Aiko no pudo dormir en toda la noche pensando en lo que estaba por hacer, se sentía profundamente aterrada, tenía miedo de seguir los consejos de Sasha, en un inicio ella había obedecido a todo lo que le habían ordenado, había sido obediente y algunos de los consejos los había comenzado a entender, pero lo que le estaba pidiendo que hiciera parecía ser muy radical, no era lo que ella había pensado o planificado para su vida, deseaba que hubiese otras formas de aprendizaje y no uno tan radical como la que Sasha le estaba proponiendo. En el pasado cercano, ella había accedido a mirar los videos y escoger los estimuladores que Sasha le había propuesto, en el momento indicado Aiko había experimentado la auto complacencia, pero acudir a un lugar para escoger a la persona con la que quiere tener su primera vez le parecía demasiado osado. Tenía miedo, estaba nerviosa, deseaba que una enfermedad repentinamente apareciera en su cuerpo y le ayudará a postergar ese fin de semana, se levantó de
Sasha le informó a Aiko qué ese día descansarían en el área del spa, pues su abuela había consentido la idea, de regalarle a la joven un tratamiento relajante, lo merecía por el trabajo que había realizado estos meses, y además, eso la ayudaría a estar más tranquila y confiada en la tarea que se le había encomendado. Juntas caminaron al área que contenía los elevadores, cuatro en total, dos para los pisos con números pares y dos para los pisos con números impares, el área era cuadrada, parecía tener privacidad, ellas entraron por una quinta puerta con la ayuda de una tarjeta magnética que Sasha llevaba consigo. Aiko se sorprendió al darse cuenta de la cantidad de elevadores que había en esta otra sección, un pasillo lleno de muchas puertas a ambos lados, que iban directamente a habitaciones específicas y solo podía ser usada por la persona que portara su llave, no tenían por qué compartir el elevador con nadie, imaginó que el servicio sería muy costoso, al darse cuenta de la importa
Nuevamente Aiko escuchó aquella voz de inteligencia artificial, le explicaba los beneficios de los tratamientos de spa obtenidos para su piel y su salud, ella caminó por el lugar buscando de donde provenía la voz, miró en algunas esquinas superiores de las paredes, pequeños parlantes blancos, pero no sabía de dónde provenía el sonido, miró con detalle todo el lugar, pero no encontró cámaras que pudieran estarla grabando, aunque le parecía que alguien la observaba y le hablaba en el momento preciso. Caminó hacia la habitación principal y vio encima de la cama un sobre de carta, en ese momento recordó que Sasha le había dicho que encontraría instrucciones. Abrió el sobre, dentro contenía una hoja con letras doradas. “Bienvenida al Spa Renacer señorita Jade. Para nosotros es un placer servirle. En este lugar su comodidad y seguridad está garantizada, cuenta con nuestra total discreción. Le explicaremos brevemente las características del trato que recibirá por nuestro personal: P
Aiko comenzó al leer el contenido de la Tablet, aunque pensó que la información sería superficial y tal vez vulgar como los vídeos que Sasha la había obligado a ver decidió darle una oportunidad al contenido y logró sorprenderse con lo que consiguió. Estaba redactado formalmente, en tercera persona, cada aspecto que el libro explicaba era expresado detalladamente con lenguaje científico, de forma profesional y respetuosa, aclaraba los puntos positivos y negativos de cada práctica y las dudas frecuentes que las personas inexpertas solían tener. Aunque inicialmente no lo hubiese creído Aiko disfrutó plenamente la lectura del material ofrecido, era una excelente guía para ella, le hacía ver la importancia de la expresión sexual con ella misma y con la persona de su preferencia sin ningún tipo de tabú, sin juzgar ninguna práctica y ofrecía diferentes alternativas para tener el placer garantizado, incluso expresaba la forma correcta de realizar las posiciones para evitar alguna dolencia c
