CAPITULO XXII: NACE EL HEREDERO.

Luego de que el plan de anett fallo con respecto a el asesinato de Adelaide, Isaac se encontraba libre ya de cualquier especulación que lo incriminara a el y a Anett, ya había limpiado todas las pruebas y gracias a su sigilosidad e inteligencia las únicas pruebas que dejo no pudieron encontrar nada que lo delatara, ya había amanecido y Isaac se encontraba estirándose y bostezando, muy feliz y se dijo a si mismo:

— Hoy si dormí como se debe, mejor dicho dormí como bebé. – Estirándose se acordo de la propuesta que el dijo Anett y se animo para ir a darse una vuelta por la cabaña y informarle a esta que ya no había riesgo alguno.

Se levantó de la cama y luego se dirigió al baño para ducharse, luego de que salio del baño, empezó a secarse todo el cuerpo para luego comenzar a vestirse, cuando estaba listo, se acerco al espejo, se miro vio lo guapo que se encontraba y se dirigió nuevamente hasta la puerta para salir de la habitación, al salir vio que aun no