Un apuesto ingles rubio de ojos miel claros, cuerpo atlético y traje elegante se presentaba de imprevisto en la casa de los padres de Adriana, él claramente mostraba demasiada alegría por ver a la hermosa rubia— Terrence, ¿qué haces aquí? pensé que te irías a Asia a llevar allá los negocios de tu familia, me da gusto verteTodo esto pasaba ante la mirada azul de Ramsés, ese hombre estaba claramente interesado en la madre de su hija, y quién lo culpaba si Adriana era muy hermosa y con un corazón bondadoso— Pues ya vez, me quedé un tiempo más, por lo pronto mis padres están en ese proceso, papá dijo que necesitaba desentumirse un poco de su retiro, sabes, he venido a buscarte varias veces pero tus padres me dijeron que estabas en América tratando asuntos con el papá de Aithana, sé que ella queria conocerlo— Y lo hizo, yo soy el padre de Aithana, Ramsés Ballesteros, ¿y tú eres? — la imponencia de Ramsés dominó la situación— Terrence Lawrence, amigo personal de Adriana y su fiel enamo
Adriana podía sentir la respiración de Ramsés tan cerca que era casi imposible no reaccionar a su toque, pero logró sobreponerse y responderleRamsés estaba tan celoso, las venas de su cuello se dejaron ver, estaba furioso, ese hombre estaba cortejando a la madre de su hija abiertamente frente a él, no le importó en lo absoluto quien era — Es justo eso, Terrence me ama desde hace tiempo, yo no había querido iniciar una relación con nadie después de lo nuestro, quizás por qué esperaba que un día tu me creyeras y confiaras en mi, en el amor que siempre te demostré, pero ese día nunca llegó, nos volvimos a encontrar por qué Aithana te quiso conocer, pero que fue lo que pasó, que me trataste como si fuera la peor de las mujeres... de nuevo y yo ya no estoy dispuesta a seguir permitiendo que me pisotees por algo de lo que nunca fuí culpable— Adriana, yo... yo me equivoqué, me dejé llevar por los celos, por la furia, no ví más allá de los sentimientos, del amor, creí lo que mis ojos veían
Ramsés apenas podia poner atención a las palabras de su suegro, sus pensamientos estaban en lo que acababa de pasar entre él y Adriana, la hizo suya, y aunque ella estaba dudando darle otra oportunidad, el cuerpo, los besos y los gemidos de la mujer le decían otra cosa, ella lo seguia amando o de lo contrario no hubiese hecho el amor con él— ¿No crees que ya va siendo hora de que Adriana sea feliz? tú la has hecho perder demasiado tiempo, no creíste en ella, y no es por qué sea su padre pero Adriana es una mujer integra, ella no hubiese sido capaz de engañarte con otro hombre, pero tú no lo viste, vete a casa y dejala comenzar de nuevo— Creo que ella más que nadie se merece ser feliz, sé que en el pasado fuí un idiota pero yo amo a su hija y ella me ama a mí, lo puedo ver en sus ojos, nuestro amor sigue vivo, tenemos una hija, nosotros debemos estar juntos, formar un hogar para Aithana y para nosotros, quiero ganarme el perdón de Adriana, quiero ser un mejor hombre para ellaMientra
Los padres llegaron a casa cuando ya los niños estaban despiertos y listos para ir a la escuela, Violeta les dió su respectivo beso de despedida después de asegurarse que llevarán todo para sus clases, más en ese momento la señora Ferreira sintió un dolor en el vientre bajo, lo que la llevó a buscar sentarse— Violeta mi amor, ¿qué te pasa? ¿Te duele el vientre? no puede ser que pase esto, vamos de nuevo al hospital, vamos cariño, todo va a estar bien— Papá, ¿qué tiene mamá? parece que le duele la pancita, llévala al médico de prisa — Dariana estaba preocupada por su madre— Papá, mamá tiene dolor quiero ir al hospital con ustedes, no puedo dejar sola a mamá, ella solo me tiene a..... — Drago estaba muy preocupado por su madre, durante mucho tiempo él era todo el apoyo que ella tenía, el niño siempre se comportaba como un pequeño adulto, hoy no midió sus palabras, ellos ya no estaban solos— Drago, ya no están solos, yo estoy aquí, déjame cuidar de tu madre por tí, ella es mi esposa
