Louis
Ya era lunes, faltaban solo minutos para las 7:00 am y yo me encontraba en la escuela, en la biblioteca para ser específicos, esperando a Isabela, habíamos quedado de vernos temprano aquí, no era una cita. Ni nada por el estilo, solo le iba a explicar algo de Matemáticas que no entendía. Por lo cual estaba repasando unos apuntes de esa materia.
Pero en verdad no me podía concentrar, solo pensaba en sus labios. Ya que, desde el sábado, no podía pensar en otra cosa, jamás había sentido tanto con un beso y sé que piensa solo fue un beso, cálmate, pero no fue solo uno, fueron 3, cuatro o cinco, ya ni recuerdo. Y sé que pudieran ser más, pero Bryan nos interrumpió ya que Celeste se encontraba muy borracha, así que era hora de ir a casa.
Desde entonces Isabela y
Anteriormente...Caminamos los dos por él pasillo, hacia la oficina del director, sin decir una palabra, ya que él entrenador estaba en él medio, gracias a él no fue tan incómodo. Pero lo incómodo no fue ahí, sino la sorpresa que nos llevamos al llegar a la oficina del director.—¿Papá? —dice Ángel sorprendido.—Hola Hijo—dijo él—¿Por qué no me sorprende que estés acá?—añade—. Dime y ahora ¿Qué hiciste?...Louis—Se estaban peleando en el Gimnasio—dice Él entrenador.—Peleando...—dijo cómo si fuera algo normal en Ángel, en verdad si lo era—. Pero ¿con quién? — Y ahí es que El señor Anderson nota mi presencia—. ¿Louis?—Hola Alonso—digo moviendo mi mano, para saludarlo.—Gracias entrenador por traerlos, yo me encargo—comenta Alonso y mira al director—. Claro con su permiso.—Claro, son todos suyos—dice él director.—Pues los dejo—expresó el entrenad
Celeste—¡Ángel Para! —digo cerrando mis ojos con fuerza— Nos puedes matar —Él seguía acelerando cada vez más, yo nisiquiera podía abrir los ojos, tenía tanto miedo, Ángel estaba fuera de control y odio que reaccione así.(FlashBack)—Ángel Espera— digo siguiéndolo después de salir tan impotente del comedor.—Déjame solo Celeste—expresa él acelerando él paso para alejarse de mí y acercase a la puerta principal de la casa, por donde entró hace rato.—Nunca te voy a dejar solo —digo agarrándole el brazo para detenerlo.Él obviamente de mi agarre para salir por la puerta. No lo pienso dos veces y lo sigo, hasta su camioneta y me subo con él.—Bájate— gritó mirándome con esa mirada, llena de tantas emociones a la vez, que no podía descifrar y eso me preocupaba.—No—digo muy segura.
LouisMe encontraba en la cocina desayunando, mi madre estaba justo al lado de mi y aún no había dicho nada, lo cual era un milagro.—Y ¿Cuándo conoceré a la nuera?Lo sé, esta vez fue mi culpa, la invoqué.—Mamaaaá.—¿Qué?—dice ella sirviéndome un poco de Jugo—. Tengo que conocerla, ni creas que te vas a escapar.—Pero es que...tengo miedo—confieso.—¿De qué?—expresa ella preocupada.—De que te conozca y me deje—digo y no puedo evitar reír.—¡OYE!—dice golpeándome en la cabeza.—Eso es maltrato infantil.—¿Quieres saber que es maltrato infantil?—preguntó ella cogiendo un Sartén.—No, no... -Dije parándome de mi silla—. Ya es tarde, tengo que irme.Salí de ahí, porque un minuto más e iba a tener otro moretón y eso me recuerda el interrog
LouisYa me encontraba en camino para él Gygnasio, pues era hora de la práctica de Basketball. Aunque mi cabeza no estaba en eso, estaba en Celeste. No sé qué tiene y no deja de darme vuelta en la cabeza que está así por Ángel, es el único que tema del cual no me habla. Pero estoy seguro de que él no sabe que ella está mal, pues si de algo estoy seguro, es que ella es la última persona que él, lastimaría.Espero que la idea que le di a Bryan la distraiga bastante y que por lo menos a él se lo cuente. Aunque quiero estar con ella, quiero cuidarla, protegerla, abrazarla y prestarle mi hombro para que llore todo lo que tenga que llorar. Okey tal vez estoy demasiado cursi y odio ser así, pero es que estamos hablando de mi mejor amiga, la única persona que ha estado conmigo siempre, incluso cuando no quiero que esté cerca, ella lo está y no sé me siento mal, por no estar con ella. Como yo sé que ella estaría conmigo. Y a
