-¡Vaya todo parece indicar que tendré la custodia de mis hijos,ya que no tienes solvencia económica,según lo que me dijo un pajarito-.Miró el departamento de arriba a abajo y se dirigió a la cocina-.No quiero saber que a los gemelos les falte algo-.Frunció el ceño mientras abría la nevera.-¿Quién te crees para venir a husmear en mi vida?Él tomó a Valentina por los hombros y le atrajo hacía él,la joven pensó que le daría un beso.-¿Olvidas que soy el padre de tus hijos?,te los puedo quitar en cualquier momento.-¡No te atrevas!,además no tienes argumentos,ningún juez va a separarme de mis hijos.-Yo creo que sí.Mucho más sin no tienes dinero para sostener un hogar.¿Me equivoco o es cierto?Lo mira a los ojos y el hombre la suelta y evita verla de frente.Ella tiene el corazón agitado ante el roce de sus manos.“Por ningún motivo voy a admitir frente a Augusto que estoy en bancarrota. Él vuelve a repetir la pregunta y le saca de sus pensamientos.-Dime,mujer.¿te quedó grande la manut
Qué horas son estas de llegar-La voz autoritaria de Augusto la hizo frenar en la puerta de su oficina.Valentina se fijó en que estaba algo irritado,más no le prestó mucha atención, sabía que su regreso a la oficina sería usado por su esposo para hacerle la vida imposible. -¿Oye qué te pasa? No tienes derecho a decirme nada si llego tarde. -Claro que lo tengo, soy tu jefe, aunque ya no sea tu marido estás a mis órdenes en esta empresa,no creas que por ser hija de los dueños tienes privilegios, tienes que cumplir horario como cualquier otro empleado.La chica tartamudeó un poco para responderle.-Lo sé y me disculpo, Pero había mucho tráfico.-No es asunto mío,tienes que salir dos horas antes,no tolero la falta de responsabilidad ni la impuntualidad. -No volverá a pasar-.Bajó la cabeza y sintió que la sangre caliente bullía por sus venas,las mejillas se le encendieron,se mordió la lengua para no protestar.-¿Te vas a quedar parada mirándome?,ve a tu cubículo que necesito en mi
-¡Eres el descaro hecho hombre!- Su cabeza es un hervidero y de su boca salen frases hirientes.Con los ojos llorosos Augusto Martínez,su esposo la mira fijamente y justifica lo inaceptable.—Yo cuidé de tí cuando tus padres se largaron a viajar por el mundo,velé por tí a diario y te dí dos hijos maravillosos.-Ahora tengo que agradecer que me hayas hecho tuya mientras estaba en coma,¿qué clase de hombre eres?-Bufó Valentina Sánchez-.¡Eres un pervertido!–Eres mi esposa,me perteneces y por lo tanto tengo derecho a poseer tu cuerpo.No eres mi dueño, además fue sin mi consentimiento.Yo era virgen y recuerdo en forma clara que ambos acordamos que nuestra primera vez sería especial.—Lo hice por amor.Yo te amo,además estaba sufriendo y canalice todo mi amor en esas noches en las que te hice mía.A medida que Augusto hablaba el rostro de ella se tensaba,una mezcla de ira y dolor se reflejaba en sus ojos.—¡Eres un desgraciado!,se supone que la primera vez de una mujer queda entre sus bu
-¿Qué hora es?-.Preguntó Augusto.-Dos minutos más desde la última vez.-Bromeó don Augusto Martínez,el padre del novio.La ceremonia de la boda estuvo llena de elegancia y solemnidad. Los invitados aguardaban la llegada de la novia con expectación era considerada la boda de la década y sellaría la unión de los Sánchez y los Martínez dos prominentes familias de Miami.Augusto esperaba al pie del altar con su impecable frac azul celeste y una flor blanca en la solapa.El señor Martínez notó los nervios de su hijo que movía mucho el pie derecho—. Paciencia, hijo todas las novias tardan,tu madre me hizo esperar dos horas.—Ya debería haber llegado.—¡Esa mujer es tuya!,elegiste la más hermosa y lo mejor de todo es que vamos a ser socios de las empresas Sánchez.Augusto movió la cabeza y no dijo nada,su padre sólo pensaba en dinero.Él en cambio estaba tan enamorado de ella que todo su cuerpo temblaba al tenerla cerca,de las novias que había tenido ella era la única mujer a la que había resp
