—Ámbar— la voz sonaba lejana. —Ámbar despierta. — abrí los ojos con lentitud y lo primero que ví me arruinó el día, la semana, la vida entera.Me incorporé con rapidez hasta quedar sentada en la cama y él se puso de pié ya que antes estaba de cuclillas. Estaba vestido con uno de sus limpios y perfectos trajes a la medida que por un segundo creí que lo sucedido ayer cuando estaba sucio y desarreglado había sido un sueño.—¿Que quieres? — pregunté con hostilidad aunque el miedo a que me pudiera hacerme algo por todo lo que había ocasionado ayer estaba muy presente.Se dió la vuelta y empezó a caminar por la habitación.—Que te levantes ¿a caso no es obvio?— preguntó en retórica pero con desdén en las palabras. — tienes quince minutos para estar lista.¿Lista para qué?—No te estoy entendiendo...—Sólo apresurate. —empezó a caminar hacia la puerta.—¿Para qué? — pregunté antes de que se marchara.—¡Joder! ¡Para irnos, Ámbar!— gritó con furia pero ya sus cambios de humor tan drásticos no
Había perdido la cuenta de las horas que llevábamos en el jet, pero sabía de sobra que eran muchas ya que hace unas horas la azafatas nos trajo de cenar. Carmen y Helen se habían dormido hace unas horas, Damián seguía tecleando en el computador como un maniático - bueno, tampoco es como si estuviera muy lejos de serlo - y yo no tenía nada que hacer.Había dormido muchas horas en lo que iba de vuelo y me desperté con la cabeza pegada al brazo de Damián cuando la azafatas puso la bandeja con nuestra cena sobre la mesa, por eso no tenía sueño pero por el aburrimiento podía intentar volver a dormir y de seguro tendría éxito, pero no quería volver a despertar pegada al rubio que ahora estaba malhumorado.Llevaba mucho rato haciéndo documento tras documento, talvez llevaba unos cien de esos listos y quería preguntarle porqué necesitaba tantos pero a juzgar por su cara capaz y me tiraba por una ventanilla. reí bajito imaginando aquello.Por la ventana ahora sólo se podía vislumbrar oscuridad
Habían pasado tres días desde que llegamos a Grecia pero yo lo sentía como una eternidad. No había salido de la casa desde que llegué. En estós tres días casi no veía a Damián, pues el rubio salía antes que yo despertará y volvía cuando ya casi estaba dormida, así que no habíamos hablado mucho desde que rompió la puerta.Reí recordando la puerta con la cerradura rota, ese mismo día en la tarde vino un hombre y reparó la cerradura, pero ya después no intenté volver a cerrar la puerta ni siquiera para divertirme escuchando al detestable rubio gritar para que abriera, Damián era muy extremista.Escuché la puerta abrirse y la miré, eran las ocho de la noche y el rubio había llegado más temprano de lo que lo había hecho anteriormente. Me miró y sin decir nada cerró la puerta y caminó al baño. Dejé de mirar por la ventana y corrí con rapidez a la cama, empecé a tomar las almohadas y hacer el pequeño muro que nos dividía todas las noches.Tuve que recurrir a esa opción la primera noche que m
Tan pronto como la pareja latina desapareció de nuestro campo de visión el bestia detrás de mí me cargó sin quitar su brazo de mi abdomen y conmigo a cuestas giró sobre sus talones y empezó a caminar hasta la camioneta que conducía Hansel. La ventanilla del pilotó estaba abierta por lo que podía ver como el idiota se reía de mí.La verdad ya no sentía tanto miedo como antes, solo uno muy leve ante la incertidumbre de lo que sucedería conmigo una vez que ya no estemos a la vista de tantas personas como lo estábamos ahora. La gente se nos quedaba mirando como si tuviéramos una cabeza de más y eso solo por el simple hecho de que el maldito rubio me cargaba como si fuera una jodida niña pequeña, pues yo ni siquiera había intentado safarme.Damián abrió la puerta del auto y con violencia me empujó al interior para luego entrar por la misma puerta.-Hoy es tu día de suerte, Damián- dijo Hansel con diversión en la voz, sí seguía así olvidaría que Amelie lo quería, y luego lo mataría con mis
