“Te llevaré a casa”. Jackie arrancó el motor y se fue.

Ninguno de los dos habló durante todo el viaje.

Sin embargo, el silencio incomodaba a Violet. Quería decir algo, pero temía que él no la entendiera.

Ella lloró frente a él dos veces, la primera vez fue en la habitación de Jacob y la segunda delante de la comisaría.

Jackie estacionó el coche frente a la mansión Lovegood y la acompañó adentro.

Rose estaba sentada en el sofá con aspecto deprimido. Cuando vio a Jackie y Violet entrar juntos, se levantó lentamente. "Violet, volviste".

"Mamá, yo…”.

"Está bien, no hace falta que digas nada". Rose la interrumpió suavemente. "Entiendo la decisión de tu padre".

Ella caminó hacia Violet y le tomó la mano. "Tu padre cometió un error. Dejemos que el tribunal decida su castigo y esperemos a que vuelva, ¿sí?".

Los ojos de Violet volvieron a enrojecerse y asintió.

Rose miró hacia Jackie y le preguntó: "¿Por qué no te quedas a cenar?".

Violet planeaba sacarlo de allí. "No puede".

Sor