— ¿en serio te agrada ese neandertal?
—sí, bueno no me ha hecho algo como para no hacerlo —respondo con indiferencia.
—Todavía —murmura Clara.
Apenas salimos a el receso no pude contenerme mas y termine soltándole un montón de preguntas a Clara respecto a lo sucedido hace rato en el salón; pero ella no parece muy dispuesta a responderlas. Ahora nos encontramos devolviendo nuestras bandejas de comida y salimos de la cafetería.
—a ver ¿Qué te ha hecho para que te caiga tan mal? —interrogo.
—no se trata de lo que me ha hecho a mí, sino a la gran mayoría de las chicas de esta escuela —cuenta— es un perro, no ha soltado a una cuando ya está detrás de otra.
—Pues yo creo que le gustas —canturreo.
Ella suelta un sonoro "ja" y luego niega con la cabeza.
—si, como la otr
Hoy en la mañana me desperté, no solo con unas ojeras terribles, sino también con un enorme grano en la frente. ¿No se los había dicho ya? Cuando tengo un poco de buena suerte, la mala no tarda en llegar. Después de ducharme y ponerme un poco de maquillaje, para disimular mis ojeras y la espinilla, a la cual me tome la libertad de llamar Roberta, cogí mi mochila y mi guitarra, y baje a desayunar.Hoy voy a presentarme en las audiciones para la clase de música, solo espero que mi magnifica fortuna-nótese el sarcasmo- no se haga presente.Después de desayunar con mama, ella se va para su trabajo y yo me quedo esperandoal idiota mayor... y también orando para que el no pregunte nada de ayer. Pero conociendo mi suerte y como le encanta a esta hacerme sufrir, me invento una historia para justificar mi actitud; porque mujer precavida vale por dos. Espero que Lian se la trague.
POV LianEl frio aire de otoño me golpea en la cara cuando salgo del instituto y me dirijo hacia mi auto. En el estacionamiento paso al lado de unos chicos que me sonríen y regalan saludos, pero yo no sé los devuelvo, estoy muy sumido en mis pensamientos como para hacerlo. Al llegar a mi camioneta me subo, tranco la puerta de un portazo y me dejo caer en el asiento soltando un fuerte suspiro de irritación y molestia.No sé qué fue lo que sucedió allá adentro exactamente, actué sin pensar y me deje guiar por mis emociones; solo sé que me sorprendió, y por alguna extraña razón me molesto, el hecho de que Abby y Ben estuvieran hablando con tanta confianza como si fueran amigos de toda la vida, y de como ella se veía tan cómoda. También por que cuando ella y yo hablamos solo tenemos conversaciones superficiales en las que yo termino burlán
¿Es posible que se te pierdan las cosas aun en tu propia casa?Porque la verdad es que no me explico cómo se me puede haber perdido el otro par de mis zapatos cuando había dejado los dos la noche anterior al lado de la cómoda y ahora solo hay uno de ellos. De pequeña solían perdérseme las cosas muy a menudo y mama bromeaba diciendo que probablemente a estas le salían patitas y se iban corriendo; y a pesar de que solo era jugando, para mí era la única conclusión a la que había llegado para explicar la desaparición de mis cosas sin motivo alguno.Ya han pasado dos semanas desde que nos mudamos— si, sigo viva —y a pesar de que al principio no estaba muy contenta con eso, me he dado cuenta que no fue una mala idea; después de todo las cosas han estado muy bien. Sin contar que el trió de víboras sigue rondando por ahí; pero no han vuelto a hablarme desde la vez del baño, solo se limitan a enviarme sus amenazas por notas durante las clases. Y a mí, por ot