NarradorÁngel se comienza a mover e intenta abrir los ojos, pero en ese intento le llega un gran dolor de cabeza insoportable. Pero lo intenta de nuevo y al lograrlo, se encuentra con Bryan, Daniel y Celeste frente a su cama.—¿Qué hacen aquí? —dice él sentándose.—¿En serio no te recuerdas?—Le Dice Daniel.—¿Recordarme de qué?—De lo que pasó a noche—comenta Celeste.—¿Qué pasó a noche?—pregunta Ángel, ahora más confundido.—Bueno...—expresa Bryan.FlashBack—Gabriela ¿Por qué hiciste una fiesta? —dice Bryan.El enojo, era más que evidente.—Porque me lo pidió, que iba a saber yo—expresa ella—Que su propósito era emborracharse.—Pues, podías preguntarle —dice Celeste aún más enojada.<
LouisYa me encontraba en la Biblioteca, sentando, intentando distraer mi mente un poco con un libro, en verdad ayer fue un día... bastante y demasiado raro. Pues me hizo recordar lo que hacía todos mis fines de semana un año atrás, pues era jugar a encontrar a Ángel, después de cada fiesta; y no sé, volver a revivir esos recuerdos, después de tanto tiempo. Además, volver a esa casa, me trae demasiados recuerdos, que, aunque me cueste aceptar todavía me lastiman, pero también tengo que aceptar que ahí pasé unos momentos inolvidables y aunque una parte de mí quiera volver a vivir esos momentos, sé que no sucederá, pues lo he intentado más de una vez. Pero esa estúpida barrera que él ha creado, no me deja. En verdad en él único momento que esa barrera se destruye o más bien se disminuye, es cuando su cuerpo consume alcohol o cuando llega ese día... Que lo hace olvidar todo y se aleja aún más de todo el mundo. En ese instante alguien
CelesteEran la 6:45 pm y me encontraba alistándome, pues hoy Bryan me había invitado a cenar a su casa. Ya estaba vestida, solo me faltaba el maquillaje. tenía puesto un vestido azul agua, que me llegaba un poquito por encima de las rodillas, era pegado hasta la cintura y luego ancho.De repente viene a mi mente Louis, nuevamente, ya que no me ha contestado ninguno de mis mensajes y tampoco mis llamadas, pues me manda directamente al buzón. En verdad ya estoy muy preocupada. De repente mi celular suena y lo cojo con la esperanza que sea él, pero no lo es.—Hola —dije algo entusiasmada.—¿Tan emocionada estás?—Ah... hola, amor —expresé ya bajando mi entusiasmo.—¿Estás bien?—Si, solo me estoy terminado de alistar.—Ah, poniéndote más hermos
ÁngelYa me encontraba en la cocina desayunando, cuando la vi entrar con una sonrisa como todos los días. Sinceramente no sé cómo lo hace, si ayer tenía los ojos hinchados y hoy todavía se le notan, pero lo oculta con un poco de maquillaje. No sé cómo cada día busca una razón para sonreír. No importa lo mucho que le duela algo, nunca deja que nadie lo note y eso es algo que admiro de ella demasiado.—ÁNGEL —dice alguien sacándome de mis pensamientos.—¿Qué? —expreso al notar que es ella.—Vámonos, tienes como cinco minutos mirando al vacío —dice ella burlándose de mí.—Eh... sí, vámonos.Nos subimos al auto y emprendimos el viaje hacia la escuela. Ella puso música como todos los días, pero en verdad tenía la inquietud de saber ¿por qué lloraba la noche anterior?Aunque no quería preguntar— ¿por qué?Pues la conoz