--- ¿Sabes que puedo caminar? --- Me ignoró. --- Espero que no estés viendo mi culo que para eso ya tienes a la morena con quién te acuestas. --- Dije furiosa al no recibir respuestas. Me sentó sobre el sofá y no crucé miradas con él. Estaba con los brazos cruzados, me negaba a verlo ya que si lo hacía flaquearía y caería ante sus encantos. --- ¿Que quieres? --- Espeté con furia. Suspiró con dramatismo antes de acuclillarse frente a mí.--- Perdón. --- Pronunció con suavidad. --- ¿Disculpa? No te escuché. --- Lo miré con la cabeza en alto, me sorprendió ver su semblante arrepentido. --- Perdón por lo que te hice. --- Sus brazos fueron a los lados de mi cuerpo. Suspiré.--- A ver si entendí. --- Ironicé.--- ¿Me estas pidiendo perdón por ser un cabrón, un idiota, un cavernícola y por sobretodo haberme corrido de tu casa, dos veces? --- Mi voz casi desaparece con lo último. --- Sí, Zoe, me disculpo por todo eso. --- Todavía no he terminado. --- Dije desafiante. --- Sé que soy má
La mesa estaba ya servida cuando llegamos.--- ¡Al fin! Ya tenía mucha hambre.--- Exclamé sobando mi estómago.--- ¡Cuando no! --- Se mofó Zach. Estaba mucho más relajado ahora que antes. Lo fulminé con la mirada mientras tomábamos asiento. Valerie era la única que estuvo animada en toda la cena, hacía preguntas a Emily y a Seth tal vez para sacar plática pero Seth se limitaba en responder, era tajante pero de una forma sutil que mi amiga no lo pudo percibir.Al final de la cena, nos dispusimos a ver una película. Valerie y Zach se sentaron en el suelo frente a nosotros, iba en medio de Emily y Seth en el sofá. Seth estuvo tenso en todo momento, entendía que tal vez esto no era su costumbre pero no mencionó nada, más sin embargo mantuvo mi mano derecha entre las suyas en todo el tiempo. De vez en cuando, miraba de reojo a Emily, quién se torturaba mirando a los tórtolos de enfrente, me sentí pésima por ella porque sabía a ciencia cierta que Zach podía hacerte sentir única y especial,
Cuando desperté esa mañana, Seth ya no se encontraba en la casa. Casi toda la noche me había quedado despierta analizando los últimos tres días; Seth me había tratado de diferentes formas, y ninguna de esas formas logró que mínimamente dejara de pensar en él. Sí, era una masoquista o de plano necesitaba un psiquiatra. Para ocupar mi mente, salí a correr. No era habitual en mí correr por las mañanas pero la ocasión ameritaba. Luego de dos vueltas enteras de las diez cuadras, me quedé en la plaza a tomar agua, el banco era tan confortable que mis pies agradecieron. Me sobresalto cuando alguien se sienta a mi lado, demasiado cerca.--- ¡Joder Zaid! Me diste un susto de muerte. --- Lo codee tratando de tranquilizar mi respiración.--- No es culpa mía que andes muy despistada niña. Van dos vueltas en la que no te has percatado de mi presencia. --- Sonrió mostrando todos sus dientes. --- ¡Vaya! No puedo creerlo. --- Comenté. --- Lo siento, estaba pensando. Enarcó las cejas. --- ¿Seth?Su
Apreté los labios y quité mis manos de las suyas. --- ¿Por qué Seth? ¿Acaso eres Edward Cullen? ¿¡Por qué tengo que alejarme de ti!? --- Solté indignada. Siempre era lo mismo con él, un día podía acercarme sin problemas y al siguiente hacía todo para que me alejara de él. --- No, no lo soy. --- Cerró los ojos con fuerza. --- Pero soy peligroso, no soy como tú crees.--- ¿Peligroso? ¡Que rayos significa eso! --- Me acerqué a él. --- Sé que no me harías daño. --- Su rostro se tornó en duda. --- No a propósito... --- Puedo hacer más que eso Zoe y y.yo--- Negó dándome la espalda. --- Debes alejarte, en serio.--- Pues no lo haré Seth, no puedo hacerlo. --- Acaricié su espalda, estaba con la respiración agitada. --- ¿Por qué no puedes entender una simple cosa? ¿¡Qué debo hacer para que te alejes de mí?! --- Golpeó el saco de boceo sin los guantes, sabía que si lo hacía de esa manera destruiría sus nudillos.--- ¡Seth detente! Por favor... --- Rodeé su espalda. Sí, estaba loca de atar p
