Esa tarde noche al terminar la fiesta de Casandra, ella estaba de lo más contenta porque abriría todos sus regalos al llegar a casa, solo que Jessica estaba de un pésimo humor, ella estaba tratando mal a su hija como era su costumbre

— ¿Mamá, ya viste todos los regalos que me trajeron mis amigos? ¡la fiesta estuvo muy linda, ya quiero llegar a casa, date prisa mamá, vámonos!

— No seas escandalosa Cassandra, no sé porque te emociona tanto esa tontería de abrir regalos, eres una niña muy molesta

La pequeña Cassandra se entristeció, su madre rara vez la trataba bien, la mayoría de las veces le decía cosas hirientes y feas, está vez no era la excepción, ni siquiera trataba de portarme un poco mejor con ella el día de su cumpleaños

— ¿Por qué le estás hablando así a la niña? ¿te das cuenta de lo cruel que eres con ella? — Fabio había escuchado como Jessica le hacía añicos la ilusión a Cassandra por abrir sus regalos

— No seas exagerado, es tu hija que se pasa de melosa, le da importancia