CAPÍTULO 2

PRIMER DIA, NUEVOS AMIGOS

Me muevo de un lado para otro evitando que los rayos del sol me den en la cara y me despierte, algo peludo se desliza por mi nariz molestándome que lo alejo con una mano, me cubro con mis alas de los rayos del sol para dormir un poco más, solo quiero eso dormir un poco más es lo único que pido.

Estoy a punto de regresar al mundo de, los sueños cuando alguien toca la puerta de mi cuarto impidiéndomelo.

-Alison estas despierta...

No por favor quiero dormir...

-Hum...

-Mike me comento que te cuesta mucho despertarte... ya es tarde para que vayamos a la escuela. -dice del otro lado tocando la puerta.

-Voy... voy... vo....

-Te veo abajo. -es lo último que dice para que luego escuche sus pasos como se va alejando.

Abro los ojos topándome con las plumas de mis alas que me cubren, es tan suave y acogedor dormí cubiertas con ellas que provoca no querer pararme hoy y nunca.

Abro mis alas me incorporo, me tallo los ojos y suelto un gran bostezo mañanero.

-No quiero... no quiero ir a ese lugar por nombre tiene escuela – me quejo parándome de la cama- muchas almas en ese lugar...

Será un día muy pero muy cansado...

Me paro enfrente del espejo y me quedo viendo mi aspecto, mi cabello largo hasta las rodillas blanco esta desordenado mis ojos lilas puro resalta de mi rostro y mis alas blancas tiene mechones de mi cabello en él, mantener este aspecto de mi oculto es agotador, gasto energía y eso no me ayudara hoy que es el primer día que estaré rodeada de muchas personas, solo esperare el momento adecuado para irme, escaparme de ahí.

Aunque pensado lo bien seria eso un problema si Rían no me ve, quien sabe que otra mentira le conto de mí Mike que me pondrá esto difícil.

Me restriego la cara frustrada y me empiezo a prepararme para este día.

Salgo de mi cuarto arreglándome la falda y la playera, llevo una mochila con un solo cuaderno ya saben tengo que meterme en el papel de chica estudiante.

Me arreglo el cabello y empiezo camino hacia las escaleras, para estar en este mundo me veo como una chica de ojos negros, cabello negro que llega arriba de mis caderas, piel no tan pálida y chaparra, a lado de Rían me siento como una Catarina que puede ser pisoteada en cualquier momento feo en realidad muy feo de ser chaparra.

Al llegar a la sala dejo mi mochila en el sofá y camino hacia la cocina que el olor a pan tostado llego a mi nariz desde el momento que termine de bajar las escaleras, Rían se encontraba poniéndole mermelada al pan con un delatan bien bonito color café, sonrió sin pensarlo que me siento en el banco de la pequeña isla y me le quedo mirando.

Se ve bien lindo entretenido, cuidadoso poniéndole mermelada al pan tostado, tomo el ultimo pan le pone mermelada y apaga la estufa, en el momento en el que se da la vuelta con los dos platos pega un brinquito al verme.

-No te escuche bajar –dice acercándose a mi dejando un plato frente mío.

-Gracias... -le doy un mordico al pan y miro impresionada a Rían, sabe muy rico nunca me había hecho esto cuando vivía sola sabe exquisito.

-Al parecer te ha gustado mucho lo único que se hacer de comer.

-Eres muy bueno con el pan tostado y esto –señalo la mermelada- sabe muy rico.

-Jajajaja, es como si fuera tu primera vez comiendo esto –ignoro sus palabras eh sigo comiendo.

Al terminar lavamos los trastes y me voy a sentar en el sofá satisfecha, de ahora en adelante pondré el pan tostado en mi lista de comidas favoritas.

-Rayos, se nos hará muy tarde –lo miro y lo veo muy nervioso.

-Tranquilo es solo unos minutos tarde.

-Es semana de Exámenes... como que tranquilo, tenemos que irnos rápido.

- ¿Exámenes? -lo volteó a ver ladeando la cabeza sin saber que es un examen.

- ¡Si, exámenes! -dice todo alterado tomando su mochila y caminando a paso velos a la puerta.

- ¡Exámenes! -espetó, la emociones de Rían invaden mi cuerpo alterándome también.

- ¡Vámonos rápido! -abre la puerta y sale rápido.

- ¡Si, no quiero llegar tarde al examen el maestro me mataría! Y... -tomo mi mochila eh sigo a Rían rápido.

Cuando llego al portón de la casa para en seco y frunció el ceño.

