Capítulo 467
No quedaba mucho tiempo.

La puerta se cerró de golpe y el coche negro se alejó, desapareciendo en la oscuridad de la noche.

Maisie se quedó inmóvil. Cuando bajó la cabeza, las lágrimas que le habían nublado la vista cayeron sobre sus zapatos y salpicaron como una flor florecida.

Ryleigh corrió hacia ella y la sujetó por los hombros. “Maisie, ¿por qué no lo dejas ir si él ya...?”.

“No lo entenderías”, le interrumpió Maisie, las luces proyectaban una larga sombra y mostraban su triste silueta. Después de mucho tiempo, dijo en voz baja: “Llévame de regreso a la mansión Vanderbilt, por favor”.

Ella nunca levantó la mirada.

Helios la miró por un momento y dijo: “Iré a buscar el coche”.

Maisie estuvo callada durante todo el camino de regreso. Tomó su celular, le agradeció a Helios y salió del coche sin mirar atrás cuando llegaron a la mansión Vanderbilt.

Helios la observó caminar hacia la puerta. Se sumió en sus pensamientos mientras fruncía el ceño. Entonces tomó su celular y envió
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