Pero ese no era el punto principal. El punto era que Nollace… ¡sentía algo por ella!

Daisie apretó los labios. "Yo... yo no te creo".

Nollace le dio un beso en la frente. En ese momento, el tiempo se detuvo, pero el corazón de ella latía con fuerza.

Él se quedó allí. "¿Ahora me crees?".

Daisie miró a su alrededor y luego lentamente, lo miró a los ojos. "Yo…".

Alguien llamó a la puerta.

Daisie lo empujó cuando Maisie y Nolan entraron. "Terminaste de cambiar...".

A Nolan se le ensombreció la cara cuando vio a Nollace allí.

Daisie se sintió incómoda. "Papá, Mamá".

Maisie se aclaró la garganta. “La fiesta aún no termina. Baja, si ya terminaste de cambiarte".

"Está bien, ya voy". Daisie escapó inmediatamente como un conejito tímido.

Nollace caminó hacia los dos y asintió. "Señor, señora".

Los ojos de Nolan se veían oscuros. "No me llames señor".

Nollace lo miró directamente a los ojos y sonrió. “Entonces, ¿debería decirle suegro?”.

Maisie se rio pero se tapó la boca. Este chic