Maisie hizo un puchero, pero una pizca de picardía apareció en sus ojos cuando algo llegó a su mente.

Nolan se tomó una ducha fría para reprimir todos sus impulsos, e incluso se arrepintió de su indecisión.

'¿De verdad estaría dispuesto a divorciarme de ella cuanto más tiempo la tenga a mi lado?’.

'Yo tampoco estoy dispuesto a dejarla ir, pero tengo que hacerlo'.

Era evidente que Nolan quería divorciarse, pero seguía siguiéndole el juego a Maisie cuando se trataba de los niños. Tal vez esto era su egoísmo. Lo único que quería era disfrutar plenamente de esos hermosos momentos a los que aún podía aferrarse, y eso era todo.

Nolan salió del baño, y la escena que tenía frente a él reavivó la llama que acababa de conseguir reprimir mientras estaba en el baño, haciendo que casi explote.

Maisie estaba recostada en la cama con una mano apoyada en un lado de la cabeza, pero esa postura era sumamente encantadora y embriagadora. Cualquier hombre normal se habría vuelto loco al verla, y ni h