El fin de semana llegó, y también mis padres volvieron a casa.Desde que retorné a San Francisco me quedé sola en casa, ya que toda mi familia estaba en las Bahamas por el cumpleaños de mi madre. Como cada año, mi familia hacia una gran fiesta fuera de país, donde estaban invitadas estrellas de cine y empresarios tan famosos como los de la familia Coscov o los Goldfield. Pero este año era diferente, ya que yo regresé a casa y había una boda que planear, mis padres decidieron volver a San Francisco y hacer la fiesta aquí, algo que no ocurría desde hace… 20 años más o menos, ya que el ultimo cumpleaños que mi madre pasó en esta ciudad fue cuando ella descubrió que estaba embarazada de mi hermana y no quiso viajar.—Seguro mamá estará muy contenta de verse obligada a pasar su cumpleaños aquí por mi culpa —me lamento mientras me miro en el espejo de mi habitación.Uno pensaría que podrías llegar a acostumbrarte a ser una decepción para tus padres, pero después de tanto tiempo tristemente
¿Cómo creen que me enteré de mi embarazo?Fue cuando ya estaba separada de Peter y estaba en medio del divorcio, en ese periodo de incertidumbre, en el cual no sabía qué hacer con mi vida.Me negaba a regresar al departamento de Peter, porque solo podía pensar en él con esa mujer, me daba nauseas. Así que mientras decidía que hacer con mi vida, me quedé a dormir en la casa de mis únicas amigas en Nueva York, las chicas con las cuales trabajaba en la cafetería. Ellas me dijeron que podía quedarme cuanto quisiera, y por un momento vi una pequeña luz, creyendo que con mi trabajo duro en la cafetería y el divorcio podría rehacer mi vida sin ayuda de nadie.Fue entonces cuando iniciaron los síntomas del embarazo. Los vómitos, el cansancio, los mareos… Pensé que era una infección estomacal, pero cuando fui al hospital y me hicieron una prueba de sangre, me enteré de que estaba en mi tercera semana de embarazo. De inmediato llamé a mi padre, y el resto es historia.No es la primera vez que a
Hay cosas en este mundo que nunca voy a poder comprender… Y una de ellas es: ¿Cómo es posible que Ivan Coscov sea TAN ARDIENTE?Y no solo hablo por lo guapo que es, con su cuerpo musculoso pero sin llegar a ser desagradable, o ese rostro frio y esos ojos de hielo que te dejan paralizada, hablo de él por completo, ya que a pesar de su fría apariencia sus manos son tan calientes que me están volviendo un desastre.A penas puedo respirar, sintiendo los besos apasionados que él da sobre mis labios, mientras sus manos que parecen hechas de fuego recorren mi piel, haciéndome temblar del deseo.Ya ha bajado completamente los pantalones de mi pijama, y metiéndose entre mis piernas temblorosas, siento como una de sus manos sube peligrosamente desde mi muslo hasta mi sexo, haciéndome temblar por el deseo.—Ivan… —gimo su nombre, disfrutando de cada una de sus caricias.Por un momento olvidé que no tenía ropa interior debajo del pijama, así que cuando sus manos hábiles pasearon por mi sexo lenta
Fue por las hormonas del embarazo.Me había repetido eso sin cesar durante los últimos días, ya que no podía aceptar por la vergüenza que casi tengo sexo con él por gusto, quería poner excusas, como el embarazo o que estaba somnolienta. No, me niego a aceptar que tuve un orgasmo con Ivan Coscov de esa forma.¡Esto es tan vergonzoso!—Adele, ¿Estas escuchándome? —la voz severa de mi padre llega a mis oídos, y de inmediato regreso al mundo real.—Si papá, lo estoy haciendo —miento rápidamente.La verdad es que no, había estado perdida en los recuerdos de esa noche desde hace un par de días, repitiéndolos en mi mente con vergüenza, arrepentimiento, y algo de deseo. Demonios, debí dejar que Ivan continuara hasta el final, de haberlo hecho también me hubiera sentido culpable, pero por lo menos hubiera sabido cuan bueno es en la cama…—No creo que lo estés haciendo en realidad —me regaña mi padre, dándose cuenta de lo perdida que estoy en mis recuerdos.—Lo siento papá, es que me siento un
