Nolan tomó a Maisie por sorpresa. Ella volteó la cabeza y le dijo: "Estoy cocinando".

Él se rio profundamente y dijo: “Sí, lo sé. Se puede oler hasta arriba”.

"¿En serio? Parece que mi cocina está mejorando poco a poco”. Maisie sirvió un poco con la cuchara para probar el sabor antes de acercársela a los labios. "Pruébalo".

Nolan se inclinó y presionó sus labios contra los de ella. Luego, se rio. "Está dulce".

“Tú…”. A Maisie se le sonrojó la cara por la vergüenza y lo apartó de un empujón. "Eres un atrevido".

Él dejó escapar una risita ahogada mientras su pecho se sacudía levemente. La giró y le preguntó: "¿Acabas de descubrir que soy un atrevido después de conocerme tanto tiempo?".

Él apagó la mecha y bajó la cabeza para besarla. Hoy era otro día en el que Maisie volvía a caer rendida a sus encantos. Mientras respondía a sus besos apasionados, ella se quejó en un susurro intermitente: "Tarde o temprano, moriré en tus manos".

Él se rio ligeramente y le susurró al oído: “No te