Capítulo 6

Savannah

Hoy, mientras Noah se encaminaba hacia la escuela con entusiasmo palpable, yo me sumía en una melancolía profunda. A diferencia de mí, él no mostraba ni rastro de nerviosismo; su actitud era más bien la de un aventurero listo para enfrentar lo desconocido. Mi hijo tenía esa rara habilidad de abrazar las nuevas experiencias con una aceptación serena, mientras yo me sentía como si estuviera colocándolo en una canasta de mimbre, a punto de enviarlo a navegar por un río incierto. Sí, reconocía lo absurdo de mis pensamientos, pero, al parecer, no podía evitarlo.

— ¿Qué sucede, mamá? —preguntó Noah.

Sus ojos grandes y preocupados se alzaron hacia mí, y su pequeña mano tiraba de mi manga. Traté de secar mis lágrimas antes de arrodillarme y abrazarlo.

— Nada en absoluto, cariño. Estoy bien —musité con la voz entrecortada.

— Va a estar bien —aseguró Noah, dándome palmaditas en el hombro—. No llores. Cuando volvamos a casa, podremos jugar con tus cartas.

No pude evitar solt
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP