Morgan se paseaba de un lado a otro, sus manos entrelazadas a la espalda. De repente, dejó de pasearse, levantó la cabeza para mirar al techo y suspiró: "Bueno, puedo intuir que Helios tiene la intención de retirarse de la industria del entretenimiento. Yo fui quien lo introdujo a la industria, lo hizo famoso y lo vio ganar 12 premios cinematográficos. Sinceramente, no quiero que se retire".

Morgan bajó la cabeza. Tenía los ojos enrojecidos y ganas de llorar.

Nina se acercó y le dio unas palmaditas en el hombro para consolarlo. "Señor Lynch, tiene que pensarlo de esta manera. Todo lo bueno se acaba, y no tendremos gente nueva si todos esos actores y actrices viejos se niegan a retirarse".

Morgan se cubrió la cara y dijo: “Me siento muy triste. Él es como mi propio hijo. ¿Por qué no puede quedarse otros diez años? El mercado para actores y actrices mayores también es bastante amplio hoy en día".

Helios estaba parado afuera de la oficina en ese momento. Llamó a la puerta y rompió el