Si que se le complicaban las cosas a Ramsés con la baja de Violeta, él necesitaba estar en Inglaterra para luchar por Adriana, más por qué ese inglés estaba muy insistente en tener una relación formal con ella, pero comprendía que su asistente y amiga estaba pasando por un momento muy vulnerable y delicado en su vida personalQue un hombre poderoso y millonario como Danilo Ferreira, no iba a exponer la vida de uno de sus hijos ni la salud de su esposa por un trabajo de ejecutiva, eso jamás iba a suceder, era mejor volver cuánto antes a los Estados Unidos a dejar todo organizado para volver por Adriana y su pequeña AithanaA primera hora por la mañana el CEO ya estaba en la mansión de los Arévalo, el pidió ver a Adriana y se encontraba en la sala de estar— Ramsés, ¿qué haces aquí tan temprano — Adriana llevaba puesto todavía la pijama, un camisón rosa con detalles negros, el CEO tragó grueso apenas la vió, quería tomarla en sus brazos y hacerla suya de nuevo pero tenía que controlarse
Violeta disfrutaba de las atenciones de su esposo y los apapachos de sus hijos y de él travieso Andrés, este último era cada día más feliz, se había adaptado a la perfección a su nueva familia, al principio había estado muy triste por sentirse tan solo cuando perdió a sus padres, pero ahora tenía a Drago y DarianaDanilo entró a la habitación, se duchó y se vistió en un traje negro muy elegante, Violeta lo observaba ponerse los gemelos, el moño, los costosos zapatos y peinarse— ¿A dónde vas? no me habías dicho que saldrías hoy, espera, dame.un momento para vestirme y acompañarte — ella hizo el intento de salir de la cama pero el CEO se lo impidió— Alto ahí, tu no vas a salir de nuestra habitación, todavía te encuentras delicada, yo tengo que ir a un banquete de negocios donde estará la familia Palacios, te confieso que aunque no estuvieras delicada de salud, de todas formas no te llevaría conmigo, no confío en esa familia— ¿Vas a ver a tu ex prometida? ¿es por eso que no quieres qu
Los dos apuestos hombres miraron con desdén a la sensual mujer, no es que fuera fea, era que no tenía valor como mujer ni como persona, era caprichosa, perversa y no dudaba en hacer en las peores bajezas para conseguir lo que quería — Somos hombres casados, ninguno de nosotros podría invitarte a salir, estamos enamorados de nuestras esposas, incluso Raymundo está por tener un bebé — Danilo aclaró con una sonrisa sarcástica, lo que hizo a Bianca ponerse roja de vergüenza— Bueno, recuerdo que Danilo Ferreira no era de los hombres que se enamoran, se casan y tienen hijos por deporte, era más bien un empresario exitoso con visiones que ningún otro tenía — El que esté casado no me impide ser el mismo CEO exitoso de siempre, al contrario, me da más motivos para salir a trabajar, ver a mi esposa feliz y a mis hijos felices y mi sobrino sanos es mi gran recompensa— Te aburrirás muy pronto de esa vida monótona, cuidar niños y sobrinos, ¡va..! ¿qué de emocionante tiene eso? en cambio cerrar
Raymundo escuchaba gritar a su esposa camino al hospital, se le ponían los pelos de punta, ella se retorcía de dolor frente a los ojos del CEO, al hombre le desesperaba no poder hacer mucho para ayudarla— Tranquila mi amor, todo va a estar bien, pronto vas a dejar de sentir tanto dolor— ¡Solamente que me mates ahora mismo porque no veo como esto pueda mejorar, me duele demasiado! — Sofía estaba teniendo una contracción tras otra Raymundo estacionó el coche en urgencias y sacó a su esposa del auto en brazos, un enfermero trajo una silla de ruedas rápidamente, de un momento a otro ya estaban en la sala de expulsión, el bebé ya venía, él ya quería nacerEl llanto de la criatura llegó a oídos de los padres, ellos estaban felices, Sofía no pudo contener las lágrimas y Raymundo apenas le acercaron a su hijo, el duro CEO lloró de emoción, quería muchísimo a Alessandro pero tener a su propio hijo, sangre de su sangre y carne de su carne, lo conmovía a un nivel que jamás había experimentado