—Amor, pero esos viajes duran como dos semanas y no creo que faltes unas dos semanas a tu trabajo. —Dione hace una mueca.
—Nena, es una sorpresa, ya está todo planeado, todo va a estar bien, ¿okey? —Él la voltea a mirar para que confíe.Él le había pedido a su padre tiempo con ella, a cambio de trabajar durante el viaje, tampoco iba a consentir a su hijo. La sorpresa era ir a una agencia y comprar los boletos, podrían hacerlo por internet, pero ya estaban cerca.***—Ok, los boletos están comprados —Dione trata de organizarse—, entonces empacaré para nuestro viaje aparte —sigue acomodando las cajas.—Sí princesa, enviaremos todas las cajas a Inglaterra y las va a recibir Eva en mi apartamento.Él estaba sentado en la cama tecleando unas cosas en la computadora, su padre le había pedido algo rápido y simplemente lo estaba atendiendo, Dione ni se molesto, lo entiende, además, luego seguiría ayudándola.—¿Eva? —Ella lo ve divertida.—Una compañeArden estuvo llamando a la agencia del crucero para cancelar los boletos, pero lamentablemente no había reembolso, así que solo tenía dos opciones, pautar para otra fecha o vender los boletos.Él optó por vender los boletos, ya que no tenía otra fecha estimada para viajar, ni siquiera sabía cuándo debía hacerlo, pero mientras aún no vendía los boletos, cambió las fechas para agosto, cualquiera estaría de vacaciones para esas fechas y esperaba que él fuera el primero.Trabajar con su padre le ha perjudicado un poco, pero no se rendiría, buscaba su aprobación de alguna manera desde que dejo a su madre, Morgan.Dione estaba viendo el lado positivo, ya iba a comenzar a trabajar y se estaba preparando mentalmente, solo espera tener éxito hasta que encuentre otro trabajo. También estaba ansiosa por conocer los hermanos de Jacob, bueno, Arden, pero a veces a Dione le encantaba decirle Jacob, solo le dice Arden para no confundirlo con su padre.El viaje fue tranquilo, el señor encargado
—Solo tiene tres años, no me va a entender —le dice como si fuera absurdo.—Hay que enseñarlo a qué entienda, porque cuando sea grande, será difícil amoldar esos comportamientos, inténtalo y verás que funcionará. —Convence al pequeño.—De acuerdo, lo intentaré —y se va.—¡Wouh! Gracias, cada vez que intento que se calme nunca lo logro —dice Melissa sorprendiéndola.—Hola. —Se voltea y se acerca—. Es un placer. —Ofrece su mano.—Si me ayudas a controlar a mis hijos y que compartan entre ellos, créeme que el placer será mío. —Se ríe al estrechar su mano.—Si en su núcleo familiar hay muchas discusiones, los pequeños adoptarán esas conductas, por eso normalmente los pequeños gritan o pelean con sus hermanos, porque ya lo ven en los padres o en personas cercanas —le aclara Dione basándose en sus estudios con los pequeños.—Bueno, lidiar con Jacob no es nada fácil y a veces no encuentro la manera para que nuestros hijos no nos escuchen, es muy fácil dec
La examina con la mirada, sabía que quería que estuvieran juntos en la cama abrazados y usaba el sexo para convencerlo, aunque no hacia falta, él también quería solo estar acostado con su chica, pero debía cumplirle a su padre, pues por esa razón regresaron antes.—De hecho, me agrada mucho esa idea, pero tengo que ir a trabajar y si sigues, no voy a querer ir.El semáforo marca luz verde, Arden nota la luz cambiante con un reflejo, vuelve la vista al frente y arranca.—Puedes detenerme si eso quieres. —dice con malicia.Ha logrado parárselo y con ayuda de su otra mano libera el falo del pantalón para masturbarlo.—Los dos sabemos que eso no es lo que quiero —gruñe.—Llévame a tu oficina y podremos solucionar esto. —Se inclina y lame la punta.—Nena, estoy manejando. —Respira profundamente.—Y yo también amor, manejo mi lengua para no desviarme del camino de tu placer. —Lo mete a su boca.—Joder Dione, está bien, te voy a llevar. —Se rind