-Esperen un momento, nunca fui a la escuela y porque tengo que preocuparme por un examen que no se que sea esa cosa –me cruzo de brazos- ¡JA! Que te pasa Alison –bufo- solo deja que se vaya y ya te quedas sola en casa a dormir de nuevo.

Me doy la vuelta dispuesta entrar a la casa de nuevo pero...

-Alison ¡qué esperas! El autobús se va y llegaremos tarde al examen.

Me grita alterado.

- ¡Ah! ¡Páralo, páralo!

Corro como loca hacia donde esta Rían que sube al autobús, subo rápido y la puerta se cierra detrás de mi dándome la oportunidad de recargarme y recuperar el aire por correr así de rápido.

Ya es demasiado tarde cuando me doy cuenta de lo que eh echo... me pego al vidrio de la puerta del autobús viendo cómo se aleja de la casa, de mi cuarto y de mi triste y destrozada cama que quiere que regrese con él.

-No, no, no.... –hago un puchero- mi cama... no me alejes de mi cama.

-Niña vas a pagar –miro al tipo sobre mi hombro molesta, estará en mi lista negra por cometer semejante maldad.

Le pago y me siento en el primer asiento libre que veo, no me puse a buscar a Rían ya que bueno solo compartimos la misma casa no tenemos que estar juntos como flor y abeja.

Me dispongo a ver el camino hacia un lugar que desconozco en su totalidad, pensando a la vez que hare una vez que llegue, puedo regresar a casa cuando baje del autobús, pero si Rían no me ve al finalizar los exámenes no sé qué podría decirle.

Lo único que me queda por hacer es presentarme, esto es feo muy pero muy feo, según, para el soy la que tiene las mejores notas en la clase y no sería chido que vea que yo Alison no asistí a la escuela.

Esto será muy pero muy difícil.

Suspiro una y otra vez todo esto me está dando dolor en la cabeza.

Miro el autobús que ahora se encuentra muy lleno, ni me había dado cuenta, cuando se llenó, estaba tan sumida en mis pensamientos que ahora el autobús esta atascado de personas, prefiero más volar que viajar en esta cosa.

Si tan solo Rían supiera que soy ahora mismo estaríamos volando a la escuela en vez de tomar el autobús, pero no, no sabe que soy y nunca lo sabrá.

Aferro mi agarre en mi mochila eh miro una vez más a la ventana, todo iba tranquilo para ser verdad, nunca creí que me toparía con un problema en este pequeño lugar donde puede faltarnos el oxígeno si no hubiera ventanas.

Con una mueca formada en mis labios miro al causante de romper mi paz, busco y busco hasta que lo encuentro en el último asiento hasta atrás, veo a un tipo que mira a una chica estudiante al parecer por la mochila de una forma sucia, la chica esta aferrada a su mochila asustada y sin tener una idea de que hacer de que movimiento hacer, el tipo se mueve de un lado para otro y la chica sentada está muy disgusta y asustada.

Leo los pensamientos del tipo y eso me hace enojar más de lo que ya estaba por acabar mi tranquilidad, enojada me levanto de mi lugar le sedo el lugar a una mujer y como ratón me abro paso entre las personas hasta llegar a donde está el tipo, lo miro con enojo y sin miedo lo empujo aun lado tomando su lugar.

El tipo suelta una palabrota que al mirarme todo cabreado le doy una ingenua sonrisa.

-Perdón señor, freno bruscamente el chofer espero que no se haya hecho daño –miento.

-No... no se preocupe –el enojo en su tono de voz se hace notar, pero a mí me da igual ese tipo se lo busco.

Noto que quiere acercarse de nuevo y quitarme de donde antes estaba, pero una vez más lo empujo haciendo que se de en la cabeza con el tubo, me mira más molesto que antes y yo me hago la sorprendida de que el chofer es malo conduciendo.

-Ese chofer... enserio como es que le dieron una licencia para estar tras el volante. –trueno la boca disgustada.

Miro a la chica que protejo de ese hombre, que se está aguantando una risa por lo que eh estado haciendo y eso me alegra ya que ya no está asustada ahora que está segura y protegida.

Alzo la mirada para ver por la ventana que de eso siento que algo me alza la falta y me toca la pierna miro al siguiente muerto y antes de que pudiera hacer algo un cuerpo se pone entre mí y el tipo que ya se las estaba contando.

- ¿Qué crees que le estás haciendo a mi chica idiota? –me hago hacia tras para poder ver de lado el rostro del chico y veo que es Rían, su expresión estaba muy raro no se veía como el Rían tranquilo de la casa si no ahora se ve diferente.

