CAPITULO XIX: ESTOY SEDIENTA DE PODER.

Luego de todo lo acontecido Anett se limpio las lágrimas que tuvo que actuar para no pareces sospechosa y comenzó a reírse.

Clarissa agarro el brazo de Anett y lo apretó fuertemente se acerco a su oído y susurrándole le dijo:

— No me digas que tú fuiste la que planteaste todo esto ¿Verdad que no?

Anett golpeó la mano de su madre y susurrándole le dijo:

— Auch, eso lástima, pues me parece muy gracioso que antes eras la que me hablabas de inteligencia y ahora parece que tú careces de ella – Anett agarro por el brazo a Clarissa y casi trayendo la a la fuerza fue hasta la habitación de Clarissa.

Luego de subir las escaleras se dirigieron a la habitación de Clarissa, al entrar y cerrar la puerta Anett dijo: – Aquí podemos hablar mejor. Ya no hay nadie que nos escuche.

Clarissa enojada le pregunta en voz baja:

— ¡Por favor niegame que tu tiene algo que ver con esto! ¡Por favor hazlo!

A lo que Anett respondió:

— ¿Por qué debería negartelo? Eres mi mamá