NARRADOR OMNISCIENTE.
Bruno iba de camino al restaurante cuando se cruzó con el dueño del hotel, Bernhard Larsson. Tenía años sin verlo, pues él fue amigo de su padre.
—Señor Bernhard, es un placer saludarle, soy Bruno Lambert.
—Claro que sí Bruno, te recuerdo cómo estás muchacho —, Bernhard Larsson le dio una palmada en la espalda—, supe que tomaste el mando en Sky Limited.
—Así es, para mañana tengo una reunión acá con empresarios a los cuales pretendo conseguir como clientes.
—Me alegro, sé que tu padre estaría muy orgulloso de ti.
—Pues quien sabe
NARRADOR OMNISCIENTE.Bruno no aguantó, necesitaba saber de ella, conocer sus razones, preguntó con temor de notar que su respuesta fuera una descarada mentira, tenía que escucharla decirlo y luego interpretarlo.—El amor no entiende de edad —, respondió Abigaíl de inmediato, era la respuesta que siempre había tenido, pero precisamente hoy no se sentía segura de eso, después de un minuto y cuando Bruno se sintió decepcionado, era una respuesta vacía y ensayada, pensó que no diría más ella continuó—, mi familia no aprobaba a Rogelio, yo apenas tenía 18 años, pero siempre fui muy madura y Rogelio era tan diferente a los chicos a mi alrededor, él no deseaba jugar, quería formar una familia, pues ya tenía un hijo; sé que Jerem&iacu
Narrador Omnisciente.Bruno la elevó hasta que ella abrazó su cintura con sus piernas, mientras él la devoraba como nunca, con exigencia, pero, aunque deseaba que esto durará muchas horas, frente a él esta vez había una cama, no un escritorio, no había cámaras que tapar, ni cristales que oscurecer, estaban solos y entre sus brazos tenía la hembra más apetecible que había deseado, se acercó a la cama y la puso de pie en ella.—Quítate la ropa sexi Abigaíl, quiero verte a mis anchas, embriágame con tus encantos —, la voz de Bruno era oscura y seductora, él aflojó su corbata y la tiró al piso, soltó su cinturón y Abigaíl de solo verlo se sentía arder, mordió su labio inferior sonriendo, sintiénd
NARRA BRUNO.—Bruno ¿qué demonios te pasa?—dije al reflejo en el espejo —, es un polvo satisfactorio, fin del cuento, —me hablé a mí mismo como si el idiota que se refleja en el espejo no fuera yo, —te la gozas que tienes suficiente tiempo para sacarla de tu sistema y te concentras de una vez por todas en que es tu jodida secretaria que se irá con el estúpido marido cuando lo descubra robándome, así que sal de aquí y te la tiras de todas las maneras que sabes y dejas de pensar idioteces.Luego de mi propia auto terapia creo que estoy mejor, no estoy loco ni tengo por costumbre hablar solo, pero este viaje ha sido muy extraño y es que esta chica despierta deseos en mí, para empezar la deseo a cada instante, quiero llevármela y no devolverla, eso me atormenta porque no son
NARRADOR OMNISCIENTE.Rogelio estaba nervioso, estos tres días los había deseado desde que se enteró de que Abigaíl iba a viajar, los anhelaba y pensaba que se sentiría feliz estando junto a Camila, porque era tantas las ansias de compartir la noche de amanecer en la misma cama, desde antes de divorciarse de Camila lo que más odiaba Rogelio era amanecer solo en una cama, pero debía trabajar, ya que si se esforzaba muchísimo podría tener suficiente para darle a Camila la vida que ansiaba y de esa manera lo querría; sin embargo, amaneció junto a Camila, le hizo el amor con calma ni prisa y lo disfrutó, sin embargo, el pensamiento de que Abigaíl puede estar con otro no dejaba de torturarlo.—Tiene que ser que se dañó su teléfono, no puede haber otra explicación &
Narrador omnisciente.Por su parte, Emiliano estaba pendiente a cada movimiento de Rogelio, incluso lo monitoreaba desde su departamento, ya que con la facilidad de un programa tenía todas las grabaciones al momento de lo que sucedía dentro y fuera del hangar.Cuando el sonido del intercomunicador de su piso sonó arrugó el entrecejo pues no recibía visitas y el único que podía hacerlo y que nunca lo ha visitado es Bruno, también pensó en que la señora que trabaja para él no era, ya que estaba libre.Envolviendo una toalla en su cintura fue a ver de quien se trataba y cuando vio a Arantza dijo hastiado— ¡demonios será que la estoy pagando!—, ella escuchó y en vez de molestarse por el comentario únicamente sonrió.
Narrador Omnisciente.Bruno no sabía qué pensar o creer, pero ver que Abigaíl no se había colocado la sortija infló su pecho, algo muy dentro se le removió y aunque quisiera negarlo estaba muy emocionado. En la mañana cuando se vio a su lado se asustó, por primera vez en dieciocho años no había tenido pesadillas y durmió tan cómodo que no quería levantarse de aquella cama, sentía paz como si todo su mundo fuera perfecto, con Abigaíl entre sus brazos el hueco en su pecho se sentía lleno y eso le aterró porque no podría sentirse completo cuando todo el que lo ha lastimado no ha pagado por hacerlo y esa mujer que es la esposa del secuaz de Camila amenazaba con eliminar esa oscuridad que habita en él y de la cual no se quiere deshacer.La reunión sa
NARRA ABIGAÍL.Estábamos en un bello restaurante italiano, observé a Bruno, quien mantiene su perfecta cara de insufrible déspota, sin embargo, a pesar de eso se muestra atento no puedo dejar de reconocer que es un perfecto caballero, aunque se le note taciturno. No pasó mucho para que el mozo nos trajera la carta y cuando regresa por el pedido, Bruno me hace una seña para que yo pida primero mi orden.“Que diferente a Rogelio en todos los sentidos” no evite pensar recordando la última vez que almorcé al lado de mi esposo quien ordenó por mí. Qué vergüenza sentí al quedarme como una tonta sin saber que quería Bruno de mí al observarme, en el momento que entendí que él no haría el pedido quise patearme a mí misma, pero supongo que el ser human
NARRA BRUNO.Me sentí condenadamente complacido al darme cuenta de que mi teoría de que Abigaíl era una chica manipulada por un imbécil como Rogelio Cisneros es cierta y es que con eso entiendo que lo que se trae conmigo no se trata de una treta para manipularme con sexo y con su actitud de niña buena. Aunque nunca se puede estar cien por ciento seguro, pero nada en esta vida es así.Me molesta la lealtad que profesa hacía Rogelio por la que fue capaz de darle la espalda a su familia, no es algo que comprenda, pero ella es ingenua y cree que lo hizo en nombre del amor, tiene 31 años y no ha entendido que el amor es a menudo una simple estrategia de manipulación y Rogelio sí que supo utilizarla con ella. Hasta que llegue yo…—Abigaíl sentémono