-Nada, mocoso –bufa- los niños de ahora, ¡se imaginan cosas!

-Se imaginan cosas –escupe molesto haciendo que me de miedo- vi que le tocaste la pierna inferna, ¿Qué te pasa? –lo empuja con un brazo haciendo que se haga hacia tras chocando con el tubo- te gusta hacerle esto a cualquier chica que veas...

-Cállate mocoso, yo no hice nada.

Se voltea a mí y me toma de la cintura delicadamente tomándome por sorpresa, mi corazón empieza a latir rápido un extraño calor se apodera de mi cuerpo y siento como mis piernas se aflojan.

-Alison, ¿te toco verdad? –me pregunta muy dulce sin poder dejar de mirarlo asiento una y otra vez, su mirada regresa al tipo molesto- no que no estabas haciendo nada enfermo.

Le da otro golpe mandándolo hacia atrás, el camión para y un grito hace que mire hacia mi izquierda y veo al chofer abriéndose paso.

- ¡¿Qué es lo que está pasando aquí?! –nos mira a todos y su mirada para en Rían- que sucede Rían.

¿lo conoce?

-Este tipo se estaba pasando de la raya con mi chica y con esta chica también –le informa.

El chofer nos mira a mí y a la chica quien estoy protegiendo, su semblante cambia y se pone frente a Rían, le da un golpe a la puerta del autobús de atrás y este se abre.

-Con que te gusta hacer eso eh... a mí me gusta mucho aventar personas como tu fuera de mi autobús.

Sin decir más lo toma de la camisa y con una patada lo saca del autobús, su acción me sorprendió mucho que nunca creí que pasaría esto, los demás que se encontraban en el autobús le gritaban un buen de cosas feas al hombre que ahora se encontraba afuera levantándose.

El chofer grito unas cosas más a las personas que se encontraban en el lugar diciendo que este tipo le gusta tocar jovencitas y sin más cierra la puerta y regresa tras el volante.

Miro al hombre por la ventana como es tomado por unos policías, pelea por ser soltado, pero no lo logra, lo miro hasta que desaparece de mis vistas.

Vaya, iniciando el día con un gran drama hum... al parecer esto de ir a la escuela no será para nada aburrido creo que podre divertirme.

Quiero ver que drama me espera en la escuela, quiero saber más sobre qué cosas divertidas pasara.

El autobús llega a nuestro destino nos despedimos del chofer y bajamos del autobús, la escuela es enorme por lo que veo, tiene muchos árboles donde podre dormir ajusto.

-Me iré a mi facultad no llegues tarde al examen veo que eres bien despistada –al escucharlo y notar que esta a mi lado me pongo nerviosa así que sin pensar corro dentro de la escuela dejándolo atrás.

Corro no sé por cuanto tipo que cuando paro miro hacia atrás asegurándome que no esté siguiéndome oh algo por el estilo.

Mi tranquilidad llega al no verlo, me doy la vuelta eh pego un brinco y un gran grito al ver a la chica del autobús frente de mí.

-Por los dioses –me llevo una mano al pecho- así es como se sintió Rían cuando no me escucho llegar a la cocina, porque si es así nunca más lo hare le avisare primero –murmuro.

-Lo siento te asuste –dice apenada.

-No, no me asustaste.

-Quería darte las gracias por... ayudarme en el autobús no sabía que hacer es la primera vez que me paso algo como eso, me quede como piedra.

-No te preocupes, para eso estamos ya sabes uno nunca está solo, siempre habrá alguien para ayudar.

-En este caso fuiste tú, aunque no, nos hablamos en clases, pero me alegra mucho que me hayas ayudado.

-Ah... en clases...

-Sí, vamos en la misma clase, entiendo que no sepas de mí ya que siempre estudias –ríe nerviosa.

Miro a mi alrededor y luego la miro a ella una vez más miro a mi alrededor y ya entiendo todo, Mike se encargó de todo esto de ponerle en la cabeza a todos aquí mi existencia de seguro facilitándome lo pero en realidad lo empeoro, solo por hoy iría hacer ese examen ya los demás días no, me quedaría en casa durmiendo hasta la tarde, ese Mike solo que se aparezca ante mí y le daré una buena.

-Es mejor que nos demos prisa, no queremos llegar tarde al examen.

-Sí, si –rayos no sé dónde queda la facultad y mucho menos el salón- ¿vamos juntas?

