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La preocupación de Danilo
Danilo y los niños estaban muy lejos de imaginar que en su primer día Violeta haya acabado en el hospital por culpa de la mujer celosa, Lourdes Quintanilla, ella le había hecho derramar deliberadamente el café a PatriciaLos niños estaban comiendo de lo más tranquilos. El CEO le cortaba el filete a su princesa y a Andrés, su sobrinito no se ponía difícil como Drago, él si se dejaba consentirAl hombre le parecía un poco extraño no recibir respuesta de la mujer, ella estaba siempre atenta a cualquier cosa que se trataba de sus hijos, pensó que tal vez estaba muy ocupada, eso no quitó su enojo con ella por no responder pero no tuvo más que seguir comiendo— Papá, ¿creés que mamá ya haya comido? ¿y si en esa empresa no le dejan salir a comer? mamá ya de por sí es muy delgada, ¿si se hace más flaca cómo podrá tener otro bebé? deberíamos llevarle loche todas las tardes para que no se mal pase, ¿qué opinas, papá? — la inocencia de Dariana conmovía al padre— Le preguntaremos a mamá si la de
Haciendo de Enfermero
Ramsés no era estúpido, sabía que ese hombre estaba furioso y celoso al mismo tiempo, lo que no le cuadraba era que evidentemente esl esposo de Violeta era un hombre de muy alto nivel social, lo sabía por las costosas ropas que vestía y por el fino reloj de su muñeca, entonces... que hacía ella trabajando para él— Solo la estoy cuidando de que no venga un enfermero libidinoso y la vea prácticamente desnuda, ¿hice mal? además soy su jefe, por supuesto que me preocupo por mi empleada y mucho más por qué Violeta es mi asistente personalDanilo quería jalarse los cabellos, ese CEO había contratado a su mujer como la persona que estaría más cerca de él que cualquiera, !que carajos!— Hiciste mal desde el momento en el que permitiste este accidente sobre ella en tu oficina, eso dice que mi esposa no estará segura en tú compañía, considera que ella te renuncia, esto no volverá a ocurrir, ¿sabes cómo voy a darle está noticia a mis hijos? ellos adoran a su madre, todo por qué no te sabes guar
Drago se hará cargo de la familia
Por la noche, hijo un par de veces en las que el CEO tuvo que acercar el cómodo a la mujercita, ella quería hacer pipí, el hombre pasó la desvelada de su vida por qué tan ien tenía que aplicarle el ungüento fresco cada dos horas, si no lo hacía ella comenzaría a sentir dolor Danilo tuvo la oportunidad de tocar la cicatriz del vientre de Violeta, la acarició suavemente, violeta sufrió físicamente para traer al mundo a sus hijos, le agradecía eso más de lo que ella pensabaEl desayuno llegó temprano, Danilo era un CEO al que le gustaba madrugar, la clínica era de primer nivel así que el pidió un desayuno extra, así comió y dio de comer a la madre de sus hijosDrago apenas había podido dormir, su padre solo le había enviado un mensaje de que estarían fuera toda la noche por un accidente que le sucedió a su madre, él le dijo que se había quemado con un café y que debía pasar la noche en el hospitalDrago después de que desayunaron pidió al chófer para que lo llevaran a él, a Dariana y a
La herencia de Andrés
El CEO Ballesteros no podía dejar de pensar en su bella asistente y lo breve que fue su trabajo juntos, estaba molesto por lo ocurrido y ahora iban a volar cabezas Lourdes fue avisada de que su jefe quería verla, ella subió al piso once para ver a Ramsés, otras veces había hecho de las suyas pero no había pasado nada, era por eso que no tenía miedo de las consecuencias de sus acciones — Buenos días, ya estoy aquí Ramsés, dime, ¿de que quieres hablar conmigo? — la mujer se veía fresca como si no hubiese hecho nada, eso molestó al hombre— ¿De verdad no sabes de qué? ¿qué demonios fue eso? ¿por qué aventaste a Patricia para que le vertiera el café a mi asistente? — No, eso fue un accidente, no fue a propósito, ¿cómo está ella? ¿va a recuperarse pronto? — Lourdes se hacía la inocente, pero está vez no le iba a funcionar— ¿Me creés idiota? a lo largo de los años nunca te puse cuidado con respecto al trato que le dabas a las cucas nuevas, ya sea que fueran mis asistentes o mis secretar
