientras observaba el cielo, parecía que pronto aquellas nubes volverían a descargar su furia sobre los mortales, así que debía moverme, resguardarme en algún

61. Cuidar de mi mejor amiga.

Narrado por Abby. Acababa de recoger a mi mejor amiga, y la tenía junto a mí, calada hasta los huesos, en aquella tormentosa noche. Ni siquiera mencionó nada sobre aquel chico que se encontraba junto a ella, se mantuvo en silencio la mayor parte del camino hacia casa. ¿Quizás debía preguntarle por aquel chico? Lo cierto es que no lo había visto en mi vida, no tenía ni idea de quién era, pero me parecía algo violento preguntar por él, pues no parecía ser sólo uno de sus rollos. Gracias por venir a recogerme – dijo, tan pronto como aparcaba el coche, agarrando el paraguas, con la intención de salir airosa bajo la lluvia – gracias por dejar que me quede en tu casa. Miré hacia ella, dedicándole una cálida sonrisa antes de hablar. Somos hermanas – la tranquilicé. Ella me devolvió el gesto, agradecida. Ambas salimos del auto, a paso ligero, refugiándonos en el portal, para luego subir a mi piso. Cuando llegamos, Roger y Jenny estaban cenando, y no había ni rastro de Charlie. Sin lug

62. Entonces llega la calma.

Narrada por Abby Desayunábamos en la cocina, ella lucía de mucho mejor humor que en los últimos días, y eso me calmó, saber que quizás había logrado mi cometido, aunque sólo fuese por un momento. ¿Cómo llevas la búsqueda de universidades? – preguntó, haciéndome salir de mis pensamientos - ¿ha contestado alguna? –. Negué con la cabeza. Aún es pronto – le dije, sonriendo. Dul me devolvió el gesto, bajando la cabeza entonces - ¿y tú? ¿has decidido dónde estudiarás el master? Quería ir a Los Ángeles – declaró, confiándome sus planes, aunque ya los sabía, ya me los confesó con anterioridad. Supuse que quizás no se acordaba porque ambas estábamos borrachas aquel día – hay una muy buena universidad allí, quizás sería bueno para mí cambiar de aires. ¿podrías vivir en una ciudad tan peligrosa como Los Ángeles? – pregunté, divertida, haciéndola reír, al darse cuenta de que tenía razón – He oído que te han ofrecido una beca en Princeton, quizás deberías aceptarla y probar suerte allí.

63. Bailar al ritmo de los 70.

Narrado por Dulce. Caminaba de regreso a casa, pensando en Ron, y en lo terriblemente raro que me parecía, lo cierto es que siempre me lo pareció, desde que le conocí en el garaje de James, pero en aquel momento me lo parecía mucho más, ¿cómo podría haberse olvidado de las llaves en el estudio? Me pasé por la peluquería de regreso a casa de mi mejor amiga y me corté el cabello, me apetecía mucho hacer algún cambio en mi vida, verme diferente, porque me sentía de esa forma. Se avecinaba una época de cambios, para empezar, pronto se expondría mi obra en la galería de primavera, y al final del verano empezaría mis estudios en New Jersey, ya estaba todo dispuesto para ello. Recibí un mensaje de James para que fuese a su garaje a tratar de temas de la banda, tan pronto como salí. Le puse un simple ok, y luego avisé a mi mejor amiga, de mis planes para que no se preocupase. Abby – “No tardes mucho, hay barbacoa en casa de Mike” ¿Mike? Me había perdido, porque no conocía a nadie con ese

64. Entonces…

Narrado por Jay. Llovía con fuerza cuando Abby y yo nos perdimos de mi hermana y ese tipo al que no conocía de nada. Y yo no dejaba de pensar en ello, ¿qué ocurría con ella? ¿cómo se le ocurría irse con ese tipo? ¿estarían ellos saliendo? Lo último que conocía de ella era que se había acostado con Jason. No te preocupes – comencé hacia ella, tan pronto como me percaté de que ella lucía aún más afectada que yo – ese tipo no es un mal tipo, cuidará bien de ella. Gracias por esto, Jay – agradeció, abrazándome, dejándome totalmente sorprendido, mientras la lluvia nos empapaba. Debería llevarte a casa – sugerí – no quiero que te resfríes. ¿Y Dulce? – insistió, mientras yo negaba con la cabeza, intentando quitarle importancia al asunto. Ella estará bien. Narrado por Dulce. No me atrevía a moverme, esa era mi realidad, sentía sus manos aferrarse a mi cintura, mientras mis manos descansaban sobre su pecho, y su frente chocaba la mía, sin tan siquiera levantar la vista de su cuello