Nolan resopló. “Puedes tomar eso como una amenaza si eso crees que es. Después de todo, ¿todavía crees que puedes escapar de mí debajo de mis narices?”.

Maisie se quedó sin palabras.

El día siguiente…

Maisie entró en la compañía tan puntual como siempre, y de repente vio a Nolan y Quincy viniendo en su dirección desde la esquina.

Los labios de Nolan todavía se veían que fueron mordidos, y había una pequeña costra en la herida. Se notaba que ella había reaccionado sin piedad ayer.

Quería evitarlos, pero ya era demasiado tarde.

Maisie miró hacia otro lado porque no quería pensar en lo que había pasado ayer y sonrió con indiferencia. “Buenos días, señor Goldmann”.

Nolan la miró por un momento y abrió sus labios delgados y sus dientes blancos como perlas. "Pensé que me evitarías".

“Trabajamos bajo el mismo techo, por lo que encontrarnos de vez en cuando es inevitable. Además, no hice nada inmoral ni vergonzoso, entonces, ¿por qué debería evitarlo?”. Maisie dijo esto y esbozó una so