—Es triste,pero no puedo dejar que tu vida se consuma al lado de una mujer en estado vegetativo,ya oíste a los médicos,las esperanzas son remotas.-Masculló el padre de Augusto.-No la pienso abandonar, hice mis votos matrimoniales de corazón,hasta que la muerte nos separe.-El rostro del joven denotaba dolor profundo.Don Augusto Martínez miraba a su hijo, Augusto Junior, con una expresión de preocupación y templanza en su rostro. El joven, por su parte, parecía sumido en un profundo dolor tras las duras palabras de su padre. Ambos observaban desde la distancia a los padres de Valentina, cuyas miradas angustiadas y rostros marcados por la tristeza reflejaban el abismo de su desolación.-¡Eres joven!,podemos anular ese matrimonio y te busco una esposa millonaria,¡piénsalo!,ahora no lo ves así, luego ella será un peso muerto sobre tus espaldas.La ambición del millonario se dejaba ver en sus palabras, era obvio que había comprometido a su hijo con Valentina por interés.—Padre, no pue
La vida de Augusto se encontraba en medio de una tormenta emocional. Su esposa yacía en estado de coma sin esperanzas de parte de los médicos.El joven luchaba por mantener la esperanza y la fe en la recuperación de su amada, la situación se volvía aún más complicada debido a la falta de apoyo.Por un lado, los padres de Valentina habían decidido dejar el país en busca de una nueva vida, dejando atrás a su hija en un hospital en coma. Por otro lado, los padres de Augusto, en lugar de ofrecerle consuelo y aliento en estos momentos tan difíciles, parecían sembrar dudas en la mente de su hijo. Insistían en que Valentina nunca despertaría y que lo mejor sería desconectarla.A pesar de todo, Augusto se aferraba a la convicción de que Valentina se levantaría de esa cama. Cada día, permanecía a su lado, sosteniendo su mano con firmeza, transmitiendo palabras de amor y esperanza. -Mi bella durmiente, aquí estoy un día más a tu lado,tienes que volver,tengo tantas ganas de tenerte en mis b
-¡Despierta mi amor!,te necesito.En días cómo hoy siento un gran vacío.- Masculló el hombre ahogando sus lágrimas para evitar a toda costa que salieran a la superficie.Valentina lucía pálida y hermosa al mismo tiempo,con un lindo vestido que le había colocado Adelaida,ese día era el cumpleaños número veintiuno de la joven y Augusto acordó con la enfermera festejar a Valentina.Adelaida había bajado a la cocina a buscar la tarta de cumpleaños,ella era la única persona que no miraba a Augusto como los demás que creían que el joven estaba loco o le faltaba un tornillo.Augusto había permanecido algo pensativo durante días,de no ser por su trabajo y el apoyo de Adelaida hubiese enloquecido,cuando le ordenó a ella preparar una fiesta para Valentina pensó que lo iba a considerar algo tonto e innecesario,no obstante la señora lo secundó.La habitación estaba decorada con globos de colores y un número veintiuno en material de plástico dorado,con un gran letrero que decía:”Feliz cumpleaños
-Te veo en la tarde mi amor.-Masculló con ternura mientras se inclinaba para besar los labios de Valentina buscando consuelo en un beso que ella no podía devolverle.Entre susurros rotos, Augusto le encargaba a la enfermera el cuidado de su esposa.-Me la cuidas,no la dejes sola.-No se preocupe señor,yo no me apartaré de su lado-Respondió Adelaida con voz serena.Augusto le dio un último vistazo a la enferma, Valentina en su estado inmóvil, se veía tan preciosa como siempre, aunque su rostro pálido revelaba la dura realidad de su situación.-¡La extraño tanto!,no sabes el dolor que siento de dejarla para ir a la empresa-.La desolación se hacía presente en sus palabras.La enfermera, con gestos de compasión y tranquilidad, asintió al oír el comentario de Augusto, tratando de transmitirle algo de calma en medio de la tormenta emocional le dijo-.Vaya tranquilo,yo la cuido.Augusto, con el peso del dolor cargando sobre sus hombros, giró su cuerpo con pies pesados y encaminó sus pasos