Habían pasado dos semanas desde que hablé con Camerón. En todo esté tiempo Damián no me había dejado salir de la habitación y la verdad yo tampoco tenía ganas de hacerlo. Estaba tan triste que solo me levantaba de la cama para ducharme y comer cuando Carmen traía mi comida, ni siquiera había vuelto a mirar por la ventana que desde hacía varios días permanecía cerrada y las cortinas no permitían que entrará la luz del día. Damián las había cerrado una mañana que se levantó enojado porqué el resplandor del sol le molestaba mientras dormía.Desde entonces ya no las volví a abrir, pasaba todo el día acostada sobre la cama. Carmen venía más de cuatro veces al día para traer mi comida o simplemente para saber si estaba bien. Llevaba ya un mes secuestrada, y en todo ese tiempo Carmen era tan atenta para conmigo que me fué imposible no ver a mi madre através de ella, y para estás alturas le tenía un gran cariño a esa mujer.En cuanto a Damián, hablando respecto a sus trastornos estaba muy bie
—El lugar es espectacular — Siguió hablando Evelyn — Hay muchas cosas por ver.Después del almuerzo nos habíamos quedado todas en la cocina, eran las dos de la tarde y Evelyn seguía hablando con mucha emoción de lo bonito que era el lugar. Ella había salido esa mañana con Helen a hacer unas compras y por lo visto había quedado anonadada con la belleza de la isla.—Y eso que solo fuiste al supermercado. — dijo Dana con una sonrisa para su amiga.—Sí— concordó Evelyn— Pero en mi día libre iré a conocer más, ¿Quieres venir?— Evelyn y Dana eran muy amigas, pero a diferencia de su amiga Evelyn era muy agradable y amable.—Quizás sí— respondió Dana sin mucho interés.La tarde estaba muy agradable, Anna y Callie miraban animadas una nueva receta, ambas estaban sentadas a mi izquierda, mientras Clarisse, Dana y yo escuchábamos a Evelyn, Amelie por otro lado estaba muy callada y ausente a cualquiera de nosotras. Estaba sentada frente a mí mientras tenía la vista pérdida en su celular.Hasta ah
Desperté debido a la inmovilidad en mi cuerpo, quería moverme y no podía, algo me lo impedía. Lentamente abrí los ojos hasta que muy apenas pude ver las cortinas blancas de la ventana cerrada. Mi cabello está revuelto por toda mi cara, a tal punto que me molestaba. Quise levantar mi mano para apartarlo pero de nuevo no pude moverme.Con dificultad giré mi cabeza hasta que mi nariz rozó con la del rubio. Esta vez no solo su pierna estaba sobre mí, sinó también casi todo su cuerpo, su brazo pasaba por encima de mi espalda y hasta acorralarme y no poder mover ni un brazo.Él por otro lado seguía dormido como un bebé, sus pestañas rubias caían con delicadeza sobre sus pómulos y sus preciosos labios rojos estaban entre abiertos. No sabía que hora era, pero de seguro era casi medio día, pues ayer habíamos estado despiertos hasta después del amanecer, y cuando ambos estuvimos exhaustos y plenamente complacidos decidimos dormir.Estábamos completamente desnudos bajo las cobijas, y yo quería i
Ya había amanecido, podía sentir a Damián prácticamente sobre mi espalda, su pierna rodeaba mi cuerpo al igual que su brazo izquierdo. Había despertado hace bastante rato, incluso antes de que unos muy débiles rayos de sol se colaran por las cortinas cerradas de la habitación.Me sentía algo nostálgica, todos los años desde la muerte de mis padres este día se había vuelto algo triste. Pero a diferencia de los años anteriores hoy no sólo extrañaba a mis padres y hermano, sinó también a Camerón; que parecía disfrutar el día mucho más que yo, que se emocionaba con cada regaló que recibía, incluso sí el regaló era el de él.—Feliz cumpleaños, muñeca— susurró la voz adormilada de Damián en mi cuello.Sonreí inevitablemente, hoy oficialmente se cumplían dos meses desde que me secuestró, y justo la fecha coincidió con mi cumpleaños número veinte.Si bien nuestra relación había mejorado demasiado desde hace un mes, y que mi estadía en Mykonos y en esta casa habían pasado de ser lo peor que me