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CAPITULO IV: HORAS PARA LA CELEBRACIÓN.

CAPITULO IV

Al pasar aproximadamente unos 30 minutos el rey Agustín XII despertó de su breve siesta, comenzó a bostezar y a estirarse en su cama; luego cayó en cuenta que hoy era la celebración, al recordarlo dio un salto de su cama y se levantó rápidamente, reviso la hora y supo que aún era temprano, suspiro aliviado… recordó que debía bañarse y alistarse para tal ocasión así que se dirigió hasta la puerta de su habitación, al salir bajo las escaleras y se encontró a Anett limpiando la mesa de comedor y le dijo:

— Anett Deschamps limpia la mesa y lleva todo esto hasta su respectivo lugar, luego de ello vienes nuevamente para mí habitación, debes preparar mi baño y mi ropa para la noche de hoy.

— Entiendo su majestad

Anett comienza a recoger todas las tazas para llevarla a su lugar, luego de dejarlas en su lugar de dirige nuevamente hasta el cuarto de el rey. — Listo señor ahora dígame cómo quiere que aliste su tina.

Anett abre la puerta del baño y cuando mira sale el rey el cual se encontraba totalmente desnudo, el sabía lo que estaba haciendo, buscaba envolver a la doncella con su cuerpo definido, Anett al ver esto su cara se puso más roja que un tomate y en su mente dijo. – Por qué tantos nervios ¿Acaso nunca has visto un hombre desnudo? Aunque él no es cualquier hombre es el rey Agustín XII alto de 1.85, blanco, su cuerpo está súper definido, cabello rubio, además su miembro era demasiado grande ¿cómo no enamorarse de él?

Al ver a Anett tan callada y roja el rey soltó una risa sutil. — ¿Qué pasá Anett? ¿Acaso nunca has visto un hombre desnudo? Soy tu rey, debes acostumbrarte de verme así.

— Cla-claro que he visto hombres desnudos. –Lo dijo con voz un poco fingida y temerosa. — Dígame ¿de que quiere que sea su baño?

— Me gustaría bañarme hoy con rosas, me gustan las rosas delicadas, así como tú. – le guiñó el ojo y lanzó una sonrisa sutil pero atractiva a la misma vez –

Cla-claro ya le preparo su baño —Se dirigió hacia el baño en el cual el rey estaba parado en toda la puerta desnudo — Por favor su majestad ¿Me permite pasar?

Agustín XII se movió un poco para dejarla pasar, luego de que pasa ella empieza a echar agua en su tina y otras cosas para el cuidado de la piel de rey con rosas, el rey solo miraba el gran trasero que tenía Anett

Anett Deschamps pregunta con un poco de enojo. – Su majestad ¿Qué tanto me mira?

— ¿Quieres que te diga la verdad o te miento? – respondió con un tono de burla hacia la doncella. –

— Dígame la verdad, no debe de mentirme a mi, conmigo puede tener la mayor de la confianza. – Seguía echando cosas en el agua para que está estuviese perfecta para el rey. –

— Me encanta como se te ve tu traje de mucama, hace resaltar mucho tu trasero, esa falda se te ve riquísima. – Se acerca hacia Anett para hacer el roce de su miembro con la falda de Anett –

Anett al sentir el roce de su vuelto en su falda se levantó, dio la vuelta y le empujó al rey y con una mirada asesina le dijo. — ¿Qué le pasa? Yo no le di permiso de que hiciera eso.

Agustín al ver que lo empujó le provocó mucho más y soltó una risa picarona. – ¿Acaso no quieres complacer en todo a tu rey? Cualquiera mataría por estar en tu lugar, solo déjate llevar. – Su mirada era un poco atrevida, se acercó a Anett y la abrazo agarrándole su trasero –

Anett Deschamps al ver al rey de forma tan intensa, le dio una cachetada y intento salir del baño. — Ya su baño esta listo, iré a buscar que es lo que se pondrá hoy.

El rey agarro la mano de Anett y la volteó hacia donde el estaba — Qué sea la última vez que tú tocas mi cara, si no quieres ser echada como los perros, fuera del reino y fuera del país o mejor la horca por no servirle al rey.

