Capítulo 7
“Ya nada puede herirme”
Mi madre entró al salón con una botella de champaña en sus manos, venia alegre y sonriente, mientras mi padre conversaba con el señor Harry Winter y mi amiga Aiora no dejaba de mirar todos los movimientos de aquel hombre.
Pensé: “¿por qué Aiora no deja de mirar a Harry Winter?” Era una fijación un poco extraña. Lo vi algo sospechoso. Y como mi cabeza ya alucinaba, sentí una rara sensación.
Mi madre también andaba, como de costumbre, soñando con todo lo que haría a partir de ahora con un yerno adinerado, mi padre caminaba hasta la botella llenaba las copas y volvía para seguir hablando de ¿negocios? con mi flamante prometido. Creo que ambos estaban felices. Claro, hicieron el negoción con su ú
Capítulo 8“Mi Matrimonio es real”Me levanté con mucho nerviosismo ese día. Mi madre ya estaba metida en la cocina, al verme salir del cuarto me miró con una enorme sonrisa dibujada en sus labios.–¡Buenos días hermosa novia! ¿Cómo dormiste?–. Me ofrecía una taza de café.–Mamá, aunque este matrimonio es por meros formalismos. Aún así, estoy hecha nervios –le dije sinceramente.–¡Matrimonio es matrimonio! Sin importar si es real o de mentiras. Siempre trae consigo mucho nervio, pero sobre todo es muy bonito hija –me respondió sonriendo de oreja a oreja –. Pero Mariú, debes tener en cuenta que tu matrimonio no es de mentiras, es real y ello implica una serie de responsabilidades, de ambas partes.
Capítulo 9 “Él no tiene sentimientos” Me quedé mirando los vivaces ojos de la abuela Cecil, en el mismo espejo, donde también yo me veía. Hurgué en ellos a ver si encontraba respuesta a lo que ella me acababa de preguntar, pero eran tan enigmáticos como los de su nieto. –No creas que no he notado lo que pretendes. Pero antes, debes oírme. Chiquilla, debes estar siempre atenta porque Harry es un hombre demasiado perceptivo. Cuida y guarda para ti todo lo que él te dice y lo que hace. Se quedó pensando un breve momento y prosiguió: –Debes saber, mi querida chiquilla, que él es un seductor de nacimiento. Y hasta ahora no ha habido jamás, ninguna mujer que se le resista, eso te incluye a ti, porque aunque pones cara de no querer estar cerca de él, ya eres su prometida, y estas a punto de firmar tu acta de matrimonio con él. –Abuela Cecil yo… No me dejó terminar, ella alzó su vo
Capítulo 10 “El amor siempre es un juego” –Abuela Cecil, ¿alguna vez lo has visto enamorado? –me atreví a preguntarle. –¿Te refieres a enamorado, enamorado, enamorado? –movía su cabecita y miraba a lo alto buscando en sus recuerdos, mientras repetía esa palabra. –Sí, abuela Cecil, me refiero a ¡ENAMORADO! – arqueé mis cejas. Se quedó pensando cabizbaja, después subió de nuevo su cabeza altiva y entonces sonriendo vivazmente me dijo: –¿Y tú? ¿Acaso te has sentido enamorada antes? O quizás alguna vez… ¿Te has sentido amada? –Yo creo que no abuela Cecil, no podría mentirte. Reconozco que amo a mis padres, que amo a mi amiga Aiora, que amo la vida y sobre todo que me amo a mi misma, pero… Amor por un hombre, no lo he sentido jamás. Y estoy segura que tampoco he despertado ese sentimiento en un hombre todavía –ése final lo dije con un poco de vacilación, y muy bajo. La abu
Capítulo 11 “Doble cometido” Salí del cuarto después de haberme despejado un poco, como siempre descalza y en bata alegre y cómoda como me gustaba estar. Eran las doce del mediodía. Me sorprendí al ver el túnel de rosas que partía desde la puerta de mi cuarto, lo rodé para salir. Todo estaba listo. Mi corazón palpitó angustiado, haciendo ruido. Puse una mano en el pecho. Todo era realmente hermoso. Estoy segura que mi madre estaba totalmente complacida con aquello. Lloré al darme cuenta que este iba a ser “Un gran momento” para ellos, mientras para mí… Me acerqué lentamente a la mesa de los novios. Irónico pero estaba hermosa. Arrastré mi mano recorriéndola. En silencio y con los ojos ya hinchados de llorar vi el espectacular pastel de boda de siete pisos. En color blanco atardecer, que simulaba tenues rayos de sol. Del sexto piso, una pareja tomada d
