La examina con la mirada, sabía que quería que estuvieran juntos en la cama abrazados y usaba el sexo para convencerlo, aunque no hacia falta, él también quería solo estar acostado con su chica, pero debía cumplirle a su padre, pues por esa razón regresaron antes.
—De hecho, me agrada mucho esa idea, pero tengo que ir a trabajar y si sigues, no voy a querer ir.El semáforo marca luz verde, Arden nota la luz cambiante con un reflejo, vuelve la vista al frente y arranca.—Puedes detenerme si eso quieres. —dice con malicia.Ha logrado parárselo y con ayuda de su otra mano libera el falo del pantalón para masturbarlo.—Los dos sabemos que eso no es lo que quiero —gruñe.—Llévame a tu oficina y podremos solucionar esto. —Se inclina y lame la punta.—Nena, estoy manejando. —Respira profundamente.—Y yo también amor, manejo mi lengua para no desviarme del camino de tu placer. —Lo mete a su boca.—Joder Dione, está bien, te voy a llevar. —Se rind—¡Bien! Pero te advierto que me gusta duro y no estaré conforme con tu dedo —bromea él.—Prometo follarte tan bien que no te irás con un hombre —responde riéndose y también lo hace reír.—Somos la pareja con temas de conversaciones más raros que he visto. —Niega con su cabeza riendo y luego besa la frente de Dione con ternura.—No amor, créeme que hay peores. —Sigue riéndose hasta que alguien los interrumpe tocando la puerta.—¡Adelante! —Arden alza un poco la voz.Él siempre dejaba la puerta abierta, pero siempre la cerraba cuando se ponía a hablar por teléfono con Dione o como ahora que está su novia en su oficina, quería evitar que escucharán su conversación, pues es asunto de él.—Hola guapo. —Entra Eva ignorando la presencia de Dione.—Eva… —regaña Arden.—¿Qué? A ti te gustan que te hagan piropos, ¿acaso eso debe cambiar entre nosotros solo porque está ella aquí? —Por supuesto que me encantan los piropos. —Eva sonríe—. Pero solo si
—Será familiar, también necesito que mis hijos estén unidos, sabes que Arden ni se habla con sus hermanos. —Aprieta sus labios.—Entiendo, igual yo no tengo nada que ver ahí. —Tuerce sus labios sin comprender.—Si tienes mucho que ver, sé que lograrás que Arden se acerqué más a nosotros como su familia y te lo agradeceré mucho, no es fácil, pero poco a poco. —Le sonríe.—Está bien. —Le devuelve la sonrisa—. Por cierto, ¿dónde está? —Se extraña Dione.—Lo mandé a que asistiera a una reunión por mi, me iré por unos días y simplemente quiero que se vayan acostumbrando que él estará en mi honor —responde Jacob levantándose.—¿Quiere decir que se tardará mucho? —Ladea su cabeza con curiosidad.—Así es y me pidió que te llevará a su apartamento, a menos que quieras ir a casa conmigo y cenar con la familia —propone Jacob.—Me encantaría, así conozco a esos pequeños y los analizo, pero quisiera desempacar primero —se limita a decir y Jacob lo entiende.
—Todo comienza aquí. Arden selecciona la foto y le da la espalda a la pantalla para ver las reacciones de asombro de todos, tenía bastante confianza en sí mismo, se había preparado para esto por mucho tiempo, antes había hecho reuniones como esta, pero no para socios importantes representando a su padre. —¿Unas bubis nos hará crecer como empresa? Porque si es así, vendo las de mi esposa —bromea el señor Fiege. Arden se voltea confundido y ve los pechos de su novia en la pantalla, solo se veía desde la boca mordiéndose el labio hasta sus senos descubiertos, se veían muy grandes y para tapar los pezones, estaba la frase que Arde había dicho, “Para tu suerte”. Primero la llamada y ahora esto, hoy no era el día de Arden, estaba muy avergonzado, si fuera otro momento le calentaría, pero está en una reunión muy importa
—No, pero desearía. —Aprieta sus labios y luego se voltea para dirigirse a la sala.—Yo desearía tener un novia que me reciba como tú —la hace reír—, tienes la energía de una mascota cuando llega su dueño, sin ofender.—No me ofendo, de hecho, si suelo ser la mascota de mi novio, pero en la cama, si sabes a lo que me refiero.Le guiña el ojo y lo hace reír, Matthijs nota algo y se tapa los ojos.—¡Dios mío! —¿Qué sucede? —dice asustada.—Señorita, estás desnuda. Dione se mira y se avergüenza, corre a la habitación y busca un short de su novio, ella no pensaba que otra persona iba a entrar al apartamento de Arden, así que no era su culpa, más bien era la de Arden por darle la llave a alguien y no avisarle de que alguien más vivía con él.—Listo, de verdad lo siento. —Se siente muy apenada.—Discúlpame tú a mí, la verdad es que entré porque venía a entregar la llave a Arden —explica sacándola de su bolsillo sin destaparse los ojos.—