Al escuchar esto Anett comenzó a llorar — Lo-lo siento mi rey no fue mi intención solo que no quiero hacerlo por los momentos, no soy de esas chicas que quieren todo fácil ni tampoco todo apresurado además soy virgen y quiero estar con alguien que me ame y me respete. – Soltó la mano del rey y procedió a salir de la habitación. –

— ¿Qué es lo que me pasa? Esta era la oportunidad de oro que mi madre decía. – Anett mientras el rey terminaba su baño decidió buscar a su madre para contarle sobre el tema, bajo las escaleras y empezó a preguntarle a otras mucamas por su madre. — ¿Haz visto a mi mamá? Le pregunto a varias de las mucamas y todas le decían que no la habían visto, volteó y encontró un soldado que se encontraba parado en una puerta y le pregunto. — ¿Y tú haz visto a mi mamá?

Este le respondió.

— ¿Tu mamá es Clarissa Deschamps?

— Si ella misma.

— Se encuentra ordenando el salón donde se llevará acabo la reunión de hoy.

— Gracias por informarme

Comenzó a caminar hacia el lugar de la celebración camino rápidamente ya que tenía que regresar a la habitación del rey para elegir su ropa, al llegar había una gran puerta que se encontraba cerrada, sin más decidió abrirla y se encontraba su mamá ahí con otras mucamas acomodando y limpiando todo

— Madre necesito hablar contigo.

— Hola Anett ¿Qué está pasando? Estoy un poco ocupada.

— Mamá es algo importante pero necesito contarte en privado.

Susurró — ¿Es sobre el rey Agustín XII?

— Si, exactamente si.

Clarissa agarro por el brazo a Anett y la llevo consigo fuera de la habitación de eventos y luego de allí la llevo a su cuarto bajo la voz y empezó a susurrarle en forma de regaño — ¿Qué ha pasado Anett Deschamps? No me digas que pasó algo malo por favor.

Los hermosos ojos de Anett comenzaron a llenarse de lágrimas y estás empezaron a salirse y correr en todo su precioso rostro y le dijo susurrándole — Madre golpee al rey.

Al escuchar esto los ojos de Clarissa casi salen de su lugar y la agarro fuerte por su brazo — ¿Qué hiciste? ¿Por qué lo hiciste? Que tontería acabas de contarme.

— Si mamá el rey Agustín XII me intento tocar y quiso propasarse conmigo y lo golpee. Me amenazo y me dijo que debía de servirle a el y que si lo volvía a hacer me sacaría del país o simplemente me mataría…

Al escuchar esto Clarissa de manera brusca y ademas por un impulso le soltó una cachetada a Anett y con el dedo le empezó a señalar regañándola — ¿Qué te dije yo? Pareces tonta, te lo dije mil veces el rey Agustín gusta de ti, cuando te dije que era una tontería en el pueblo era por qué lo veía imposible, pero ahora es posible y debes de buscar un buen pretendiente.

Anett al ser cacheteada por su madre empezó a llorar — Yo sé que me lo dijiste pero soy pura, no quiero hacerlo por simplemente una persona que no me va a tomar en serio, tu no lo entiendes parece.

Clarissa al escuchar la respuesta que le dio su hija quedó muy decepcionada de ella misma y al ver llorar se acerca a su hija y la abraza, además le limpia la cara y le dice — No llores mi niña, discúlpame soy una mala madre al obligarte en hacer algo que no deseas, pero solo quiero lo mejor para ti, el rey Agustín te podría dar todo lo que nunca yo ni tu padre te pudimos dar.

— Lo entiendo madre, pero realmente si me quiere tiene que luchar por mi.

— Perfecto niña, ahora seca tus lágrimas y ve a atender al rey, por lo menos no te despidió, algo debe de sentir por ti ya que no es muy casual que él haga eso de recibir una cachetada y no despedirte ¿o no me digas que te despidió?

—No, madre no lo hizo.

Clarissa saco un paño de su falda y empezó a limpiarle la cara — Trata de buscar la forma de dominarlo, hazlo saber que te puede tener pero no será tan fácil, eres muy linda niña, tu puedes conseguir a ese hombre y yo te ayudaré – le beso la frente – ahora vete.

Anett salió del cuarto de su mamá y empezó a subir las escaleras para dirigirse al cuarto del rey al llegar ahí está tocó la puerta dos veces. — ¿Quién es? – Dijo el rey con un tono de amargura en su voz –

— S-soy yo Anett Deschamps.

— Entra y cierra la puerta.

Anett abrió la puerta y al pasar tranco la puerta juntó sus manos y comenzó a implorar al rey su perdón, ya que se sentía muy mal. – Discúlpeme su majestad Agustín, realmente no quería tocar su cara tallada por los mismos dioses, fue un impulsó. – Su voz se escuchaba llena de lamentos y tristeza, además su cara lo acompañaba –

— Discúlpame tu a mi, realmente quise tenerte a lo brusco sin entender que eres una doncella y pues tienes tus valores.