Propongo a la chica ya que será mi amuleto de la suerte hoy, la chica se sorprende por un leve momento para luego asentir rápido sin parar la cabeza hasta me preocupa que se le zafe.

-Claro, vamos juntas –sonrió y le tomo su brazo.

--Por cierto ¿Cómo te llamas?

-Ángela –dice alegre, al parecer le alegra mucho que le hable oh que le haya propuesto ir juntas al salón.

-Ángela... hum, como los ángeles –asiente- que lindo nombre tienes, va contigo.

- ¿Enserio? –me mira.

-Sí, es como si tuvieras la marca de que siempre un ángel estará ahí para protegerte. –suelta una risita.

-Como tú, eres mi ángel –la miro sorprendida- por salvarme de ese tipo en el autobús.

-Ah... si así mero.

En el camino platicamos muchas cosas en vez en cuando le sacaba información muy cuidadosamente sin que se diera cuenta, al llegar al salón ya unos alumnos se encontraban sentados en sus respectivos lugares con una hoja en su mesa, el maestro nos dio igual una hoja me senté en el lugar que me es asignado y miro la hoja que es el examen por que lo dice.

Leí cada pregunta del examen todos que sin saber cómo me sabia la respuesta, algo raro porque nunca me leí un libro de medicina y nada por el estilo, acaso será que... por estar mucho tiempo en el hospital recogiendo almas se me pego algo hum... puede ser eso de seguro estaba atenta a algo que la información de todo estaba entrando a mi oído llegando a mi cerebro para luego ser archivado.

Que cosas estoy diciendo.

Saco mi lápiz y respondo todo el examen muy rápido, miro de un lado para otro eh muchos se encuentran aún en la primera hoja otros en la tercera y unos en la última.

Juego con mi lápiz eh miro por la ventana hacia el otro salón veo como uno acaba el examen se levanta y lo entrega para luego salir con sus cosas, ¿tengo que hacer eso? Bueno no pierdo nada con intentar.

Guardo mi lápiz tomo mis cosas me levanto, tomo la hoja del examen y con la mirada de todos encima me acerco al maestro y le entrego mi examen.

-Ya acabaste, lo respondiste tan rápido –espeta sorprendido.

-Si.

-No... ¿quieres revisarlo antes de dármelo? Para que cheques si tienes un error oh algo. –niego con la cabeza- ok, puedes irte.

Camino hacia la puerta no antes de mirar a Ángela y hacerle una seña que la veo afuera, a lo que ella asiente.

Miro el pasillo y regreso por donde viene en el camino vi unas bancas con mesa afuera la esperare ahí por lo mientras y si es posible me dormiré un poco.

Busco una banca con mesita disponible que al ver uno camino hacia ella dejo mi mochila en la mesa para usarlo como almohada y me acomodo, pongo un bloqueo en mi para que no me salgan mis alas en lo que duermo y mi aspecto angelical, no quiero meter la pata.

En el momento en el que mi cabeza toca mi mochila caigo dormida.

No sé cuánto tiempo paso, pero para mí siento que fue solo un segundo, el rayo de sol dándome en la cara me molesta tanto que gruño de molestia como si el sol me escuchara el rayo se va dejándome dormir tranquila.

-Ah... ¿qué haces aquí? –escucho una voz murmurando.

-Pasaba por aquí y la vi... ¿el examen estuvo difícil?

-Hum, si lo estuvo, pero para ella no, solo se sentó y luego se paró para entregar su examen, acabo muy rápido no me sorprende que siempre sea la numero uno en la lista.

-Ya veo... de seguro se desveló estudiando...

Si claro... yo sacrificando mis bellas horas de dormir por algo que se llama estudiar.

-Tengo que despertarla, el siguiente examen iniciara pronto.

-Deja que duerma un rato mas ¿sí?

Gracias descocido por decir esa linda y hermosa petición, lo escucho alejarse haciendo que me duerma a la vez.

Amo dormir, no saben cuándo lo adoro, unas de la exquisitez del mundo es dormir que si fuera por mí me pongo modo hibernación.

El transcurso del día escolar fue de examen tras examen ya veo porque acaban destrozados todos aquí, viendo los temas del examen es muy pesado no me quiero imaginar cómo acabara Rían hoy llegando a casa y pensándolo bien ¿Qué cocinare hoy?

Teniendo en cuenta que de seguro fue un día pesado para él tiene que ser un platillo que le de energía.

Pero ¿Qué puede ser?

