"Pensé que pasó algo. Te ves sumamente pálida, ¿sabes?".

"¿En serio?". Freyja se tocó la cara inconscientemente, y entonces se congeló.

‘¿Estoy pálida? ¿Pero por qué? ¿Es por las noticias? ¿Es porque me preocupo por él?’.

Daisie le puso la mano en la frente. "¿No te encuentras bien?".

Freyja apartó la mano y dijo: "Estoy bien, de verdad. Quizá no dormí bien anoche".

"Ah, sí, escuche que tu hermano se va a comprar una villa. ¿Se va a casar pronto?".

"Justo lo acabo de llamar". Daisie cruzó los brazos sobre su pecho. "Me quedé atónita y pensé que él también se iba a casar".

Cuando terminó de hablar, murmuró: "Bueno, es imposible que un hombre con una lengua afilada como mi hermano consiga una esposa".

La comisura de los labios de Freyja tembló mientras decía lentamente: "Me parece que la Señorita Peterson y tu hermano hacen muy buena pareja. Tal vez, ella sea tu futura cuñada".

"¿Giselle?". Daisie pensó un rato y dijo: "Es cierto que Giselle es gentil y femenina, pero no creo qu