Por Rocío Mati estaba evolucionando bien, debo confesar que por primera vez en mi carrera, me superó la situación, es que aparte de ser un niño pequeño, era alguien a quien yo amaba realmente y no quería ni imaginarme si le hubiera pasado algo, creo que todos nos hubiésemos muerto de pena.Por otro lado no fue fácil para mí, prácticamente echar a mi amiga y tratarla como si fuera una desconocida, eso lo voy a hablar cuando pase todo esto.Es que si no demostraba firmeza, Karen no se iba a ir y si teníamos que intubar a Mati, ella de ninguna manera podía estar presente.Pudimos salvarlo de lo que pudo haber sido un preinfarto, eso lo sabemos Ramiro y yo, aunque no lo hablamos.No puedo con esta situación, y doy gracias a Dios de contar con Ramiro, no sólo como hombre, sino como ese maravilloso cirujano y cardiólogo que es.Cada minuto que tengo libre me dedico a investigar, y es maravilloso contar con tanta información en un aparato tan pequeño como es el celular.Estábamos en terapia
Por RocíoFui hasta mi casa, quería ver a mis padres.Me abrazaron y aparte de la demostración de su inmenso cariño, necesitaban tener la seguridad de que yo estaba bien.-Estoy bien.-Nena, tantos días trabajando…-Mamá, la vida de los médicos es así.Les expliqué con mucha claridad en qué consistía el COVID.No quería preocuparlos y mucho menos asustarlos, pero era necesario que nada se escape de sus manos.La salud de mi padre no era la mejor.Les dije que iba a ir a la casa de Karen, ellos también estaban preocupados por Mati, sabían que salud era bastante débil.Tomé un bolso y puse algunas mudas de ropa.Les prometí volver en cuanto pudiera y les rogué que se cuiden.Supongo que en 20 días o al menos en un mes, todo esto tendría que pasar, o al menos los países tendrían que levantar las restricciones y así poder volver a Argentina.Pensé en convencer a mis padres para que me acompañen, aunque supongo que en una ciudad grande como Buenos Aires, el contagio sería más factible.Tom
Por RamiroMiro a mi alrededor y juro que nunca esperé ver tanta miseria y desolación.Luchábamos codo a codo con quién estuviera cerca para colaborar.Creo que recién ahora muchos están tomando conciencia de lo que es una pandemia.Siendo médico, tampoco esperé vivir algo así.Estaba en otro país, trabajando como si fuera un médico recién recibido, es decir, con guardias eternas, y sin poder irme de la clínica, es que no llevaría algún virus a la casa de mi hermano, la salud de Mati era frágil.Rocío tampoco volvió a la casa de sus padres, don Julio tampoco rebosaba de buena salud.Estos días aprendí de ella, sí, con mi experiencia aprendí de la voluntad que tenía ella para atender a cada paciente, brindando ánimo y dando todo de sí para salvar vidas, muchas veces lo lograba, otras no y la frustración con cada vida que se perdía, era mucha.Estábamos los dos bastante mal, ya que habíamos perdido un paciente de mediana edad, que había sido padre hacía poco tiempo y ninguno de los dos
Por Rocío Llega mi tía a la guardia, la vi desmejorada y supe que tenía este maldito virus en su organismo.Sin atreverme a preguntar por mis padres, la atendí inmediatamente.-Yo estoy bien, pero tu madre no lo está.Tuve que hacer un esfuerzo enorme para no llorar.Mi madre era fuerte, el miedo real era mi padre.No sabía lo equivocada que estaba en ese momento.-Vos estás pálida y tenés mucha tos.-No tanta, tu mamá…Insiste.Llamé a una enfermera para que me trajera una prueba para determinar si el paciente tenía COVID.-¿Doctora, le va a hacer otro análisis antes?-No, traeme por favor, la reacción.-Si quiere le tomo la prueba.-No, lo hago yo.Dije con firmeza.Dejé a mi tía en un cubículo, aislada, mientras llamaba a mi madre.La llamé a su celular y contestó mi padre en su lugar.-Hola ¿Papá?-Hijita… tu mamá.-¿Qué pasa con mamá?Mi voz salió mucho más alta de lo normal.Estaba desesperada.-No lo sé, tiene temperatura y…-¿Por qué no me avisaron?-Rocío, sé que casi no dor