- ¡Al fin termino el día! –espeta Ángela a mi lado- como se me antoja carne y un refresco, pero bien frio ya que no puedo tomar cerveza.

La miro al decir comida.

-Eso... ¿te hará sentir bien después de un largo día de exámenes?

-Claro que sí, una rica carne y refresco con tan solo pensarlo estoy babeando.

-Ya veo, entonces eso hare hoy.

- ¿Qué? –me mira.

-No tenía idea de que hacer hoy de comer y con lo que dijiste que es lo mejor después de un día de examen eso hare para que Rían este relajado.

- ¿Rían? ¡Ah! Hablas de ese Rían, entonces ¿es verdad? –se acerca a mi rápido.

- ¿Verdad que? –ladeo la cabeza.

-De que eres su chica –ahora está de que está hablando- ¡claro que sí! –se da un golpe en la frente- el nunca ah echo algo como lo que hizo hoy por ti, ya veo, ¡vaya! Alison has conquistado al chico más guapo de la universidad.

-El... ¿más guapo? De ¿Qué?

-Bueno, es mejor que te deje sola con él, no quiero interrumpir y...

-Pero que dices, también fue un día pesado para ti, ven con nosotros yo invitare.

- ¿Enserio? –asiento- wow... muchas gracias...

-Vamos a buscarlo y nos vamos a comer que te parece.

-Si vamos.

-Ok, tú me guías a su facultad veras soy mala orientándome –digo nerviosa ya que es verdad respecto que soy mala orientándome y de que no tengo idea de dónde queda su faculta.

-Sígueme en ese caso.

Caminamos por mucho tiempo hasta llegar a donde es que no hizo falta buscarlo porque él estaba ahí sentado en unas de esas bancas con mesa donde antes nos encontrábamos Angela y yo, él no se encontraba solo si no que estaba con otros dos chicos más y una chica que ella se encontraba sentada en las piernas de Rían jugando con su cabello.

-Wow... -siento la mirada de Ángela en mi- esta... bueno...

- ¿Son sus amigos? –pregunto con mucha curiosidad llevándome una mano al mentor.

-Si... uno de sus amigos se llama Samuel y el otro Daniel –señala quien es quien.

Mi mirada cae en el tan Daniel, ¿Qué hace alguien como él aquí?

-La chica se llama Ari siempre ha estado tras de Rían y...

-Y Daniel esta tras de Rían también...

- ¡¿Qué?! ¡No! bueno si lo dicen en forma de pregunta por si él le gusta Ari no tengo idea... la verdad no hablo con el solo con Samuel.

-Hum... -es el único sonido que sale de mi boca.

-Estas... ¿enojada? –me mira preocupada a lo que yo no entiendo el porqué.

-No, ¿Por qué lo estaría? –me encojo de hombros restándolo importancia.

-Vaya que confiada eres... si mi novio estuviera en el lugar del tuyo si estaría enojada.

- ¿Novio? –¿el examen le afecto que ya no sabe que es lo está diciendo? - mejor vámonos a comer nosotras, él se ve bien con sus amigos.

Me doy la vuelta y empiezo a caminar hacia la salida que creo es por aquí, me alejo que no noto que Ángela no me estaba siguiendo hasta que alguien grita su nombre. Paro me doy la vuelta y la veo ahí en el mismo lugar, uno de los amigos de Rían se para rápido y corre a donde esta Ángela.

Ella me mira y luego al chico que llega a su lado, miro hacia la mesa donde están los demás y veo a Rían que tiene la mirada en mi le restó importancia eh miro a Ángela que se acerca rápido nerviosa.

-Ah... Samuel me pregunto que a dónde íbamos así que le dije sobre que iríamos a comer... y quiere venir con nosotras espero no...

-No te preocupes, que venga así somos tres y como dicen entre más seamos mejor ¿no lo crees?

- ¡Si!

Veo como Samuel toma sus cosas se despide de sus amigos y corre hacia nosotras, Rían nos mira muy atento y como si le hubieran dejado con la palabra en la boca por otro lado Daniel se me queda viendo de una forma que hace que mis sospechas sobre él sean confirmadas, me le quedo viendo por un rato más que cuando esta ya Samuel a nuestro lado desvió la mirada y salimos de ahí.

-Así que tú eres Alison –se me para enfrente Samuel caminando de reversa- vaya eres muy bonita.

-Gracias... ahora puedes caminar como se debe no quiero que tengamos un accidente.

Suelta una risa y se pone a caminar como es debido.

-Eres la que está ocupando la habitación de Mike ahora.

