Sin embargo, la verdad era que Daisie nunca trataría a Lisa como a su asistente.

¿Por qué Lisa actuaría de esa manera? La respuesta era simple, inseguridad.

Esa era la razón por la que Daisie le daba regalos caros. Compartía con ella todo lo que tenía. Quería que Lisa dejara de menospreciarse y que pensara que ella también podía ser una princesa.

Hasta que un día, cuando fue al vestuario a cambiarse para la clase de gimnasia, escuchó esta conversación. "¿No crees que Daisie es tonta? Seguro que ni siquiera sabe que Lisa habla de ella a sus espaldas, ¿verdad? Si no, ¿por qué la trataría tan generosamente?".

"Realmente es una idiota que no sabe cómo ni dónde gastar todo su dinero. Su familia es tan rica, y sin embargo sigue con Lisa. ¿No sabe que es pobre? Se merece que Lisa la trate mal".

Daisie se sintió herida. No sabía qué hizo mal. Lo único que quería era el reconocimiento de su amiga.

Ella lo sabía todo pero solo podía hacerse la tonta. Los momentos felices que vivía con Lis