CAPÍTULO 27Los mejores doctores en toda España lograron salvarle la vida a Steve. Miguel me observa desde el otro lado del pasillo del hospital y se da la vuelta para marcharse apenas escucha el último diagnóstico que dan los doctores sobre su guardia de seguridad. Mamá abraza a papá mientras que una de las enfermeras baja el cuidado de mi familia, me llama para curarme la herida en mi codo que me ha dejado el tirón fuerte de mi profesor cuando intenté separarlo del hombre que por casi mata con sus propias manos.Necesito replantear todo lo que está sucediendo, fue realmente difícil para mí encubrir a Gabriel de todo esto aunque sé que tarde que temprano mis abuelos terminarán por enterarse de lo que sucedió; llevo casi cuatro días sin tener noticias del español y aunque siendo completamente franca conmigo misma creo q
CAPÍTULO 28Tengo veinte años de edad y un futuro grandioso por delante, las cosas que más me gustan en este mundo son el arte, mi familia y el olor a lluvia. Adoro meter los pies en los charcos de agua que dejan el paso de las tormentas sobre el suelo de mi vecindario y crecí siendo una niña feliz al lado de mi hermana gemela. Dara es un par de centímetros más alta que yo aunque en los demás somos tan idénticas pero tan diferentes a la vez.Adoro el chocolate en los días como hoy, pero a veces nada es lo que parece, creía todo lo que acabo de decir hasta este justo momento en que corro por un callejón húmedo intentando salvar mi vida. Gabriel grita mi nombre una y otra y otra y otra vez atormentándome mucho más. Cierro los ojos cuando el aire de mis pulmones se acaba y debo respirar de nuevo para no caer tirada sobre el suelo, busco mi móvil dentro de la chamarra que estoy usando intentando prenderlo y así llamar a papá, pero no, no funciona.Me giro cada un tanto para ver si aquel h
CAPÍTULO 29¿Por qué? ¿Por qué no logro ver el remordimiento reflejado en sus ojos? Gabriel apunta con su arma en dirección a Lucrecia y tapo con mi cuerpo el suyo para que no se le ocurra hacerle nada. Mi mejor y única amiga tiembla debajo de mí, mientras que solo veo miedo en ella. El profesor Ford maneja a toda velocidad por la autopista a las afueras de Madrid y aunque intento buscar la manera de protegernos, sé que si él quisiese ya estaríamos muertas.Papá debe de estar desesperado, oír los gritos de angustia salir de la boca de mi madre me hacen bajar la cabeza y llorar junto a Lu por esta situación. Jamás me imaginé que esto se me saldría de las manos y que acostarme con este loco psicópata me traería tantas consecuencias. Mi corazón late con demasiada fuerza cuando Gabriel decide manejar tan rápido que logro escuchar un pitido extraño chocarse contra mis oídos.—¿Podrías parar, por favor?—le suplico en un hilo de voz, la mano de la mujer a mi lado está fría.La observo detenid
CAPÍTULO 30Gabriel FordNo quiero perderla, no quiero que se aleje de mí y sé que el culpable de que todo esto se haya salido de control soy yo y solamente yo. Sandara mira mi habitación con tanto detenimiento y puedo jurar que sus ojos brillan al ver las pinturas que he creado con mis propias manos colgadas en la pared de mi lugar secreto. Sus brazos rodean su pecho y desde aquí puedo notar como tiembla un poco, camino hasta mi closet en busca de una chamarra que la ayude a combatir el frío de la noche pero en el justo instante en que mi piel hace contacto con la suya me fulmina con la mirada.—¿Me dejarás ir?—niego porque no tengo intención de hacerlo hasta que todo esto termine—Lucrecia pudo haber muerto, Gabriel, tú primo tiene razón, no debiste involucrar a ninguno en esto…—brinca cuando le coloco la chamarra sobre sus hombros—¿Padeces de algún…?—me alejo de ella como cuando un gato ve agua al saber en donde va a parar esta conversación. Al igual que su hermana padezco de un tra
CAPÍTULO 31Un escalofrío siniestro recorre mi espina dorsal cuando mi piel recibe los labios fríos de Gabriel Ford. Sus ojos se centran sobre mi cuerpo y el deseo de ser poseída por él se hace más fuertes cuando comienza a recorrer cada centímetro de mi ser. Sus manos están calientes mientras que mi intimidad inicia a humedecerse a medida que pasan los segundos.Brinco sobre mi puesto en el justo instante en que mi profesor busca el inicio de mi vestido y lo alza de forma descarada para introducir su mano derecha dentro de mi braga, parpadeo en el instante en el que separa los pliegues de mi vagina para así tocar sin descaro mi clitoris hinchado. Relamo mis labios al recibir el desprendimiento de mis paredes internas por el paso de su dedo en mi interior ya que llevaba algunos días sin tener sexo con él.Mis pechos están duros y redondos y debo controlarme para no volverme loca ahora, su lengua devora mi cuello y debo sostenerme de su espalda para no caer con cada estocada que Gabrie
CAPÍTULO 32Tiger mira a su primo y es allí cuando Gabriel se da cuenta del cuchillo que sostengo en una de mis manos, la mujer sentada cómodamente encima de sus piernas, me queda mirando por un par de segundos, pero al percatarse de lo que estoy a punto de hacer, intenta rápidamente colocarse en pie pero la empujo con fuerza sobre uno de sus hombros volviéndola a su posición inicial de nuevo, mi novio abre los ojos y sonríe sabiendo que aunque todos me griten que me detenga, no lo voy a hacer.—¿Quién eres…?—suelto con mi voz más espesa de lo habitual, la chica que reconozco como la puta que se acostó con Gabriel el primer día que lo conocí, niega moviéndose como un asqueroso gusano sobre las piernas del hombre que ahora es mío, Lucrecia me toma de la mano pero la aniquilo con la mirada para que pare lo que esté i
CAPÍTULO 33Gabriel Ford Mis manos comenzaron a temblar al verla caer desplomado al suelo, mis ojos estaban tan pasmados a ver esa horrorosa escena donde por primera vez tuve miedo de perder a alguien, Tiger intentó controlarme cuando agarré salvajemente del brazo a la empleada que le había traído ese té a mi mujer y aunque la hubiese asesinado sin piedad allí mismo con mis propias manos, decidí mejor hacerla sufrir hasta que me dijera quien había solicitado este atroz crimen.Kira le tiró la taza a Lucrecia inmediatamente se dieron cuenta de lo que sucedía y al menos está situación gracias a ello no se había puesto peor, cargué a mi mujer hasta la oficina de Tiger hasta que un médico de la base militar viniera por ella, me arrodillé delante del sofá cómodo donde su fiebre sub&ia
CAPÍTULO 34Llevo mas de tres horas esperando a que Gabriel y Tiger regresen a la mansión Ford, las chicas toman el sol dentro de una piscina techada y aunque las estoy escuchando reír a carcajadas puedo ver el miedo reflejado en los ojos de mi mejor amiga. Llevamos tantos meses en este lugar que sé que ha comenzado a extrañar a su familia.Bajé la cabeza al recordar todo lo que le he hecho vivir, Lu es como ese pequeño destello de luz que te llega en toda la oscuridad que vive consumiéndote día tras días, es la hermana que a veces siento que no tengo con Dara y aunque mi gemela y yo nos amamos con un amor incondicional en algunas ocasiones esto no nos basta. Me levanto de la silla playera en donde estaba acostada y me doy un chapuzón en el agua intentando organizar mis pensamientos.He estado hablando con Dara por correo electrónico y me he enterado que