Miriam era una mujer bella y ella lo supo cuando fue creciendo, desde pequeña sufrió carencias, odiando la pobreza, un día llegó un hombre bien vestido a desalojarlos de la vencida dónde vivieron por diez años, no teniendo a dónde ir, llegaron a las afueras de la ciudad cerca del tiradero de basura, con algunas laminas viejas hicieron una pobre casa, ahí metieron las pocas cosas que tenían, algunas la habían vendido para tener dinero para comer unos días en lo conseguía empleo su papá, que también había perdido cuando hubo un recorte de personal en la empresa por la crisis que vivía en el país. Cuando llegó el tiempo de lluvias comenzó a caer agua por las goteras mojando todo, pero su papá y mamá sonreían diciendo que todo iba estar bien pero que podía estar bien en esas condiciones, durante un año aguanto viviendo con ellos. Un día harta de todo se fue a vivir a la calle, dejando a sus padres para siempre, como pudo sobrevivió, y al cumplir catorce conoció a un hombre ma