Sentía una incomodidad insoportable entre nosotros.Me mantenía con la cabeza baja, mientras su auto avanzaba por toda la ciudad, maldiciendo la hora del día, ya que al haber un ligero embotellamiento los autos avanzaban a mucha lentitud, lo cual termina alargando de forma insoportable este maldito momento incomodo en su coche.—¿A qué restaurante iremos? —me atrevo a preguntar de pronto, ya que me doy cuenta de que estamos abandonando el distrito comercial de San Francisco.—¿Quién hablo de un restaurante? —me cuestiona Iván.—Bueno, tú me invitaste a almorzar, así que yo…¿A dónde demonios me está llevando? Yo pensaba que iríamos a un restaurante, o a ese alto edificio donde tenemos nuestras reuniones a la media noche, pero ahora que nos estamos alejando y que él me acaba de aclarar que no íbamos a un restaurante… ¿Debería estar asustada?—¿A dónde me estas llevando? —le pregunto ya sin poder contenerme.—¿No disfrutas la expectativa? Dejémoslo en que es una sorpresa.Quiero darle u
—¿Entonces tu siempre supiste que estaba buscando un instituto? —le cuestioné con molestia.Después de que el profesor Stone acordara los días que nos veríamos para las clases y el temario de las sesiones, Iván y yo finalmente pudimos ir al comedor de su mansión, donde en una mesa más pequeña y al lado d la ventana, los empleados de su casa nos sirvieron una deliciosa ensalada como una entrada, mientras preparaban nuestros almuerzos.—Sí, tu padre me llamó ayer y me dijo al respecto —respondió Iván de forma seria.—¿Entonces es mi padre quien te ayuda a espiarme? —le pregunto en modo de queja.—Desde que volvimos a comprometernos a veces hablamos de ti en nuestras reuniones de negocios, no es algo raro, después de todo muy pronto te convertirás en mi esposa.Esto no me hace feliz.Ni siquiera estoy pensando en la ayuda que Iván me dio, solo pienso furiosa en la traición de mi padre, preguntándome como puede ser posible que él lo ayude en estas tonterías, dándole datos míos, y propicia
Esto días han sido… agotadores.Todas las mañanas desde muy temprano un auto de Iván viene por mí a la mansión de mi familia, llevándome a Forest Hill, donde está la mansión de los Coscov y donde voy a pasar clases con el profesor Stone.Volver a estudiar era algo exhaustivo, sin embargo no era desagradable, el profesor Stone era un hombre amable, que no me trataba como una idiota por no saber cosas a mi edad, o por ser algo lenta al resolver algunos problemas matemáticos. Así que avanzando lento, espero estar preparada en un par de meses para los exámenes, y cumplir la promesa que le hice a mi padre al regresar aquí.A pesar de que voy a su casa todos los días, hasta ahora no he visto a Iván de nuevo.Debido a la planeación de la fiesta de mi madre y habituarme a mis clases matutinas con el profesor Stone, los dos decidimos suspender las cenas a la media noche. Esto al inicio no me pareció un gran problema, ya que yo iba a ir a su casa cada mañana, y esperaba verlo aunque sea un mome
—Bienvenido, Iván —dije con la voz más calmada que pude.Debía ser un adulto, sé que Iván se comporta como un niño pequeño y le gusta molestarme, así que en esta situación y de nosotros dos, tenía que ser yo la voz de la razón.Fingiendo serenidad, aunque internamente estaba muriendo, me acerqué a él, dándole un beso suave en la mejilla como bienvenida. Era tan alto que tuve que ponerme de puntitas y sostenerme de uno de sus hombros para conseguirlo, pero él me dejó hacerlo, con mucha más naturalidad de la que esperaba.—Espero que pases agradables momentos en la fiesta —le digo con la misma cortesía, separándome de él finalmente.—Gracias, Adele.Mirándome a los ojos por un segundo, finalmente sonríe con suavidad, dejando la fila y alejándose de mí entrando en el jardín, desapareciendo entre la multitud de invitados que ya habían llegado hasta aquí.No sabía si le había molestado que le diera un beso en la mejilla, tampoco sabía si era lo correcto al ser una pareja oficial de nuevo,