Capítulo 12 “¿Quién es Harry Winter?” Cuando bajé del lujoso auto, cargando paquetes y regalos en mis manos. Me encontré con Harry, desesperado en la puerta de mi casa y mi madre que cuando vio que era yo la que conducía aquél flamante auto entró a la casa visiblemente molesta. Me sorprendí al ver tanta gente frente a mi casa. Harry caminó y abrió la puerta del auto, yo aún sacaba paquetes. –¿Eres María Eugenia?–me preguntó un hombre que asomó su cabeza por la ventana del copiloto. –Buenas tardes –respondí levantando mi mentón retador –. ¿Quién es usted? No alcanzó a responder, Harry Winter estaba a su lado. –Es mi hermano Hudson, María Eugenia –salió de detrás de Hudson y sus ojos casi me fusilan. Disparaban rayos y centellas. Me dirigí a Harry y le tendí mi mano coqueteándole. Él la tomó. Su hermano hizo una broma, pero H
Capítulo 13 “Noche de Bodas” Caminé por el túnel de rosas, mi padre me tomó de la mano a medio camino, y al llegar al final tomó mi mano y la unió a la de Harry. El estaba realmente atractivo, el azul de su traje le resaltaba sus grandes y expresivos ojos. Me tomó del brazo y posó su mano sobre la mía. Estaba altivo y sonreído. Llegamos a la mesa de los jueces y testigos. El juez leyó los términos legales y luego preguntó: –Señor Harry Winter, ¿acepta usted por esposa a la señorita María Eugenia Smith. –¡Si, acepto! – Exclamó Harry en voz alta, clara y nítida. –Señorita María Eugenia Smith, ¿acepta usted por esposo al señor Harry Winter? –Sí, acepto –respondí arrastrando aquél acepto. El juez terminó de leer y se levantó para dar su: “Por la autoridad que me confiere la ley los declaro Marido y Mujer” Las cámaras no pararon d
Capítulo 14 “El gran poder de seducción de Harry Winter” Al salir del cuarto mi madre conversaba con Harry Winter. Mi semblante cambió al instante. Aiora venía detrás de mí. Se detuvo en seco al ver que era cierto que me iba con Harry. –¡Estoy lista vamos!–Ni siquiera tomé en cuenta a mi madre. A pocos minutos entramos a una bonita zona residencial de la ciudad. –¿A dónde vamos? –Sabía que no era el camino al hotel donde se haría la entrevista. –Vamos a firmar lo solicitado en la cláusulas 7 y 8 de tú absurdo contrato –su tono era tan prepotente, airoso, sin embargo soltó su mano a mi lado y la puso sobre la mía, quedándose con ella allí. –¡Ah! Las cláusulas después del matrimonio–Bajé mi cabeza–Harry, yo te insistí varias veces en que desistiéramos de esas clausulas absurdas. –Esas clausulas absurdas me llevaron a conocerte –y apretó de nuevo mi mano cálidamente.
Capítulo 15 Literal “A” Eran las seis de la mañana cuando sonó el teléfono del hotel. Al tratar de moverme estaba presa en las torneadas piernas y los musculosos brazos de Harry. Sigilosa metí mis manos para alzar su brazo. Rezongó y se acurrucó más, apretándome en su abrazo. Me giré un poco y su rostro era tan bello, medio dormido, era tan tierno así. Mi corazón saltó sonoro. Abrió un ojo mientras apretaba el otro. Me reí ante tan tierno gesto. Mis ojos se cristalizaron. Se levantó y me vio a esa distancia. -¿Por qué me haces ese puchero? ¿No hay razón para llorar? –me dijo sonreído. –¿Acaso no sabes que de felicidad también se llora? Además, las emociones siempre arrastran lágrimas salubres –justifiqué mis lágrimas y me voltee dándole la espalda. Se levantó presuroso y levantó mis sabanas. –¡AAAh, que rabia! ¡Estúpida asociación! –Gritó al verme desnuda d