El resto de la clase no las pasamos en silencio, pero no por eso Lian deja de molestarme pues no deja de pincharme con el lápiz o de pisarme el pie, y yo trato con todas mis fuerzas de prestarle atención a la maestra y de no golpearlo en la cara. Me arrepiento de haber dicho que no me molestaba ser su compañera.Una hora y media después la campana suena avisando que es hora de almuerzo y todos comenzamos a recoger nuestras cosas para irnos.—Tenemos que decidir cuándo reunirnos para hacer el trabajo —le recuerdo a mi compañero de proyecto quien parecía tener toda la intención de irse sin antes hablar de la tarea.—Ah sí, cierto. Di cuando y yo te digo si estoy libre —responde con tranquilidad.—Bueno, ¿qué te parece hoy en la tarde?—No, hoy no puedo tengo practica de futbol. Pero mañana si.—No, mañana tengo clases de música en la tarde —r
Ya soy oficial y legalmente una madre. Ayer después de mis clases de música, con Will que era el que me iba a llevar y Clara, la cual decidió acompañarnos, fui a al lugar que mi amigo dijo que ayudaban a los animalitos indefensos y me convertí en la tutora legal de Rocky, aunque primero me hicieron una serie de preguntas para saber si él estaría bien conmigo y si logre pasarla; claro está que no mencione lo ocurrido con mi última mascota.A los chicos les agrado mucho la idea de que lo adoptara, sobre todo a Will quien dijo que así podría ver al pequeño perro más seguido. Pero aun así no me libre de sus consejos y advertencias de cómo cuidarlo. Pero a pesar de mi desastroso historial como dueña de alguna mascota todo ha salido de maravilla. Digo el perro sigue con su cabeza y extremidades donde deben, ese ya es un logro.Un tiempo después me voy a toma
Silencio.Y del incómodo.Eso es lo único que hay en el auto.Daine si que tiene malas ideas, primero se le ocurrió el que Lian me llevará a la escuela, y aunque esto no termino tan mal, al principio no fue para nada de mi agrado; y ahora se le ocurre esto, no sé qué paso por su cabeza a la hora de decir que la única manera de que su hijo asistiera a la fiesta era si yo también iba. Y mi madre, por otro lado, era como las voces de mi cabeza, solo apoyando ideas estúpidas.¿Y por qué no me negué a esto?Bueno se debe a que por mi culpa Daine se enteró de que Lian iría a una fiesta, ¿y quién sabe? tal vez el tenía intensiones de decirle que estaría en casa de Ben, o algo así, y yo terminé arruinando sus planes por boca suelta; pero en mi defensa no sabía que eso era un secreto. Así que al ser el aco
—Volví —anuncia Will al llegar a nuestro lado— ¿De qué hablan?Lila y yo compartimos una mirada, por mi parte cómplice y por la de ella asustada.—Cosas de chicas —decido contestar.—De acuerdo —Will pasa la mirada de Lila a mí, y viceversa, con los ojos entornados— me alegra que se lleven bien. Voy a buscar algo de tomar ya vuelvo.—ay, yo también quiero —digo— ¿Tú quieres Lila?—no yo estoy bien, gracias —contesta la mencionada.— ¿Estás segura, Abby? ¿No has tomado ya demasiado? —inquiere mi amigo.— ¿Qué? Puf, no, yo estoy bien, solo estoy contenta. Es todo.—como digas —Will toma mi vaso y se lo lleva para llenarlo también.— ¿estás segura de que no es suficiente? —cuestiona está v
Es un desastre.Un completo desastre.Apenas Abby empieza a vaciar el contenido de su estómago en el verde pasto, me apresuró y recojo su cabello con mis manos para que no se ensucie.Ya me puedo imaginar la riña que me va a dar mama cuando llegue a casa y vea lo ebria que esta la castaña. Pero esto no es para nada mi culpa, Abby no es una niña, debe tener control de lo que hace y bebe, no puede andar por la vida como si todo fuera un juego. Y a juzgar por la forma con la que se tomaba esos tragos, sé que a ella no le importaba, o siquiera había pensado, lo que eso produciría; entre esas cosas que la cachetearan.No creo que exista un ser más desafortunado y desgraciado que ella.Al terminar de vomitar se endereza y paso su brazo por mis hombros para llevarla a la camioneta, pues por la forma torpe con la que camina sé que no podrá hacerlo sola. La ayudo a entrar en mi auto y le doy la vuelta a este para entrar en el asiento del conductor.—