Mantuve los ojos cerrados, sentía todo mi cuerpo adolorido, no sé cómo se sentirá que un grupo de elefantes te pasaran encima pero estoy seguro que sería igual a este dolor. Abrí los ojos con pesar, la luz del foco me ciega y las volví a cerrar. Maldita, me las va a pagar en cuanto esté bien.--- Nena, estate quieta. --- Una voz familiar se escucha muy de cerca. Miré a un costado encontrándome con Zach, por un momento creí que era Seth. --- ¿C.cuánto tiempo llevo aquí? --- Pregunté. Zach me mira con lástima. --- Como unas dos horas, te dieron un buen golpe que tuviera que sedarte por el dolor. --- Me explicó. --- La zorra va a pagarlo, lo juro. --- Espeté furiosa. --- Zoe, ¿Por qué te peleaste? Tú odias los golpes. --- Recriminó. --- Lo sé, por lo mismo es que estoy aquí. ¿Podemos irnos a mi casa? --- Pregunté. La camilla de la enfermería del instituto no era tan cómoda. --- ¿Podemos irnos? --- Le preguntó Zach a un joven enfermero que se encontraba cerca de nosotros. Hasta ese
Me quedé dormida luego de haber pensado mucho tiempo. No tenía intenciones de salir, mucho menos de hablar con alguién en lo que queda de la semana. Alguién encendió las luces de mi habitación por lo que me cubrí con las sábanas todo el cuerpo. Quería seguir con mi deprimente vida y la persona que usurpó mi habitación no me lo permitía. --- ¡Coño déjame dormir todavía un poco más! --- Gruñí moleta. --- Lo siento, pense que estabas despierta. --- Jamás creí que la volvería a ver en mi casa por lo que me quité las sábanas observándola fijamente. --- ¿Emily? ¿Qué haces aquí? --- Pregunté sorprendida. Ella se acuesta a mi lado y sonrío debido a que me agradaba su presencia. --- Bueno, y.yo..., --- Expresa trémula. Fruncí el ceño. --- Em... Suspiró. --- Seth me mandó. --- Confesó de repente sorprendiéndome más. --- No debía de decírtelo pero no puedo con esto. --- ¿Qué? ¿Por qué? --- Quiere saber cómo te encuentras, no me ha dejado de fastidiar para que me venga a verte. Ro
Con un suspiro largo, ingresé a la casa. Contuve la respiración al ver a Seth apoyado por la pared observándome fijamente. Me quedé a metros de él dejando de respirar en cuanto se acercó hasta mi. ¡Juro que no quería cabrearlo!Me mordí el labio inferior y cerré los ojos esperando cualquier cosa. Cuando abrí mis ojos veo que se encuentra a centímetros de mi con la cabeza inclinada examinándome. Su pulgar fue hasta mis labios en donde liberó el inferior de mis dientes. --- ¿Q.que hacemos aqui?--- Pregunté trémula. --- ¿Porque? --- Pregunta con voz profunda. --- Estábamos en una fiesta y ahora me trajiste aquí. ¿Porqué? ---No, ¿Porqué intentas entrar en mi vida? --- Su pregunta me sorprendió. Baje la mirada. --- ¿Porqué no me quieres en tu vida? ---Respondí a la defensiva con otra pregunta. Seth palidece. ---Responde mi pregunta.--- Responde tú la mía. --- Lo desafié con la mirada.Apretó la mandíbula y a paso lento se alejó de mí hasta llegar al sofá. Parecía estar debatiendo
--- Lo escucho y no lo creo. --- Exclamó Zaid un tanto confundido. --- ¿Qué es lo que no puedes creer?Estábamos en el gimnasio esperando a que Seth llegara, era la primera vez que volvía después de que Seth me haya corrido de su casa. --- Seth siendo celoso. --- Confesó. Me encogí de hombros tratando de no darle importancia aunque por dentro estaba que arde. --- ¿Acaso nunca ha tenido novias? ¿Siempre es así de jodido? --- Pregunté con cierta ironía en la voz. Aquella morena tal vez fuera su novia o su dama de compañía pero tenía tanto poder sobre él que no podía comprender porqué. Zaid suspiró pero igual continuó haciendo sus ejercicios. --- Pues mi querida amiga, de eso no podemos hablar. Pero sí, he visto esa faceta suya y para nada es bueno. Créeme. ---Espetó con cierta nostalgia. --- ¿Porqué no pueden decirme nada? ¿Acaso Seth ha comprado el silencio de todos? --- Zoe, mientras menos preguntes, más sabrás. --- Zaid llegó hasta mí colocando más pesas. --- Estoy cansada. -