- ¿Lo conoces? –lo miro.

- ¡Claro que sí! Es un gran chico, las fiestas y las salidas no serán ahora iguales sin él es como el padre de las fiestas.

O por dios... no quiero saber... nada...

-Ya veo...

-Si mi amigo no se comporta bien contigo me dices y lo pongo en su lugar, tu solo dime eh iré hasta su casa a darle una buena.

-No hace falta, aunque lo dudo que llegue a pasar eso se defenderme sola.

-Vaya, me caes muy bien qué bueno que seas la amiga de Ángela ella es como una cachorra asustadiza, así me quedo más tranquilo saber que estas a su lado.

- ¡Oye! No soy un cachorro.

-Si lo que digas mi cachorrito –lleva una mano a su cabeza y la despeina haciendo que se le vea el cabello muy gracioso haciéndome reír.

Hacen bonita pareja que no me sorprende que terminaran juntos.

En la comida fue de risa tras risa, Samuel es un chico muy divertido que uno no se cansaría de él, es un gran chico y ha sido aprobado por mí de que este alado de Ángela y de que lo protegeré como ángel.

Cada que tomaba de mi refresco tenía que cuidarme de no escupirla por sus bromas y comentarios chistosos, Ángela no para de reír que ya hasta le dolía el estómago, ella y yo de bebida solo habíamos pedido un refresco mientras Samuel pidió una cerveza y lo demás fue refresco.

La carne estuvo muy rica su juego y el olor que salía cada que lo poníamos en el comal me hacía babear, creí que nunca saldría de aquí.

En el momento de pagar hubo una guerra entre Samuel y yo ya que él no me dejaba pagar por todos, era una guerra sin que pusimos al camarero a que decidiera y que mejor forma de darle nuestras tarjetas a Ángela que ella las revolviera tras de ella y que el mesero escogiera una mano.

Cuando escogió la izquierda y vi la tarjeta de Samuel casi me doy en la frente con la mesa ya que me restregó el en la cara que había ganado, pero esto no se quedara así... a la otro yo pagaría.

Salimos del local aun discutiendo de quien tendría la victoria a la otra, que Ángela nos da un zape a los dos.

Ya era de noche ni me había dado cuenta, con ellos dos el tiempo pasa muy rápido que no lo sentí.

-Ya es tarde, las llevo a su casa es peligroso ir de noche por ahí.

Acepto su propuesta, los tres vamos hacia su carro y subimos, Ángela se va atrás que en el momento que toca el sillón del carro cae de lado bien dormida, me tuve que ir a delante ya que ocupada todo el lugar.

-Te dejo a ti primero Alison ya que estamos cerca.

-Ok.

En el camino fue un silencio total nada incomodo, tanto el como yo no queríamos despertar a Ángela de su sueño y bueno de que él se pone muy atento por lo que veo cuando esta tras el volante, estaba empezando a caer dormida cuando el carro para frente a la casa.

-Llegamos...

-Qué bueno... ya me estaba durmiendo... -digo cabeceando.

-Rían ya está en casa, las luces están prendidas.

miro por la ventana y tiene razón, abro el carro y salgo luego de darle las gracias.

-Alison espera... -me doy la vuelta y levanta una bolsa blanca de plástico- se te olvido esto.

-Ah... si perdón ya tengo sueño que soy muy despistada.

-No hay problema.

-Gracias por lo de hoy –digo dando un paso atrás- me divertí mucho, más de lo que me pude imaginar.

-Lo mismo digo fue un gusto a verte conocido –le sonrió y con mi mano me despido, el hace lo mismo que su mirada cambia al ver algo detrás de mí que solo asienta con la cabeza y sale de ahí.

Desaparece el carro de mi vista que suelto un largo y pesado bostezo, me doy la vuelta tallándome los ojos por el sueño que me cargo que veo un pecho con una playera gris de tirantes, alzo la mirada y es Rían ¿desde cuándo ha estado tras de mí?

-Ah... eres tu... -bostezo y me tambaleo de un lado para otro le extiendo mi mano con la bolsa- ten esto es para ti, no sé si ya comiste que te traje eso...

Lo toma- ya tienes sueño –asiento- vamos adentro, a descansar.

Sin decir más entro siguiéndome el por detrás, tropiezo una y otra vez, como zombi entro a la casa camino por los pasillos y subo las escaleras, al entrar en mi cuarto me aviento a mi cama y caigo bien dormida, que nadie me despierte oh si no le cobrare al favor que me debe, el ángel de la muerte.

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