Freya Cranston Ya casi sale el sol y no logre dormir nada en toda la noche.Lo que paso entre Ryan y yo, quiero atribuirselo al hecho de que esta sensible y preocupada, pero no puedo negar que desde la vez que lo dejé amarrada, secretamente había fantaseado con que las cosas entre los dos subieran de nivel.Y debo decir que no sólo subimos, si no que traspasamos cualquier límite. No quiero encasillar lo de anoche como el mejor sexo que he tenido, porque he tenido muchas experiencias buenas, pero lo de ayer fue memorable sin duda y pasará mucho tiempo para que pueda olvidarlo.Ryan es un puto dios del sexo, en eso no me equivoque. Salgo de la cama y busco mi teléfono, luego recuerdo que lo dejé en la sala y maldigo en voz baja. Miro por mi ventana que no tiene una vista privilegiada y el cielo ya comienza a clarear con bonitos colores. Ya es jueves y tengo tutoria de mi tesis y mi horario hoy comienza a partir de las once, así que me queda tiempo de sobra. Llevo el cabello revuelto
Freya Cranston Solo una semana pasó para que tomará mi decisión. La tranquilidad había regresado a mi vida y tal como Ryan me lo dijo, puso todas mis deudas al día y no solo eso, también dejo lo que resta de mi último semestre de universidad solvente.Ni en mil años yo habría podido hacer algo así. Es cierto que lo que hizo no me lo esperaba, pero tampoco romantizo su acción; solo se trató de una jugada arriesgada y muy inteligente de su parte.O tal vez solo lo hizo porque yo le intereso.Llevaba días sin saber nada de él y ya me parecía que su promesa de no presionarme iba muy en serio. Después de lo que sucedió en mi cocina, debo admitir que no he parado de pensar en él, en sus ojos grises inyectados de deseo y picardía. Ha sido una tortura intentar recordar la suavidad de sus manos porque al tocarme yo, no se siente igual.Es como si el sexo hubiera perdido su encanto sin él. Recuerdo que la primera vez que lo vi mientras tenía sexo en plena boda de Blair, le pedí a los entes
Freya Cranston — ¿Ella estará bien? —Cuestiona, Ryan tras de mi; lo miro de reojo y asiento—. ¿Y si vomita a media noche y se ahoga?Le doy un último vistazo a Kenzie que esta dormida como piedra sobre la cama que era de Cara; ella está boca abajo y con la cabeza inclinada para evitar cualquier imprevisto.—No creo que eso pase. Los arbustos en casa de Gina son testigos de sus asquerosos fluidos —me balanceo sobre mis pies y Ryan se hace a un lado.Sigo ebria y aunque del susto que me lleve se me paso un poco, siento que en cualquier momento vomitare todo lo que bebí esta noche. —Tú no pareces estar mejor que ella —dice al verme tambalear y cuando intento caminar, las piernas me fallan y el me coje en brazos—. ¿Quieres que te lleve a la cama o la ducha?Pego mi cabeza a su pecho y su delicioso aroma me embriaga más de lo que ya estoy. —Me gustaría tomar un café mientras lo decido —su suave risa hace produce vibraciones en su pecho y tengo que cerrar los ojos cuando empieza a caminar
Ryan Neeson Hasta ahora, no sé quién está más sorprendido con este encuentro; si mis padres al conocer a Freya, si Freya al conocer a mis padres o yo al ver a como se ha vestido Freya.—Pero si eres una cosita demasiado bonita. ¡Mira ese color de pelo tan atrevido! ¡Que ojazos mas lindos y expresivos tienes! —adula mi madre sin quitarle las manos de encima a una sonriente Freya—. ¿Cómo pudiste fijarte en alguien tan feo como mi hijo?Ruedo los ojos y veo que mi padre ríe por lo bajo desde su silla, al igual que Freya. Estamos sentados en uno de los tantos jardines de la villa, luego de haber tomado un almuerzo que tenía más pinta de banquete.—Mamá ya no empieces —me quejo y recupero a mi falsa prometida de las garras de Keith—. Soy un hombre encantador y mi chica no pudo resistirse. Freya ríe de una forma tan superficial que me pone los pelos de punta; me mira de soslayo y tuerce una sonrisa que se supone es de una mujer enamorada, pero a mi me parece macabra. —Claro que si, cariñ
