Perspectiva de Sandro.

Estoy en un restaurante en mi cuarta cita con una mujer que mi madre se empeñó en que conociera, dice que no le agrada del todo pero aún así se ha encargado de que salga con ella, es una mujer madura y agradable, tiene buen tema de conversación pero no quiero estar con alguien solo por no estar solo, no necesito la compañía de nadie con Bastián es suficiente, pero mi madre está empeñada en que necesito una esposa y aquí estoy cumpliendo uno más de sus caprichos.

Mónica no me desagrada, es muy hermosa pero no he llegado a sentir nada por ella, solo trato de disfrutar la compañía y he sido muy honesto con ella la cual esta de acuerdo en seguir con estas citas. Marco no está nada contento no le agrada nada y a Bastián tampoco, es un niño muy consentido y según el que yo salga con alguien le quitará a su padre. Jamás le impondría a una mujer que no le agrade y mucho menos con la cual el no se sienta cómodo.

Estos últimos días no he estado del todo cómodo, he tenido algunos malestares estomacales, todo lo que como me cae mal y la mayor parte de lo que como lo termino devolviendo, mañana saldremos a pasar el fin de semana al campo con mi madre y estaba empeñada en que invitara a Mónica pero no me parece una buena idea.

-Esta noche estás muy pensativo.

-He tenido mucho trabajo y no he podido pasar mucho tiempo con Bastián.

-Pero para eso tendrán el fin de semana, mejor disfrutemos el tiempo juntos.

Este tipo de comentarios son los que no me agradan, siempre hace como si nada más importara solo estar con ella y en eso se equivoca. Estamos por salir del restaurante y no me siento muy bien, solo quiero volver a casa y descansar.

-Te gustaría pasar a mi casa a tomar algo y ponernos cómodos?

-No puedo, tengo que llegar a preparar todo para mañana.

Puedo notar su cara de decepción al escuchar mi escusa pero no tengo ganas de ir con ella.

Después de dejarla en su casa regreso a casa, paso un momento al cuarto de Bastián y me quedo un rato con el, después me voy a terminar de ajustar algunas cosas para el viaje de mañana y me voy a la cama, en cuanto cierro los ojos viene a mi mente la imagen de esa mujer y en seguida me reprendo, no la volveré a ver no debo de estar pensando en ella, pero esos ojos son difíciles de olvidar.

Perspectiva de Luciana.

Salgo del baño con el dispositivo en las manos esperando que pase el tiempo que indica en el empaque, pero en el fondo deseando que sea negativo.

Después de un par de minutos mis manos comienzan a temblar viendo que el resultado es positivo.

-Qué es?

-Po..positivo.

Digo apenas en un susurro, ella toma el aparatito y se queda callada por un momento, yo aún no me puedo mover de donde estoy, no puedo creer que esto me esta ocurriendo, no se que voy a hacer, no se como podría tener un bebé.

-Estas bien?, vamos a sentarnos un momento.

Dice mientras me ayuda a sentarme en el sillón donde estuvimos hasta hace un rato charlando tan tranquilamente.

-Que voy a hacer Pao, no puedo tener un bebé.

Digo sin poder verla ni poder salir del asombro. Solo esas palabras se repiten una y otra vez en mi mente, y no puedo evitar pensar en que mamá estaría feliz, siempre dijo que quería conocer a sus nietos pero yo jamás pensé en la posibilidad de llegar a tener uno.

-Vamos a calmarnos y después veremos que hacer, no estás sola, yo siempre estaré para ti y sabes que Marco también.

No puedo evitar sonreír al escucharla, ella si que desea convertirse en madre algún día y ahora que ya tiene con quien hacerlo la idea le parece genial, pero a mi, yo que voy a hacer con un bebé.

-Lo sé y te lo agradezco.

Y sin poder evitarlo las lágrimas comienzan a salir. No supe en que momento me quede dormida pero cuando me despierto ya es muy tarde, escucho voces en la cocina y me dirijo ahí, encontrando a Paola con Marco en una conversación muy calmada.

-Buenos días.

Digo en la entrada, ambos se giran.

-Buenos días.

Responden al unísono.

-Marco vino a traernos el desayuno. Cómo te sientes?

-Gracias, mejor supongo.

No quiero entrar en detalles porque ni yo misma se como estoy.

Después de desayunar con una amena charla, están por irse pero Marco se gira creo que realmente me veo mal porque parece que no me quiere dejar sola.

-La mamá de Sandro mi mejor amigo, vive en una hermosa cabaña a las afueras de la ciudad iremos a pasar el fin de semana con ella, no les gustaría venir?

-Claro que si, vamos Lu?

Dice muy entusiasmada Paola.

-Gracias pero prefiero quedarme a descansar un poco.

-Entonces me quedo contigo.

Dice Paola pero no estoy dispuesta a permitírselo.

-No, vallan ustedes diviértanse, yo tengo mucho que pensar.

Ella asiente entendiendo que de verdad necesito pensar muchísimo.

-Pero cualquier cosa me llamas, por favor, recuerda que no estás sola.

Asiento y terminan de despedirse. Doy un largo suspiro sin saber que voy a hacer, lo primero es sacar una cita con un ginecólogo para confirmar la noticia.

Unos días después vamos saliendo del ginecólogo con Paola y ya no hay dudas estoy embarazada y todo parece ir de maravilla, la que no esta de maravilla soy yo, no se que voy a hacer y el doctor me ha informado que no queda mucho tiempo para decidir si continúo con el embarazo o lo interrumpo. Todo el camino estuvimos en silencio se que estaba esperando y conteniendo la pregunta al llegar a mi departamento no la puede contener más.

-Ya has pensado que harás?

-No he hecho otra cosa que pensarlo, pero no creo ser capaz.

-Claro que eres capaz, eres la mujer más dulce y tierna que conozco, estoy completamente segura que serás una maravillosa mamá, pero también estaré de acuerdo si crees que no es lo que quieres hacer y te apoyaré incondicionalmente.

Le doy un fuerte abrazo sabiendo que todo lo dice de corazón, pero más asustada de lo que quiero admitir.

-Creo que deberíamos buscarlo.

Me dice mientras aún estamos abrazadas.

-A quién?

-Pues al padre del bebé, tiene el derecho de saber que será papá.

-Como lo vamos a buscar, no se ni su nombre, es caso perdido.

-Eso quiere decir que lo tendrás?

Doy un largo suspiro.

-Tengo hasta mañana para confirmar la cita, así que aún no he tomado una decisión.

Ella me ve y sonríe creo que ella ya sabe cual es mi decisión pero no me quiere presionar así como yo aún no estoy dispuesta a decirlo en voz alta.