— ¿Eh? – Anett no entendía lo que estaba pasando –

— Realmente creí que eras como las demás que solo con escuchar que era el rey Agustín XII serías mía de una vez, y me equivoqué. Pero eso realmente me llena de felicidad, me gustan las cosas prohibidas.

Al escuchar estas palabras que salían de la boca del rey Anett se acordó de las palabras que le dijo su sabía madre “Trata de buscar la forma de dominarlo, hazlo saber que te puede tener pero no será tan fácil” y sin pensarlo más dijo. — Qué bueno que lo comprenda su majestad, no soy como cualquier otra chica de su reino, me gusta que las cosas marchen a mi modo, no quiero nada rápido, las cosas veloces son pasajeras y no me gustan. ¿Te gustaría tenerme en tu cama? Pues te tocaría ganártelo, pero créeme que no es tan fácil. – le miro y le soltó una risa un poco tierna pero a la ves se notaba su picardía –

El rey al escuchar esto sus ojos se agrandaron y su corazón comenzó a latir más fuerte y rápidamente respondió — ¿Cómo me lo puedo ganar? Yo mataría por usted mi bella doncella.

Anett Deschamps soltó una risa muy leve y sarcástica pero a la ves muy linda y le dijo – No debes matar a nadie, solo necesito que me des el respeto, el cuidado y el amor que me merezco, no quiero ni dinero, ni joyas; no me interesa su dinero, solo quiero sentirme especial y amado por otra persona. – le miro de forma tierna pero a la vez un poco triste –

— Me encantaría seguirte conociendo entonces, Anett desde la primera vez que te conocí supe que eras diferente a las demás eso me gusta mucho de ti y créeme que haré hasta lo imposible para obtener este corazoncito – llevo su dedo hasta donde se encuentra corazón y le sonrió – okey cambiemos un poco el tema ya que se nos hace tarde para la celebración de hoy y debemos de estar muy lindos ya que vienen personas muy importantes Barones, Duques, Condes de otros reinos europeos.

— Claro su majestad entiendo, voy a buscar la ropa para el día de hoy, se verá increíble… pero una pregunta ¿Debemos? Yo voy a asistir con mi traje de mucama, mi mamá y yo estamos encargadas de limpiar.

Anett Deschamps camino hacia el armario y al pasar cerca del rey; Agustín la nalgeo y le respondió. — No se que me pasa contigo pero no puedo detenerme, mis impulsos hacia usted son muy grandes.

— Entiendo sus impulsos pero no me toque mientras por favor, no me gusta.

Siguió su camino hasta el armario, de ahí eligió la ropa que iba utilizar el rey para la noche y el rey encantado con la ropa que está eligió para el, no puso queja alguna y decidió usarla. — Se que tú eres mi criada pero me encantaría que está noche no vinieras como criada si no, cómo doncella ¿Cuál es tu color favorito?

Al escuchar esto Anett Deschamps se sonrojo — ¿ yo voy a estar cómo doncella en una celebración tan importante? no claro que no yo no estoy a la altura de tal evento, mejor me quedo con mi madre limpiando y arreglando todo.

— Anett Deschamps no te lo estoy pidiendo, te lo estoy ordenando como el rey, ahora dime ¿Cuál es tu color favorito?

— Su majestad no debe de molestarse por mi, aunque si usted insiste mi color favorito es el rojo.

— El color rojo te quedaría perfecto con tu tono de piel y tu hermosa cabellera, mandaré a hacer un vestido elegante para ti en esta noche, cuando esté listo lo pondrán en tu cuarto, úsalo para mí y sal a la fiesta con el vestido ¿Okay?

— ¡Ohh claro que sí! Si claro su majestad, hoy estaré ahí sin falta – se notaba muy entusiasmada y dando un gritico de felicidad abrazo al rey, se separó de el lo miro y le dijo. – Sin más que decir me retiró.

— Okay retírate

Anett Deschamps abrió la puerta, salió del cuarto y al cerrar la puerta salto de emoción ya que hoy sería una gran noche, el rey la había invitado a esta gran celebración, no podía pedirle más a la vida. – Hoy me pondré tan bella como nunca he estado, debo atraer muchas miradas, es el momento de rodearme con personas de alta clase.

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