Ella te gusta, no te hagas el desentendido
El CEO volvió a la habitación con Violeta y con los niños, necesitaba localizar a algunas personas, unos importantes empresarios como él, no se fiaba para nada del río de Andrés, sabía que era capaz de cualquier cosa para lograr poner sus manos en las empresas que su cuñado y su hermana manejaban, quería despojar al niño de lo que le correspondía — ¿Sucede algo, Danilo? no tienes que quedarte aquí todo el día, vé a trabajar, las enfermeras pueden ayudarme si lo necesito, estaré bien — aseguraba Violeta — Está bien, ordenaré al chófer que lleve a los niños a casa, no pueden estar aquí mucho tiempo, además tienen que tomar sus alimentos a la hora correspondiente, apenas termine unas diligencias volveré para cuidarte, mientras tanto descansa tranquila... niños despidanse de su madre El primero en la fila era el travieso Andrés, estaba más que listo para darle un beso a su tía Violeta, después pasó Dariana y por último Drago— Mamá, descansa tranquila, yo vigilaré a Dariana y a Andrés,
Atrapada infraganti
— Lombardo necesito que te camufles e investigues a ese CEO Ballesteros, no confío en él, creo que... le gusta mi esposa, no puedo permitir que juegue al seductor con ella— Pues que según tú no te importa Violeta, ahora resulta que estás celoso de que ese hombre se interese por ella, deberías estar contento y hasta darle las gracias, si él logra que se enamore y la con ence de divorciarse antes de un año, eso solucionará tus problemas con Bianca Palacios, su familia y los negocios, tus hijos tendrán un padrastro rico que vea por ellos y tú tendrás más hijos con tu futura esposa, ¿viste? asunto arreglado — Lucano no tenía intención de dejar ir a su amigoA Danilo le supo mal como le dibujaban su vida futura, sin sus hijos, sin violeta y con otros hijos que definitivamente no quería tener, él era feliz con sus dos pequeños, los amaba más que a nada en el mundo, los quería a ellos y no a otros, — Lucano, tu imaginación me impresiona, ¿quién te ha dicho a ti que voy a dejar ir a mis hij
Preparando defensa para no perder a Andrés
Violeta estaba en una posición muy vulnerable, ella que siempre había tratado de ser independiente y solucionar sus problemas ella misma, en estos momentos estaba necesitando de ayuda y quién estaba aquí era... Danilo— Ya deja de ser tan obstinada, cuando te recuperes podrás volver a hacerte cargo de ti misma, por ahora déjame cuidarte — el CEO la cubrió con mucho cuidado de nuevo con las telas, Violeta sentía que las mejillas le ardían pero no siguió poniendo resistencia— Me arde, creo que el moverme no fue buena idea — Violeta confesaba, es que sentía bastante ardor — Te pondré el ungüento antes de darte de comer, relájate, esto te va a refrescar y se te va a pasar el malestar — Danilo no quería lastimar más a la mujer, le puso la pomada con sumo cuidado, Violeta de repente se quejaba de dolor pero después parecía sentirse muy aliviada Violeta lo observaba detenidamente, él estaba muy concentrado, una vez que terminó preguntó a Violeta si se sentía mejor, ella asintió, en verdad
Una cita perfecta
Danilo, consiguió que el CEO americano aceptara su propuesta, al parecer le conmovió la historia de un niño huérfano que ha encontrado una familia de la cuál lo quieren separar, eso sería demasiado cruel para AndrésVioleta estaba haciendo una video llamada con los niños, ellos estaban al pendiente de ella aunque no estuvieran en el hospital, le mostraban que estaban haciendo tareas escolares — No tienes de que preocuparte mamá, yo me aseguraré de que Dariana y Andrés hagan sus deberes, tu procura descansar y ponerte bien para que vuelvas pronto a casa — Drago como siempre aligerando la carga de su madre— Los amo mucho, mamá Irá pronto a casa, coman bien y portense bien con papá cuando vuelva a casa — Violeta les mando un beso con la mano, los niños lo atraparon entre sonrisas antes de cortar la llamadaDanilo se quedó pensando en que por qué Violeta creía que volvería a casa sin ella, ya tenía todo preparado para pasar el resto del día y la noche con ella en el hospital— ¿Piensas e