"¡Serpiente! ¡Hay una serpiente!”.

Francisco salió corriendo de entre la multitud y corrió hacia Maisie. Sin embargo, el instructor lo detuvo y gritó su orden: "Todos, despejen el lugar. ¡Se suspende la evaluación!".

“Señor, ¿cómo está ella?”, preguntó Francisco con ansiedad.

“Una serpiente la mordió y ahora necesita atención médica”.

‘¿Fue mordida por una serpiente? ¿Por qué hay una serpiente en el campo de entrenamiento?’.

"¡Maisie!". Cherie corrió hacia Maisie mientras Hans atendía su herida. "La herida en el dorso de su mano empezó a hincharse. Hay que quitarle el veneno primero”.

“Lo siento, señorita Vanderblit. Por favor, aguanta”.

Hans abrió la herida más grande con el cuchillo de Maisie. Luego, exprimió lentamente el veneno de serpiente de la herida y repitió el mismo proceso.

Maisie soportó el intenso dolor durante todo el proceso. Su rostro estaba pálido como la ceniza y gotas de sudor le corrían por la mejilla.

"¡Rápido! ¡Ve a buscar una camilla!”, le gritó Hans a