Sugar Mommy

Pov Samanta

- ¿Tan fastidiosa es? — Sandy me preguntó mientras nos sentábamos en la mesa de la cafetería.

- ¡Te lo juro! Lo que le falta de estatura le sobra de ego — Le dije a Sandy mientras recordaba la prepotencia de Angie.

- jajaja Sami, ¿Te has dado cuenta de que en todo el almuerzo no has parado de hablar de tu jefa? — Sandy me dijo riendo y me sorprendió su comentario.

- Es que si tú estuvieras en mi lugar harías lo mismo Sandy. Solo sé que tengo que hacer este sacrificio por el curso y por ayudar a mis papás — le dije mientras le robaba de su helado.

- ¡Suerte, amiga! Y por favor no vayas asesinar a tu jefa, no te quiero ir a visitar a la cárcel — Sandy me dijo burlándose y yo le rodeé los ojos.

- Por suerte me queda bien el tono naranja — Le dije guiñando un ojo y nos levantamos de la mesa para ir a clases.

Con Sandy íbamos agarradas el brazo y escuché que alguien gritó mi nombre, volteé a ver y vi que Drake se estaba acercando a mí con una gran sonrisa.

- ¡Hola Sami! — Me dijo mientras despeinaba su cabello y me daba una linda sonrisa.

- ¡Hola Drake! — Le respondí devolviéndole la sonrisa.

- Quería saber... Bueno tu ya sabes ya mañana es sábado y estoy muy ansioso porque ya sea mañana en ir a comer el helado Contigo, que me preguntaba si podía pasar a traerte a tu casa — Me dijo muy nerviosos y se me hizo muy tierno.

- ¡Claro! Pero está bien si salimos a las ¿6 de la tarde? — Le dije ya que quería aprovechar para realizar mis tareas.

- ¡Excelente! ¡Te veo mañana bonita! — Drake me dijo dándome un beso en mi mejilla y después corriendo, dejándome sorprendida y sonrojada a la vez.

¡Wiiiii! Son novios, se besan, se pasan el chicle 🎶🎵

Sandy comenzó a molestarme y yo la corrí y le tapé la boca.

- ¡Cállate, Sandy! ¡Me estresas mijita! — Le dije y ella se empezó a reír.

Las clases transcurrieron rápidamente, y ya se había llegado la hora de salida, Sandy se ofreció a llevarme al vecindario donde se encontraba mi Verdugo.

Pov Angie

Tendremos una campaña publicitaria nueva por hacer, estaba muy estresada, porque debíamos tener todo listo para el lunes, por lo cual me tocaba trabajar ¡Todo el fin de semana! Tenía que revisar las campañas que me habían propuesto mis publicistas, y ya sabía a quién haría trabajar el fin de semana conmigo, reí maliciosamente, por qué haría que Sami pasará a mi lado el fin de semana.

Arregle mis cosas para salir ya que Sami estaría a punto de llegar a mi casa y escuché que tocaron la puerta.

¡ADELANTE!

- ¡Disculpe Licencia! Pero quería saber ¿Que tal estaba haciendo mi hija su trabajo? ¿Qué le parece?

¡Me parece súper sexy y hermosa! Pensé y me limité a sonreír.

- Por el momento ha hecho un buen trabajo su hija Miguel y si me disculpa tengo que retirarme — Le dije palmeando su hombro y el con una sonrisa asintió.

Salí de la oficina y me despedí de mis empelados. Me subí a mi auto y comencé a manejar hacia mi casa y ¡Odiosamente! Había tráfico.

Me bajé de mi auto y Sami estaba sentada en la entrada justamente enfrente de la puerta, sonreí al verla y ella no se había percatado de mi presencia porque estaba distraída en su teléfono, me vio bajar del auto y me vio con los ojos entrecerrados.

- ¡Lamento la tardanza! Pero había mucho tráfico — Le dije apenada.

- ¡No me gustan las impuntualidades jefas! — me dijo diciéndome lo mismo que yo le había dicho ayer.

- ¡Soy la jefa! ¡No tengo hora de llegada! — Le dije con una sonrisa burlona y ella rodó los ojos.

Entramos a la casa y Sami iba a entrar al despacho, pero yo la detuve y le pedí que se sentará en la sala, ella me vio raro pero acepto.

- ¿Porque me pidió que me sentará aquí?

- Me gusta conocer a mis empelados, así que está será como una entrevista — Le dije extendiéndole una copa de vino.

- ¡No tomo licor, pero gracias! — me dijo y dejó la copa en la mesa, rodeé los ojos por lo aburrida que era, pero decidí empezar a cuestionarla.

- ¿Porque quieres trabajar si aún eres una colegiala? — le pregunté bebiendo de mi copa.

- Me encanta todo sobre el maquillaje y sobre la estética, habrá un curso de estética en los ángeles y como mis papás no tienen la oportunidad de pagarme el curso lo quiero hacer yo y como es demasiado caro decidí trabajar para poder ir al curso y aparte para ayudar a mis papás.

- ¡Que interesante! ¿Sabías que a mí me gusta ayudar a mis empleados? — Le dije fingiendo inocencia.

- No, no lo sabía.

- Pues ahora lo sabes y además quisiera ayudarte, quiero ser como tú ¡Hada madrina! Quiero conceder todos tus caprichos y deseos, además que podría ayudarte a que asistas a ese curso y puede subirte el sueldo para que ayudes ¡Mucho más a tu familia! — Le dije jugando con mi copa y viéndola fijamente, a Sami se le iluminaron los ojos y a la vez me veía confundida.

- ¿Enserio? — Me preguntó incrédula.

- ¡Claro! Yo te puedo dar ¡Todo lo que quieras! Pero... Solo quiero algo a cambio— Le dije y ella se levantó del sofá.

- Sabía que ibas a querer algo a cambio, ¿Qué es eso que quieres? — me preguntó y yo me pare y la tome de la cintura y la pegue a mí.

- ¡Quiero que seas Mía! Me estoy muriendo por tenerte entre mis brazos Samanta Soto, te daré todo lo que quieras y aparte te premiare dándote placer — Le dije y ella intento zafarse de mi agarré.

- ¡No soy ninguna prostituta Angie!

- No pretendo que lo seas, quiero ayudarte eso es muy enserio, creo que tienes muchas habilidades y que serás muy exitosa en esta vida, quiero que seamos amigas y poder besarte, ¡Muero por besar tus labios! Me estás volviendo loca Sami, pero te advierto que yo no soy de enamorarme y espero que tú tampoco lo hagas, porque no te quiero lastimar.

- ¿No que soy una niñita? ¿Porque querías tener algo con una niñita? Cuando hay muchas más mujeres y hombres de tu edad.

- Ni yo misma encuentro una respuesta a tu pregunta, solo sé que me atraes ¡Mucho! Y es cierto que soy mucho mayor que tú, y por eso quiero ser ¡Tu Sugar Mommy! — Le dije y le robe un beso, moría por sentir sus labios y aunque al principio se negó al beso, termino correspondiéndome, ese beso me hizo sentir cosas que jamás había sentido al besar a otra chica, se sentía tan... ¡Maravillosamente bien! Besar a Samanta Soto, no espere e introduje mi lengua en la boca de Sami y nuestras lenguas comenzaron a bailar al mismo ritmo.

Nos separamos por falta de aire y mi mirada se conectó con la de Sami y entre en un trance al ver es color avellano de sus ojos.

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