Por Ramiro.Apenas entré al consultorio, golpearon la puerta, entró Charo y no me gusta la actitud que tiene, es que provoca deliberadamente a Rocío y mi novia está pasando un momento de mierda, tiene a sus padres internados y también a su tía, que creo que son cercanas.A eso se le suma seguir con todo lo que implica la pandemia y atender a un montón de gente.Para ella era peor, más allá de sus padres, porque al ser un pueblo, o una ciudad pequeña, muchas de las personas que fallecieron, eran conocidos de ella.A veces Charo se comporta como si no se diera cuenta de lo que estamos viviendo, pero a lo mejor es su escape de la realidad para que no le pese tanto, porque también debe haber muchos conocidos suyos entre los internados y los fallecidos.Me dijo que le dolía la garganta, que se la mire antes de hacerse un hisopado.Debo confesar que pequé de ingenuo, porque ella se pegó a mí y aunque traté de mantener la distancia, estaba agarrada casi como un pulpo.No me tentaba, era una
Por RocíoEstoy devastada, ya no puedo con mi alma, el único consuelo es estar acompañada por Ramiro y para no ser injusta, también lo estoy por Bautista, que confió no sólo en Ramiro, que después de todo es un señor Médico, con un prestigio intachable, sino que también confió en mí, permitiendo que tome decisiones pese a mi poca experiencia, aunque hacía algunos años que me acercaba a las guardias y urgencias y realmente me sentía muy útil en terapia intensiva, porque aprendí a reaccionar a tiempo en cada caso, pero Bautista no lo sabía con exactitud.Creo que el que mejor me conocía, hasta esta pandemia, era Gabriel.Es que realmente aprendí mucho de él.Ahora me tocó aprender de Ramiro, que es otro star de la medicina y también de Bautista.Acabo de despedir a mi madre, teniendo que disimular mi inmenso dolor, es verdad, tenía razón Ramiro, mi padre conoce mi voz y mi llanto y no podía permitir que él sepa que mi madre había fallecido, al menos hasta que esté bien.En algún momento
Por Rocío -Amiga…Dice volviendo en sí.-Calmate, ya te vas a mejorar.-Escuchame…Dice débilmente.-Cuidá a mis hijos… si me pasa algo, cuidalos.-Vas a estar bien, tenés 26 años, sos joven.-Cuidalos y no permitas que Silvia se adueñe de mi hogar.Pienso en lo angustiada que debe estar.Tengo ganas de llorar de nuevo, pero no puedo hacerlo.-Facundo no permitiría eso.-Es hombre y ella…-Ella es una puta vulgar, no pienses en eso.-Prometelo.-Te lo prometo, Karen, vas a estar bien.Ella apenas respira.No quiero tener que entubar a mi amiga, por favor, dios mío.-Karen, no te entregues, amiga resistí.-No puedo.Dijo, mientras se desvanecía.-Enfermera, buscá a Ramiro.Le pedí casi llorando.-Karen, amiga, tenés que ser fuerte, resistí, por favor, amiga…Le ruego llorando.-Estoy acá, con vos, Karen, tenés un marido que te adora, unos hijos maravillosos, amiga…Le revisé los signos vitales.Llegó Ramiro, estaba tranquilizando a su hermano.Me miró sin comprender que estaba sucedie
Por RamiroMi cuñada ya está mejor, doy gracias a Dios que respondió bien al tratamiento y a los medicamentos, hubiera sido una catástrofe si le sucedía algo.Ella era muy joven, mis sobrinos eran pequeños y la necesitaban y mi hermano la adoraba, era parte de su alma y de su piel.Ahora comprendo ese sentimiento, porque es el mismo que yo tengo por mi bella novia.También hubiese sido insuperable para ella si le hubiera sucedido algo a su amiga.La escuché varias veces decir que daría su vida por Karen.Eso no es posible y todos lo sabemos, no es elegir, cada cual tiene su destino marcado.Entramos a nuestro consultorio, que a esta altura era como nuestro departamentito.Ahora sí, en cuanto le den el alta a Karen y se abran las fronteras, espero que podamos partir.Estábamos los dos más relajados.-Amor, te extraño.Le dije, acercándome a ella.Tenía un fuego en mi interior, ese que sólo me provocaba ella.Quiero hacerla sentir mujer.Rocío se acercó a mí, y sin dudarlo, paseó sus ma