Freya Cranston Tengo los nervios de punta desde que la madre de Ryan nos aviso sobre Blair estando en labor de parto. Han sido las cuatro horas más tortuosas que he pasado en mucho tiempo y doy gracias al cielo de que Ryan tuviera un avión propio, listo para llevarnos hasta el fin del mundo si fuese necesario. Lo cuál es nuevo y desconcertante. Él luce un poco más sereno que yo, pero no ha dejado de mirar la copa de whisky que se sirvió antes de despegar y a la cual aún no le ha dado ni el primer trago. No me ha dicho ni una sola palabra desde que salimos, cosa que es extraña, pero prefiero mantener la distancia y respetar su silencio; yo también necesito asimilar todo lo que esta pasando.Son alrededor de las diez de la noche cuando al fin aterrizamos en la capital del pais y apenas bajamos el andén del avión, una camioneta con chófer inclido espera por nosotros para llevarnos directamente al hospital donde está mi mejor amiga. El camino en auto no es muy diferente al anterior; R
Ryan Neeson Afortunadamente las cosas con Blair mejoraron rápido; tal como aseguro Freya, su amiga resultó ser una guerrera que en menos de una semana ya estaba de vuelta en casa con su pequeña y hermosa hija a la que nombraron Faith Y aunque la niña aún necesitaba cuidados especiales y como alguna vez pasó con Owen, los abuelos Lennox se encargaron de que su nueva nieta recibiera la mejor atención en casa, bajo la protección de su familia. Freya no ha querido despegarse ni un solo día de su amiga y lo entiendo, Blair es toda la familia que mi bichito ha conocido y poder perderla una vez más debió ser muy angustiante para ella. No hemos tenido tiempo de hablar esta semana con todo lo que ha pasado, pero sé que le preocupa que Ezra este sospechando algo. Por nada del mundo quiere que Blair se entere de lo que hay entre nosotros, porque es obvio que existe algo más allá de nuestro acuerdo. Yo en serio quiero guardar el secreto por ella, pero es difícil cuando se tiene un mejor amigo
Freya Cranston No tengo idea de cuanto tiempo he dormido, pero siento que ha sido muy poco, teniendo en cuenta lo mucho que me costó perder conciencia luego de esperar como una tonta a que Ryan viniera a verme como le pedí.Es por eso que me cuesta demasiado abrir los ojos y entender que alguien está tocando el timbre de mi casa.— ¡Joder! ¿Es que acaso no quieren a su madre? Mal humorada y con los ojos aún pesados por el sueño, abro la puerta sin mirar antes y casi me da un infarto cuando unas manos me toman de la cintura y me alzan en volandas; solo soy consciente de lo que pasa cuando escucho un portazo. — ¡¿Pero qué coño?! —Me froto los ojos y no hace falta que averigüe de quien se trata, su perfume ya me resulta demasiado familiar—. ¿Qué mierda pasa contigo, Ryan? ¿Cómo te atreves a venir a estas horas?Abro al fin los ojos y me topo con una sonrisa traviesa que me derrite por dentro.—Lei muy tarde tú mensaje bichito, pero aquí estoy para lo que quieras de mí —me lleva hasta
Ryan Neeson Estoy confundido, no sé qué sucede conmigo; tal vez me he vuelto idiota o imbécil, pero después de hablar con Ezra y que me abordará sin rodeos sobre mis sentimientos por Freya, hizo tambalear muchas cosas dentro de mí. Es como si me hubiera vuelto más consciente de cómo me siento cuando estoy cerca de ella, de lo rápido que me palpita el corazón cuando me mira o de como hormiguea mi piel cada vez que la toco. Sin proponerselo, Freya ha trastocado fibras en mí que nunca nadie había alcanzado y me quedo muy claro después que Carol intento que la llevara a la cama y mi cuerpo no respondiera. Pensarla se ha vuelto mí viagra, un aliciente que me calienta la sangre en minutos; estar en su interior y ser arropado por su sexo es un privilegio, pero al mismo tiempo una deliciosa y adictiva tortura. Me he dado cuenta en los últimos días que cuando no está conmigo, siempre la pienso y la extraño. Me he descubierto añorando estar a su lado, oyendo sus groserias, haciéndola enojar