—Mmm, Arden —expresa muy feliz al despertarse—. Sabes que no me gusta que me beses sin que yo me cepille o viceversa.—Solo quiero darte suerte en tu día y que te vaya súper bien. Espera a que ella se siente y le coloca la bandeja en sus piernas.—No creo que besarme con mal aliento me de buena suerte —comenta por lo bajo y él ha escuchado.—Está bien, solo me importa que tú estés cómoda. —Besa su frente y luego se voltea para dirigirse al closet.—¿Ya comiste? Alza la voz mientras ve el delicioso platillo que le preparó, sin embargo, lo deja de lado porque primero se cepillaría antes de comer.—Si hermosa, quería comer contigo, pero estabas tan linda que dejé que descansarás un poco más, necesitarás energía para cuidar a esos pequeños —dice desde el closet.—Está bien, gracias… ¿Qué harás en el almuerzo? ¿Podemos comer juntos, no? Hace una pausa para poder hablar mientras se cepilla.—Mi horario es el mismo de siempre, pero no se
—¿Es en serio? Porque una vez te los dejé a cargo y Ollie era el DJ de una fiesta por el cual ni di autorización —responde Melissa con ironía recordándole aquel día muy disgustada.—Jamás creí que presionar botones al azar generaría un sonido bastante movido, ese pequeño tiene talento. Kay se sentía en parte orgulloso porque literalmente el bebé había animado la fiesta.—Y nada más por eso Dione estará con ustedes, ella es muy buena, es graduada en psicología y eso es excelente —halaga Melissa y la mira—. La rebeldía en todas sus etapas me ha pegado como no tienes idea —exclama cansada.—No se preocupe —dice Dione con una sonrisa.—Aguafiestas… —murmura Kay.Melissa le hace un mal gesto y luego besa la frente de cada hijo.—Mamá, si te vas a quedar una semana, ¿por qué estás vestida así? —indaga Maya de mal humor.—Porque tengo una reunión —explica Melissa.—Pero dijiste que no la dejarías a cargo de nosotros hasta mostrarle como es todo —se queja Maya.—Solo será por hoy,
Kay le coquetea a Dione y luego sale de la casa con sus hermanas para tomar el bus. —¡Lo mato! —dice Arden con la sangre casi hervida. —¿En serio? ¿Te pondrás a su altura? Es un adolescente Arden, no actúes como él. —Dione resopla su nariz algo molesta. Sabía que algunas veces Arden actuaba como un pequeño, pero ha empeorado su madurez y no sabe a qué se debía todo eso. —Tienes razón, solo quiere provocarme sin razón, ¿no entiendo por qué me odia tanto? —bufa Arden. —Porque no podemos querer a alguien que no nos quiere, ni siquiera solo porque seas nuestro hermano, no hay un recuerdo al que aferrarnos para crear ese amor, y cuando te vemos es porque necesitas algo de papá, solo interactuas con él —dice Logan muy inocente y Arden se retracta de haberse hecho esa pregunta. —Lo siento. —Se avergüenza ya que él tenía otro sentido de ver su situación— ¿Me permites llevarte al colegio campeón? —Se agacha a su altura y le sonríe tratando de remendar todo. —Me gustaría que Dione me lle
—Espero que tengas un lindo día amor, te vengo a buscar a la hora del almuerzo, ¿va? —dice Arden estacionándose en casa de Melissa.—Gracias amor, pero recuerda que hay posibilidades de que Melissa no venga. Se baja del auto, para luego abrir la puerta trasera y sacar a Ollie.—Pero tu y yo tenemos una cita en el almuerzo —dice Arden volteándose a verla.Dione se impresiona y cierra la puerta, Arden sale del auto y la ayuda.—¿Cita? Seguramente era una sorpresa porque ni yo sabía —bromea y Arden la persigue hasta la puerta.—¿Bromeas? Siempre nos llamábamos para comer juntos y tengo pensado seguir con eso, además sabes que me gusta hacer citas espontáneas de vez en cuando. —Se encoge de hombros.—Bueno Arden, pero si estoy disponible, aceptaré la cita, ¿Si? —pregunta a ver si estaba de acuerdo.—Tienes razón amor. —Sonríe y besa su mejilla.Arden ha sido positivo, tal vez hoy no pueda, pero mañana si,