Aiko comenzó a relajarse poco a poco, no sabía ¿por qué?, ni ¿cómo?, pero estar acompañada de ese hombre la hacía sentir tranquila y segura. Él le preguntó acerca de sus pensamientos románticos, queriendo indagar la forma en la que espera ser enamorada, ella sintió confianza para hablar después del dulce beso que el hombre le había regalado, además la había abrazado y en ese abrazo, ella aspiró su aroma, también se sintió reconfortada, aunque todo lo que estaba viviendo era un montaje y no la realidad, parecía maravilloso y había decidido disfrutarlo. Recostaron sus cuerpos en el mueble, Gold estaba hacia la esquina con su cuerpo inclinado, abrazándola y ella, Aiko recostada en el cuerpo del hombre, con su espalda en el pecho de él, mirando un punto fijo en la pared, el brazo izquierdo de Gold la abrazaba y su mano descansaba en el abdomen de ella, Aiko podía sentir los latidos de su corazón, también su respiración y aspiraba su aroma masculino, eso le proporcionaba calma. Pocas vece
Aiko despertó en los brazos de Gold, la calidez de él la hacía sentir confortable, abrió los ojos con dificultad, la claridad inundaba la habitación, no recordaba haber dejado las cortinas abiertas, pero tenía que reconocer que el ambiente se sentía agradable, el olor del hombre inundaba sus fosas nasales, por alguna razón con Gold recordaba a Karim, pensaba que esta experiencia planificada por su abuela podía ser peligrosa, >, le parecía que esto sería un juego peligroso y debía ser muy consciente de lo que hacía pues podía salir lastimada. Con delicadeza quitó el brazo del hombre, que la rodeaba, salió lentamente de la cama, agarró la bata de baño, la colocó en su cuerpo, se calzó con pantuflas y caminó hacia el cuarto de baño, se miró al espejo, se dio cuenta que aún llevaba puesta la máscara, recordó cuál era la forma correcta de quitarla, busco una
Gold se sentía cada vez más interesado en la mujer, sabía que no estaba siendo nada ético y no le importaba, pues nadie tenía la capacidad de oír sus pensamientos, solo tenía que ejecutar bien su trabajo y permanecer dispuesto para cuándo lo requiriera nuevamente su contratista, él estaba siendo estratégico, ninguna mujer inexperta podría resistirse a un hombre como él en las circunstancias en las que ellos se encontraban, encerrados, juntos en una habitación, con todo preparado y dispuesto para el romance y el erotismo, además él no era un extraño para ella, ni ella una extraña para él, ya se habían conocido, se habían gustado, y habían jugado a la seducción el uno con el otro, pero ahora era mejor, era más íntimo y cercano, permanecieron toda la noche abrazados, ya la desnudez del uno con el otro no era un secreto, sabía que podía disfrutar de la dulce flor, pero no quería hacerlo aún, necesitaba que ella sintiera que había sido su decisión, su elección, en el momento en que ella as
Después de almorzar juntos, Sergio intento hablar con su jefe dejando de un lado los prejuicios que había comenzado a tener por culpa de Rebeca, Karim fue igual de atento con él como siempre, seguían siendo amigos, más que jefe y empleado. Karim solía mantener cierta distancia con Sergio, pero era al único que consideraba su amigo y Sergio sabía que con él, su jefe era diferente. Karim le comentó brevemente acerca de su negocio en Chicago, no porque no confiara en Sergio, sino porque todo lo referente a su venganza lo tenía en secreto, le parecía que era mejor así, Sergio aprovecho la ocasión para preguntarle por Rebeca, pues no entendía por qué Karim había pedido por ella para llevársela a Chicago, cuando pocas veces le prestaba atención en el club, realmente Sergio la extrañaba y quería tenerla de nuevo en su cama. Rebeca a veces le hacía creer que Karim parecía tener intenciones con ella, y eso le molestaba, el jefe podía tener a la mujer que quisiera incluso a su hermosa socia,