Pov de Lea

Escuchaba que mi teléfono no dejaba de sonar, que colocandome de pie, camine hasta mi bolso y sacando de su interior el artefacto, note el nombre de Anton en este, por novena ocasión

¿Tenía que responderle justamente ahora?

Si apenas había faltado un día al trabajo; liberando una bocanada de aire, solo lo aparte y caminando de regreso a la sala, continúe mi tarde de juegos con Dante y isa, quienes se hallaban dichosos de tenerme en casa

—¡Mama! Ahora tu turno

Nos encontrábamos bastante distraídos jugando un juego de mesa, como para arruinar el momento con una charla con mi jefe, quien solo quería rememorar lo sucedido la noche anterior que no fue para nada agradable

Permanecimos un par de minutos de ese modo, hasta que de pronto el timbre del departamento empezó a sonar de manera incesante, debido a que isa estaba sentada en mis piernas, yo no pude colocarme de pie; pero en mi lugar, lo hizo mi madre y escuchando como sus pasos se dirigían a la puerta, me quede a la espera