Todos dejaron de verlos a ellos para vernos a nosotros, gracias a mi, nos convertirmos en el centro de atención de la fiesta, pero lo que ha hecho se merece ese golpe y más, arrodillado frente a mí, ignoró los murmullos que escucho de mi por lo que había hecho.

Sentí la mirada de Apolo sobre nosotros, pero no demostró ningún tipo de sentimiento al verme, era neutra y el gesto que hizo después de desagrado, fue suficiente para que saliera de ese lugar, estaba harta, exhausta y sólo quería estar sola así que me fui al único lugar donde nadie entraría sin mi autorización.

—¡Señora Wayland…

Le pedí al gerente que nadie absolutament nadie podía entrar a molestarme, me encerré y me senté en la silla, siento que mi mente no da mas y ahora solo quiero tener un poco de paz, no quiero pensar que el tonto de Apolo se