—¡Bien! Pero te advierto que me gusta duro y no estaré conforme con tu dedo —bromea él.—Prometo follarte tan bien que no te irás con un hombre —responde riéndose y también lo hace reír.—Somos la pareja con temas de conversaciones más raros que he visto. —Niega con su cabeza riendo y luego besa la frente de Dione con ternura.—No amor, créeme que hay peores. —Sigue riéndose hasta que alguien los interrumpe tocando la puerta.—¡Adelante! —Arden alza un poco la voz.Él siempre dejaba la puerta abierta, pero siempre la cerraba cuando se ponía a hablar por teléfono con Dione o como ahora que está su novia en su oficina, quería evitar que escucharán su conversación, pues es asunto de él.—Hola guapo. —Entra Eva ignorando la presencia de Dione.—Eva… —regaña Arden.—¿Qué? A ti te gustan que te hagan piropos, ¿acaso eso debe cambiar entre nosotros solo porque está ella aquí? —Por supuesto que me encantan los piropos. —Eva sonríe—. Pero solo si
—Será familiar, también necesito que mis hijos estén unidos, sabes que Arden ni se habla con sus hermanos. —Aprieta sus labios.—Entiendo, igual yo no tengo nada que ver ahí. —Tuerce sus labios sin comprender.—Si tienes mucho que ver, sé que lograrás que Arden se acerqué más a nosotros como su familia y te lo agradeceré mucho, no es fácil, pero poco a poco. —Le sonríe.—Está bien. —Le devuelve la sonrisa—. Por cierto, ¿dónde está? —Se extraña Dione.—Lo mandé a que asistiera a una reunión por mi, me iré por unos días y simplemente quiero que se vayan acostumbrando que él estará en mi honor —responde Jacob levantándose.—¿Quiere decir que se tardará mucho? —Ladea su cabeza con curiosidad.—Así es y me pidió que te llevará a su apartamento, a menos que quieras ir a casa conmigo y cenar con la familia —propone Jacob.—Me encantaría, así conozco a esos pequeños y los analizo, pero quisiera desempacar primero —se limita a decir y Jacob lo entiende.
—Todo comienza aquí. Arden selecciona la foto y le da la espalda a la pantalla para ver las reacciones de asombro de todos, tenía bastante confianza en sí mismo, se había preparado para esto por mucho tiempo, antes había hecho reuniones como esta, pero no para socios importantes representando a su padre. —¿Unas bubis nos hará crecer como empresa? Porque si es así, vendo las de mi esposa —bromea el señor Fiege. Arden se voltea confundido y ve los pechos de su novia en la pantalla, solo se veía desde la boca mordiéndose el labio hasta sus senos descubiertos, se veían muy grandes y para tapar los pezones, estaba la frase que Arde había dicho, “Para tu suerte”. Primero la llamada y ahora esto, hoy no era el día de Arden, estaba muy avergonzado, si fuera otro momento le calentaría, pero está en una reunión muy importa
—No, pero desearía. —Aprieta sus labios y luego se voltea para dirigirse a la sala.—Yo desearía tener un novia que me reciba como tú —la hace reír—, tienes la energía de una mascota cuando llega su dueño, sin ofender.—No me ofendo, de hecho, si suelo ser la mascota de mi novio, pero en la cama, si sabes a lo que me refiero.Le guiña el ojo y lo hace reír, Matthijs nota algo y se tapa los ojos.—¡Dios mío! —¿Qué sucede? —dice asustada.—Señorita, estás desnuda. Dione se mira y se avergüenza, corre a la habitación y busca un short de su novio, ella no pensaba que otra persona iba a entrar al apartamento de Arden, así que no era su culpa, más bien era la de Arden por darle la llave a alguien y no avisarle de que alguien más vivía con él.—Listo, de verdad lo siento. —Se siente muy apenada.—Discúlpame tú a mí, la verdad es que entré porque venía a entregar la llave a Arden —explica sacándola de su bolsillo sin destaparse los ojos.—
—Mmm, Arden —expresa muy feliz al despertarse—. Sabes que no me gusta que me beses sin que yo me cepille o viceversa.—Solo quiero darte suerte en tu día y que te vaya súper bien. Espera a que ella se siente y le coloca la bandeja en sus piernas.—No creo que besarme con mal aliento me de buena suerte —comenta por lo bajo y él ha escuchado.—Está bien, solo me importa que tú estés cómoda. —Besa su frente y luego se voltea para dirigirse al closet.—¿Ya comiste? Alza la voz mientras ve el delicioso platillo que le preparó, sin embargo, lo deja de lado porque primero se cepillaría antes de comer.—Si hermosa, quería comer contigo, pero estabas tan linda que dejé que descansarás un poco más, necesitarás energía para cuidar a esos pequeños —dice desde el closet.—Está bien, gracias… ¿Qué harás en el almuerzo? ¿Podemos comer juntos, no? Hace una pausa para poder hablar mientras se cepilla.—Mi horario es el mismo de siempre, pero no se