Ryleigh se tragó toda la comida y dejó un montón de migas y salsas alrededor de su boca, sin tener en cuenta en absoluto cómo se veía. Su boca no dejaba de moverse mientras emitía fuertes ruidos al masticar, como si fuera un hámster.

Louis entrecerró ligeramente los ojos.

Ella se tragó toda la comida y la bebida y luego soltó un eructo. "Por fin reviví".

Louis sacó un pañuelo y le limpió las manchas de aceite de la comisura de los labios. “Tch, ¿no puedes comer como una adulta? Tienes toda la boca manchada”.

Era evidente que le daba asco, pero sus acciones contradecían sus palabras.

Ryleigh le arrebató el pañuelo de la mano. “¿Te dan asco mis modales? Pero no puedes hacer nada. Si no te gusta, siempre puedes volver con la Señorita Mayweather, esa elegante exnovia tuya”.

Louis levantó las cejas. "Siempre la mencionas, ¿estás celosa?".

Ryleigh se levantó y sonrió. “No me gusta estar celosa de los demás”.

Ella caminó hacia la puerta.

Louis levantó la voz y la detuvo.

Ryleigh se